Parece que fue ayer pero ya pasaron 5 años de que estuviéramos inmersos en las celebraciones del Bicentenario, celebraciones que, siendo bien objetivos, no tuvieron la grandeza que muchos hubiéramos disfrutado plenamente. Ahora, ya en el tercer mes del 2015, estamos por recordar un Bicentenario más, el de un deceso, de un fusilamiento, el de José María Morelos y Pavón, ocurrido en Ecatepec el 22 de diciembre de 1815.
"El viernes 22 de diciembre, alrededor de las seis de la mañana Morelos despertó en su celda, comió un pan con café, y después fue encadenado de manos y pies, subió a una carroza custodiada por 50 soldados y marchó a Ecatepec, donde se realizaría la ejecución, por orden de Calleja, ya que se podía presentar un motín. Al pasar por la Basílica de Guadalupe, intentó hincarse pero el peso de las cadenas se lo impidió. Tras un largo viaje, llegó a Ecatepec a la una de la tarde. El sacerdote, Miguel Salazar, fue comisionado por Manuel de la Concha para confesar a Morelos y preparar su sepultura.
"Después de comer, Morelos conversó un poco con Salazar y De la Concha, y posteriormente se confesó. Antes de pasar al paredón, rezó el salmo 51 y posteriormente tocaron los tambores. Morelos abrazó a Concha, se vendó los ojos, tomó un crucifijo y exclamó: "Señor, si he obrado bien, tú lo sabes, pero si he obrado mal, yo me acojo a tu infinita misericordia". Acto seguido se hincó con la espalda al pelotón. A la voz de mando sonaron dos descargas. Oficialmente, a las cuatro de la tarde del viernes 22 de diciembre de 1815, José María Morelos y Pavón había muerto. Sus restos descansan en la Columna a la Independencia, en la Ciudad de México.
El monumento fue levantado en el sitio en donde ocurrió el fusilamiento, en el cuerpo del mismo, hay una serie de nombres de los personajes que estuvieron en algún momento ligados al movimiento que él encabezó y aquí, en este blog de Cabezas de Águila, que hemos dado cuenta de la participación de mujeres en el movimiento de insurrección, notamos que se incluye a una de ellas: Manuela Medina, La Campanera. La obra fue diseñada por Ramón López Lara y develado en 1912 y fue en sustitución -dicen- del monumento que originalmente se colocó en 1864 bajo el diseño del ingeniero Carlos Villada. Recordemos que hubo un monumento a Morelos que, en 1865, cuando se recordaban 50 años de la ejecución del Generalísimo Morelos, el emperador Maximiliano mandó colocar en la Plaza Guardiola, puedes ver esa historia aquí.
El sitio en donde ocurrió el fusilamiento fue en la Casa de los Virreyes, lugar a donde solían hacer una escala para adecuarse a la altura y el clima del Valle de México, los virreyes que llegaban a gobernar la Nueva España, para salir de allí y hacer su entrada triunfal a la capital del virreinato. En la actualidad es un museo que lleva por nombre el de Casa de Morelos.
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