Con antelación se había asignado la casa donde habían de alojarse el Sr. Cura Hidalgo y sus acompañantes principales. La casa, de amplio frente, con portón de grandes dimensiones y con ventanas más distantes del piso de la calle de lo que era habitual, se situaba frente al Convento Franciscano anexo a la Parroquia. Esta casa fue propiedad del Sr. José Antonio Gutiérrez y en ella funcionó una fábrica de hilados nombrada "El Venadito". Había otras casas que eran las mejores del pueblo; una de ellas pertenecía a Francisco Fajardo, Intendente o Justicia Mayor, de otra era dueño Ramón Guerrero. Tanto Fajardo como Guerrero eran españoles por lo cual se prefirió que el Sr. Cura Hidalgo no se alojara en alguna de estas dos casas, que eran de mayor categoría.
Después de pasar por las haciendas de Cruces y Guanamé, permaneció 3 días en Venado. Cada día celebró misa en la capilla de San Miguel. Esta capilla, hoy desaparecida, estaba ubicada por el rumbo de la Loma de los Ceniceros, en donde acampó la tropa. El último día que pasó en Venado, en donde convivió fraternalmente con sus habitantes, repartió dinero a los más necesitados. Después reanudó su marcha hacia el norte. Al dirigirse hacia Charcas el viaje lo inició en la loma mencionada, a corta distancia de donde ahora se encuentra el Panteón Municipal. De Charcas partió a Matehuala y de allí a otras poblaciones norteñas.
La Ruta de Hidalgo marca un hito en la historia de la Independencia de México. Por acuerdo presidencial, en 1960 se colocaron 260 monumentos en dicha ruta, el primero de los cuales se encuentra en Dolores Hidalgo y el último en Chihuahua. Uno de estos monumentos se encuentra en Venado. Este es el testimonio que los venadenses de ayer y de hoy guardan respetuosamente en su memoria el alto que en su peregrinar hizo Hidalgo en el pueblo de Venado.
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