martes, 26 de febrero de 2013

Los monumentos dobles a Miguel Hidalgo en el Estado de Hidalgo.

 265.- El estado de Hidalgo está dividido en 84 municipios, y tiene la particularidad que, en algunos de ellos fueron colocados dos monumentos al Padre de la Patria, uno genérico que tal vez fue colocado por los festejos del Bicentenario y uno más que fue colocado cuando se conmemoró el Bicentenario de su natalicio. ¿Habrá 84 monumentos de este tipo en el estado de Hidalgo? El que vemos en la foto corresponde al ubicado en Tlahuelilpan.

  266.- Este es el monumento "genérico" localizado a un costado de la carretera en la entrada al pueblo de Mixquiahuala.

  267.-  Este es el segundo de los monumentos a Hidalgo en Mixquiahuala, localizado en una plaza frente a la parroquia.

  268.-  Aquí vemos la placa que nos dice que es uno de los que, en ocasión del "año de Hidalgo", fueron colocados en 1953.

  269.-  Ahora vemos el de Ixmiquilpan, localizado dentro de la Presidencia Municipal.

  270.- También colocado cuando el año de Hidalgo, en 1953, al parecer fue recolocado durante la administración municipal de 1968-1969.

    271.- El otro de los monumentos a Hidalgo es el que se ubica en la explanada, junto al atrio del ex convento de San Miguel. Este fue colocado en 1967, durante la administración de Gustavo Díaz Ordaz.

  272.-  Ahora estamos en la población de Cardonal, vemos que aquí fue colocado otro de los monumentos genéricos de Hidalgo en Hidalgo.

  273.-  Uno de los dos bustos levantados a Hidalgo en Alfajayucan, colocado en la parte sur de la plaza principal.

   274.- Y en la parte norte esta otro busto, más pequeño, presumo que es uno de los del año de Hidalgo.

275.- Otro monumento genérico se encuentra en la plaza de Tepetitlán. De este tipo de monumentos había visto varios, pero de mayor dimensión, como el que se encuentra en la autopista México - Querétaro, en la desviación a Tepeji del Río. Tengo idea de haber visto uno en Pachuca, pero no estoy seguro, y uno más, en cantera pero con el mismo modelo en Huichapan

lunes, 18 de febrero de 2013

Algunos carteles de las Fiestas Patrias en Atlacomulco, Estado de México.

    Hay en el Museo Histórico de Atlacomulco, Estado de México, varios objetos que bien vale la pena observar con atención, todos ellos nos hablan de la imagen del cura Hidalgo y de la gesta histórica de 1810, así como de las Fiestas Patrias que, a través de los siguientes carteles, veremos cual era la forma de anunciarlas. Este es un retrato del cura que me parece digno de ser restaurado, transmite paz y serenidad.

 Una pistola de la época de la Independencia.

 Una espada de la época.

   Los siguientes son los carteles o pósters en los que se anunciaba el programa de las Fiestas Patrias en Atlacomulco en distintas fechas.

    El de 1903.

    El de 1904. "Gloria y honor al inmortal Hidalgo".

    El de 1941. "Honor y pleitesía a nuestros héroes"

    El de 1944. "Tributo a la patria".

    El del Sesiquicentenario de 1960. "Si ellos supieran"

   Museo Histórico de Atlacomulco, calle Hidalgo, en el centro de la población. Muy cerca del Santuario del Señor del Huerto.

domingo, 17 de febrero de 2013

La sorprendente historia del monumento a Hidalgo en Atlacomulco, Estado de México.





  264.- Así es. Estamos frente a otro de los monumentos levantados a don Miguel Hidalgo y Costilla que nos cuenta una historia de movimiento, un monumento que "cabalga" de Atlacomulco a la comunidad de Los Jarros para luego regresar, en pedazos, nuevamente a Atlacomulco. La fotografía que sigue la tomé de Wikipedia, se trata del templo de la comunidad de San Juan de los Jarros, municipio de Atlacomulco, en el Estado de México.


sábado, 16 de febrero de 2013

Tlalpujahua, Michoacán. ¿Fue este el paso de Hidalgo luego de la derrota de Aculco?

    Una de las varias dudas que hay sobre la ruta que siguió no el ejército Insurgente, sino el cura Hidalgo, luego de la derrota de Aculco, es precisamente el rumbo que él tomó para llegar a Valladolid. Sabemos que la ruptura entre Hidalgo y Allende se recrudeció luego de esa derrota, Allende enfilaría rumbo a Guanajuato, Hidalgo lo haría a Valladolid pero los autores se dividen en sus juicios, unos dicen que pasó por Amealco, en el actual estado de Querétaro, siguió por Coroneo en Guanajuato y de allí, con rumbo norte, llegó a la Hacienda de Juan Martín y luego a Celaya.

