viernes, 16 de enero de 2015

Irónico: Lo que quedaba de Tenochtilan en 1810, se opone al movimiento de insurrección.

    Hay un error, (uno más), recurrente en todos quienes no conocemos a profundidad la Historia de México en su etapa conocida como la Conquista, en el que siempre caemos: decir Ciudad de México a lo que fue la Ciudad Española de México. Justo eso que conocemos en la actualidad por Centro Histórico era la ciudad española, pues, en rededor de ella estaba la República de Indios, es decir, los distintos pueblos en donde los mexicanos vivían. No era un pueblo en sí, sino dos y, para evitar confusiones, pero más bien para tenerlos sujetos y controlados, se les dividió en dos Parcialidades la de Tenochtilan y la de Tlatelolco pero, como ya estaba iniciada la conquista espiritual, entonces se llamaba San Juan Tenoxtitlan y Santiago Tlatelolco. Como Tenochtitlan era tan grande, se dividía en cuatro sectores que no eran otra cosa que los Calpulis o barrios, sus nombres los puedes ver en el diagrama que sigue. Y, en este espacio que tenemos dedicado al inicio de la Guerra de Independencia y la Ruta de Hidalgo, encuentro un documento que me llama la atención debido a que fue emitido por una de esas Parcialidades, la de San Juan que ya se había quitado el apelativo de Tenochtitlan, y que dice:

Exposición de la parcialidad de San Juan contra la revolución iniciada en Dolores.
México, 27 de septiembre de 1810. 

Excelentísimo señor.—

El gobernador, alcalde presidente, gobernadores pasados, y toda la república de la parcialidad de San Juan, han leído la enérgica y juiciosa proclama que vuestra excelencia se ha servido dirigir a todos los habitantes de esta Nueva España con motivo de que algunos de ellos, olvidados de los sagrados juramentos que los ligan, y de sus verdaderos intereses, han levantado el estandarte de la rebelión, y abierto el camino al pillaje, a la devastación y a la ruina total de este preciosísimo reino.

Nos duele señor excelentísimo este alucinamiento delincuente que ha trastornado sus cabezas, y llega a lo sumo nuestro pesar, al oír que cuentan en su número con algunos indios que les auxilian.

Nosotros y los que comprenden nuestra parcialidad, entendemos muy bien que FERNANDO VII y sus sucesores de la antigua casa de Borbón, son los únicos dueños de este reino, que el supremo consejo de regencia que por el cautiverio del primero deposita la soberanía, está legítimamente instalado, reconocido y jurado por nosotros; que nuestra santa religión no permite el quebrantamiento de estos juramentos, y nos estrecha a guardar el pacto social, viviendo sujetos a las legítimas potestades, que a nombre de nuestra madre santísima de Guadalupe y del señor DON FERNANDO VII, no son lícitos, antes sí más criminales y horrorosos, el robo, el homicidio y el perjurio; y últimamente, que el que procure la separación de estos dominios de la península, cuando aún existe allá quien resista a la dominación extranjera, no puede ser fiel a FERNANDO VII, sino que imposibilita en cuanto está de su parte su restitución al trono.

Animados, pues, de estos sentimientos, bien persuadidos de que son los únicos que deben gobernar a un católico y fiel vasallo, hemos acordado venir a presentarnos a vuestra excelencia, ofrecerle nuestras personas y asegurarle, que todos los de nuestra parcialidad están prontos a sostenerlos y derramar la última gota de sangre en defensa de ellos.

Dígnese por tanto vuestra excelencia aceptar esta nuestra oferta, ocuparnos en cuanto nos considere útiles para el real servicio, y elevar al supremo consejo de regencia esta representación, para que su majestad sepa y se complazca de que los indios de México, tienen la felicidad de contarse entre el número inmenso de europeos y americanos, que no se han dejado ni se dejarán seducir por el espíritu de partido y rivalidad.

Dios nuestro señor guarde la vida de vuestra excelencia muchos años, y lo conserve a la cabeza de la fidelísima Nueva España para su felicidad.

México 27 de septiembre de 1810.


Excelentísimo señor.
Dionisio Cano y Moctezuma, gobernador.
Francisco Antonio Galicia, ex gobernador.
Ramón Lizalde, alcalde.
Josef Crecencio Cano, alcalde.
Josef Teodoro Mendoza, alcalde.
Francisco Valdés, alcalde.
Domingo Salazar, alcalde.
Miguel Rivera, alcalde.
Josef Manuel García, escribano.

Excelentísimo señor virrey de esta Nueva España don Francisco Xavier Venegas.

  Vemos en este mapa de 1767 la Calle de S. Juan, se trata de la de San Juan de Letrán, que ahora conocemos como Eje Central Lázaro Cárdenas. un poco a la izquierda aparece el "Teypan", que no es otra cosa que el Tecpan de San Juan, ya no era el de Tenochtitlan sino el de Moyota, sitio en donde se asentaba el tribunal de ese sector de la población. 

Fuente:

J. E. Hernández y Dávalos. Historia de la Guerra de Independencia de México. Seis tomos. Primera edición 1877, José M. Sandoval, impresor. Edición facsimilar 1985. Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana. Comisión Nacional para las Celebraciones del 175 Aniversario de la Independencia Nacional y 75 Aniversario de la Revolución Mexicana. Edición 2007. Universidad Nacional Autónoma de México.

Versión digitalizada por la UNAM: http://www.pim.unam.mx/catalogos/juanhdzc.html

Tomada de 500 años de documentos. Biblioteca. TV.

1 comentario:

  1. No dejo de aprender y de descubrir cosas de aquella Nueva España, nuestro querido México tan lejano y cercano al mismo tiempo

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