Continuamos en con esta quinta parte de la ruta que siguió Morelos, ruta que más bien se conoce como Campañas, pues cada una se divide en ciertos tramos y sus consecuentes acciones, cosa muy distinta a la ruta que siguió el Cura Hidalgo, que se le considera una sola, iniciada en Dolores, concluida en Chihuahua. Así pues, la Primera Campaña de Morelos da inicio el 20 de octubre de 1810 en Charo, Michoacán, cuando ambos caudillos se encuentran, comisionando Hidalgo a Morelos para revolucionar en el Sur y tomar Acapulco, el puerto más importante del Pacífico. Esa primera campaña continuaría por Chilpancingo, Tixtla y Chilapa. Otros caudillos se unirían al movimiento encabezado por Morelos: Vicente Guerrero, Hermenegildo Galeana, así como Nicolás, Leonardo y Miguel Bravo. Podemos considerar el 12 de diciembre de 1811 el inicio de la Segunda Campaña al unirse al movimiento otro sacerdote: Mariano Matamoros.
Continuamos con las declaraciones que José María Morelos y Pavón hace el segundo día del interrogatorio, el 29 de noviembre de 1815 en la Ciudadela de la ciudad de México:
"Que como expresó ayer se acercó a Cuautla con 300 hombres, y como allí encontró que ya habían hecho alguna fortificación su segundo Leonardo Bravo, aumentó esta con el fin no solo de subsistir allí por la porción que aquel país le daba por la abundancia de haciendas y demás recursos, sino también para esperar cualquier reunión de tropas que intentase a tocarlo. En efecto, supo (aunque con alguna duda) y como ocho días de anticipación, que el ejército del centro al mando del Sr. general D. Félix María Calleja se dirigía en su solicitud, cuya advertencia, que entonces se hallaba en Sultepec, lo auxiliase mandándole gente: Que Miguel Bravo que estaba en Yauhuitlao se case con su división: que un teniente coronel llamado Cano de la demarcación de Huetamo, hiciese lo mismo con la suya: que el P. Tapia se le incorporase también con su grueso que estaba en Chautla, y que el P. Sánchez hiciese igual movimiento desde Izúcar sus inmediaciones; y habiéndolo verificado todos, no con la puntualidad que el exponente creía, y sí muy paulatinamente y en partidas de menos fuerza que las que le habían asegurado, se resolvió a no salir de Cuautla a menos de una necesidad forzosa. Que las avanzadas del declarante llegaban en aquella época hasta Chalco y sus inmediaciones, y por ellas supo tres días antes de la aproximación del ejército, que sus miras no se dirigían a otro lugar que al de Cuautla; y aunque la junta de Sultepec le había anticipado igual noticia, fue como poniéndosela en duda, aunque le aseguró al mismo tiempo que contase en este caso con tropas auxiliares en número exorbitante, lo que no verificó según expresará en la denominación que haga del pormenor de la gente que concurrió en Cuautla....
"A la sexta pregunta que dice ¿Qué fuerzas tenía entonces de infantería y caballería? cuales fueron sus designios; si contaba con que le protegería la misma capital, y que datos tenia para ello, expresando los individuos de ella con quienes ha tenido correspondencia y relaciones directamente, o por medio de otras personas; cómo y por qué medios se ha practicado esta comunicación, y quienes la conservan aún.
Respondió. Que en Cuautla entró con 100 infantes y 200 caballos, con la circunstancia de que los jinetes de estos hacían también el servicio de infantería, porque los caballos los hacia salir a pastar fuera del pueblo; a estos se le agregaron 300 hombres de la caballería de la demarcación de Huetamo al mando del teniente coronel Cano y Ayala. Con esta fuerza y 100 indios de los pueblos contiguos resistió el primer ataque que el 19 de febrero (1812) le dio el ejército del centro que llegó el día antes a aquellas inmediaciones; porque auxiliada esta de 1 obús y lo cañones útiles de lodos calibres, la firmeza con que se manifestaba su gente, y la resolución del que declara en no abandonar aquel punto, y sí el defenderlo hasta el último extremo, le hizo sufrir como cinco horas de un fuego vivo por el lado de S. Diego y parte de la Targea; cuyos puntos a pesar de ser los mejores de aquel pueblo, y no haber tomado la tropa los más débiles como eran los del Platanar y Buena Vista que entonces no estaba fortificado por el que declara, le hicieron concebir cierta confianza de que obtendrían ventajas, y podría resistir dentro de sus parapetos a la fuerza que lo atacaba. Así se verificó; porque después del tiempo referido se retiró la tropa que lo atacó, y reunido el resto del ejército campó como dos leguas y media distante. En el intermedio del expresado día 19 hasta el 26 que llegó la división de tropas al mando del Sr. Llano, el ejército acampado hizo varios movimientos con su caballería sobre Cuautla; pero ninguno fue dirigido a un ataque como el primero, respecto a que las partidas que el declarante hacia avanzar fuera de aquel se replegaban para aguardar en el punto fortificado. De las partidas auxiliares que el que responde había citado, solo llegaron la de Miguel Bravo que componía 400 hombres de infantería y caballería con 3 piezas. De la de Anaya que le mandó la junta de Sultepec con la fuerza de 700 hombres de ambas armas, solo llegaron 300. De la de Tapia que debía componer 100 hombres de todas armas, únicamente vinieron 300, y la de Yautepec con 250 hombres. Los designios del que declara eran acercarse a esta capital en el caso de que obtuviera una acción decisiva sobre las tropas del rey; porque aunque estaba entendido por noticias vagas y sin más fundamento que estas, se las comunicaban los de la junta de Sultepec, que la plebe de México se hallaba en buena disposición para recibirlo, nunca tuvo la mayor confianza de que harían lo mismo las tropas que lo guarnecían; y así no siendo otros los datos, correspondencia o relaciones de personas que le asegurasen esta verdad, solo se había resuelto a dar una acción sobre México luego que derrotase el ejército que lo sitiaba en Cuautla”. (1)
Vendrá luego el episodio más conocido por todos, en lo que respecta a las Campañas de Morelos: el del Sitio de Cuautla.
Fuente:
1.- Historia militar del General Don José María Morelos, sacada en lo conducente a ella de sus declaraciones recibidas de orden del virrey de México cuando estuvo arrestado en la ciudadela de esta Capital. Suplemento al Cuadro Histórico de la Revolución Mexicana, ó sea la historia militar del general D. José María Morelos, sacada literalmente en lo conducente, de la causa que le formó la capitanía general de México. Impreso en la Oficina del Águila. México, 1825.
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