    Pero ese camino tan cuestionado fue otro, según lo aseguró el historiador Carlos Herrejón en su libro La Ruta de Hidalgo, en donde dice que de Aculco enfilaron precisamente a Tlalpujahua, sitio en donde vivía la familia López Rayón y uno de ellos, Ignacio, fungía como Secretario del ejército Insurgente. Para ver el artículo sobre este tema, entra aquí.
    Si lo que propone el Dr. Herrejón se llegara a confirmar totalmente, estaríamos pues, en un ajuste de la ruta que eliminaría ese segundo paso por el estado de Guanajuato ya que, según su propuesta, de Aculco siguieron a la Hacienda de Solís y de allí a Tlalpujahua, terrenos más que conocidos por los hermanos López Rayón. De aquí continuaría a Maravatío para llegar luego a Valladolid.

    En la actualidad la mitad de lo que fuera la propiedad completa de la familia López Rayón, la que me dicen fue la tienda que ellos tenían, funciona como el Museo de los Hermanos López Rayón, en ella son pocos o nulos, los objetos que se muestran de los héroes, dado que sus propiedades fueron confiscadas y, seguramente, víctimas de la rapiña y el saqueo. Me llama la atención encontrar en el patio de la casa esta placa que mandó colocar en 1926 El Buen Tono, supongo la fábrica de cigarros de la ciudad de México

   El museo exhibe objetos que pertenecieron a la mina Dos Estrellas y hace una muestra gráfica de la llamada Catástrofe que sucedió en la mina y que cambió la vida de Tlalpujahua en 1937, esa historia la puedes ver aquí.

    El edificio que aparece en esta fotografía se levantó en la parte poniente de la propiedad de los López Rayón, aparentemente está abandonado; por el tipo de construcción y, sobre todo, por su altura, presumo fue en algún momento un molino, pero nadie me supo decir que era lo que allí se trabajaba.


viernes, 15 de febrero de 2013

La casa de la Conspiración en Morelia.

    Este artículo es solo para dejar la memoria gráfica del sitio en donde se dio la Conspiración de Morelia o Juntas Secretas de 1809, para leer más al respecto, entra aquí.



miércoles, 13 de febrero de 2013

lunes, 11 de febrero de 2013

Una vergüenza en Valle de Santiago, Guanajuato.

    De que San Jerónimo Araceo haya sido paso del ejército Insurgente está en duda, más aun de que Miguel Hidalgo haya pasado por aquí cuando, luego de la derrota de Aculco, se dirigió a Valladolid. Dicen algunos autores que lo hizo cruzando por la Intendencia de Guanajuato nuevamente, entrando por Coroneo, siguiendo por la Hacienda de Juan Martín para llegar a Celaya. Pero hay otros autores, entre ellos el maestro Carlos Herrejón Peredo, el más depurado biógrafo de don Miguel Hidalgo, dice que no, que el camino que tomó fue por Maravatío y Tlalpajahua. 

    El caso está, en que, hace ya poco más de 52 años el Gobierno que encabezaba don Adolfo López Mateos, como parte del programa de festejos del Sesquicentenario del inicio de la guerra de Independencia, decidió colocar las 260 estelas de Cabeza de Águila a lo largo de la Ruta de Hidalgo. Uno de los puntos elegidos fue San Jerónimo Araceo, en el municipio de Valle de Santiago, Guanajuato. El monumento estuvo allí hasta la década de los años 90, del siglo XX. Y sucedió que en una fiesta de Año Nuevo, un grupo de vándalos, seguramente intoxicados, colocaron cohetes en el cuello de la Cabeza de Águila, esta fue trozada en docenas de pedazos...

    Del atentado las autoridades municipales de Valle de Santiago seguramente se enteraron... han pasado casi 20 años del vandalismo y nada, aun no se ha hecho nada para reponer el monumento destruido, ni aun siquiera durante el programa de conmemoraciones del Bicentenario, en el cual se incluía la reposición de las Cabezas de Águila faltantes, eso no sucedió en San Jerónimo Araceo.

   El cerro del Culiacán fue mudo testigo del paso de los contingentes de Insurgentes por su rededor... y el Culiacán fue mudo testigo de los imbéciles que colocaron esas "palomas" en el monumento de la Ruta de Hidalgo.

Nota: las cuatro fotografías que aparecen en este artículo las tomé el domingo 10 de febrero de 2013.

sábado, 9 de febrero de 2013

Otros restos itinerantes, los de Hernán Cortés.

    Hay un pasaje, relacionado con los restos de los héroes, especialmente el cráneo de Hidalgo y de los otros tres que durante diez años pendieron de la Alhóndiga de Granaditas en la que, por azares del destino se cruzan con los restos del conquistador Hernán Cortés. Esto ocasionó una revuelta que, siendo el momento en que se había exaltado el amor patrio al máximo, sucedieron algunas agresiones que es bueno recuperar esto para la memoria.

    "Cortés revocó en el Codicilio la disposición relativa a que su cuerpo fuese sepultado en la iglesia parroquial del lugar donde ocurriera su muerte, dispuso que se depositara en la iglesia de la ciudad de Sevilla o a otra parte donde tuvieran a bien ordenarlo los sucesores testamentarios. Por cuanto cuanto a su deseo que, dentro del plazo de los diez siguientes años, sus restos fueran trasladados a la Nueva España y enterrados en el convento franciscano de la Concepción en Coyoacán, nunca se realizó (como él deseaba), porque las disposiciones testamentarias relativas a dicha fundación tampoco pudieron cumplirse, dada la insuficiencia de recursos de la sucesión, destinados a la construcción del convento. El cuerpo de Cortés fue enterrado en la cripta de la familia de los duques de Medina-Sidonia, en la capilla del monasterio de San Isidro, ubicado en las inmediaciones de Sevilla. Permaneció en ese lugar hasta que ocurrió la muerte del Duqe de Medina-Sidonia el 26 de noviembre de 1558, para ser trasladado, con el fin de desocupar el espacio destinado para el descanso eterno del finado Duque, a otra cripta de Santa Catarina, del mismo monasterio.

El monasterio de San Isidro, cercano a Sevilla, España.

   "Cuando en mayo de 1556 los restos de Cortés fueron exhumados y enviados a México, recibieron sepultura en la iglesia de San Francisco en Texcoco, lugar en donde en 1530 habían sido enterrados su madre, Catalina Pizarro Altamirano y su hijo Luis, quien siendo aun niño murió en ese mismo año. Hasta principios de febrero de 1629 descansaron ahí los restos de Cortés; pero en esa fecha, en ocasión de la muerte de su nieto don Diego Cortés, cuarto marqués del Valle acaecida el 30 de enero de ese año, el virrey Cerralvo dispuso que los restos de don Hernando fueran trasladados a México para ser sepultados en la iglesia conventual de San Francisco, al tiempo que se celebraban las pompas fúnebres de don Pedro, el 24 de febrero de 1629. (...) En 1791 el primer conde de Revillagigedo, aprobó la propuesta de pasar los restos de Cortés a la iglesia del Hospital de Jesús, la que no se ejecutó hasta 1794 al erigirse, para recibirlos, un mausoleo coronado con un busto de Cortés y algunos adornos metálicos. El monumento fue mandado hacer por Revillagigedo y proyectado por Manuel Tolsá.

Fotografía del cráneo de Hernán Cortés. La foto la obtuve en el blog La memoria de Fuente Ovejuna.

   "A principios del siglo XIX, cuando era muy reciente el recuerdo de la lucha emprendida en 1810 para la emancipación de México y existía un sentimiento de hostilidad hacia los españoles, se propuso en el Congreso de 1822 que los restos de Cortés fueran sacados y demolido el mausoleo levantado en 1794. Al siguiente año, en 1823 fueron traídos a México y enterrados en la iglesia de Santo Domingo los restos de algunos insurgentes que habían caído en la guerra de Independencia, con tal motivo se levantó una ola de indignación popular contra los conquistadores españoles, publicándose muchos libelos inflamatorios en los que se incitaba al pueblo a saquear la tumba de Cortés y quemar sus huesos en San Lázaro. Se había destinado como día para conmemorar a los patriotas caídos en la lucha, el 16 de septiembre; y la víspera, el capellán del Hospital de Jesús recibió ordenes procedentes del Arzobispado para que sacara los restos de Cortés y los ocultara en lugar seguro. Así se hizo, en presencia del conde Fernando Luchéis, administrador en aquel entonces de los intereses del duque de Terranova, 14º marqués del Valle y de don Lucas Alamán. el monumento proyectado por Tolsá fue desaparejado y enterrado bajo la escalinata del Hospital de Jesús; el busto y el escudo de armas de Cortés. fueron más tarde remitidos a Italia al duque de Terranova".  

   Los restos fueron depositados "en la sepultura que está tocando por el lado del frente del ángulo derecho o del evangelio, la tarima del altar de Jesús Nazareno, en donde se hallan encerrados en una caja de palo forrada de palo forrada de plomo, y envueltos con una sábana de cambray bordada en oro y guarnición de blonda negra, de cuatro lados... Mégico, 12 de marzo de 1827, Joaquín Canales". Fue en 1946 que comenzaron los trámites para localizar, en base al documento transcrito, los restos del conquistador, una vez localizados y clasificados, fueron colocados, el 9 de julio de 1947, en una cripta, sobre la pared norte del templo del Hospital de Jesús. Estamos ante otros huesos, no de un héroe, sino del conquistador de México Tenochtitlán y creador de la Nueva España que, durante siglos se estuvieron moviendo de un lugar a otro, igual, como ha sucedido a su contraparte, el liberador de la opresión española, don Miguel Hidalgo.

Habrá que anotar algo; la autora afirma que en el templo de Santo Domingo fueron enterrados los restos de algunos de los héroes de la Independencia, esto no fue así, ya que en ese templo fueron ciertos ceremoniales, luego de los sucedidos en la Colegiata de Gaudalupe, los restos fueron llevados precisamente a Santo Domingo para de allí, al día siguiente con la solemnidad debida, fueran trasladados a la Catedral Metropolitana para ser depositados en la Capilla de San José.

Esta fotografía la obtuve del sito: Hernán Cortés: Página de reacción.

Los textos en cursiva los tomé del libro: El testamento de don Hernando Cortés. Oralia Méndez Pérez. Ediciones Culturales Exclusivas. Xalapa, 2008