sábado, 30 de julio de 2011

30 de julio, 2011. Los restos de Hidalgo son depositados en la Columna de la Independencia.

Hoy, 30 de julio de 2011, estamos recordando que hace 200 años Miguel Hidalgo y Costilla, el "cura bribón", el "zorro", el "anciano de Dolores", el "Padre de la Patria", concluía su vida, dicen que su muerte fue dolorosa, la podemos imaginar. Una primera descarga, luego una segunda, aun estaba con vida. En esos segundos, que se vuelven siglos, quizá repasó su vida: los campos sembrados con la milpa jiloteando en Corralejo, sus toros de lidia en Taxiamora, las partidas de cartas, las cenas, los conciertos de violín... los interminables y polvorientos caminos de Guanajuato, el correr de sangre por Granaditas. La noche fría que pasaron 100 mil de sus seguidores antes de la batalla del Monte de las Cruces, las luces de la ciudad de México tan cercana y tan distante.... la entrada triunfal de su Alteza Serenísima en Guadalajara, el olor a pólvora, el rastrojo quemado en Puente de Calderón... la primera degradación en Pabellón. La incertidumbre al cruzar el altiplano potosino... Acatita, las cadenas, el sudor, el poco beber y nada de comer, el calabozo, ahora frente al pelotón, su mano la ponía en el corazón y allí debían de apuntar sus ejecutores. Sus ojos azules viendo al infinito en estos interminables segundos, finalmente el tiro de gracia. Don Miguel moría, luego le cortarían la cabeza. El primer capítulo de la guerra de Independencia se acababa de terminar.


Ayer circulaba en el portal del INEHRM, ya en nuestra era electrónica, una invitación virtual para que, una vez más, los mexicanos salgamos a la calle a rendirle tributo a la memoria de don Miguel Hidalgo, sé que son varios héroes más, pero este espacio está enfocado a él. Don Miguel, como lo he venido comentando, estaba predestinado a no estarse fijo, quieto, calmado, siempre en el "trajín", en el ir y venir... hoy lo comprobamos. Fue trasladado desde el Palacio Nacional al que será su Mausoleo por muchos años más. Hay miles de críticas, de que cual es la necesidad de que sean estudiados los huesos, de que para que los gastos, de que por que esa necrofilia. Bueno, tal parece que quienes lo dicen, no tiene conciencia de los pasajes más representativos de nuestra mexicanidad: en el mundo prehispánico la muerte era el momento grandioso de la vida, era el acceso directo al mictlán. Idea que se reforzó con los tintes de Catolicismo medieval que en su momento se introdujo en México: morir para vivir (dualidad pura). Dentro de las ideas medievales que florecieron abiertamente en la Nueva España era el culto a las reliquias, a los huesos. Se fundieron dos ideas que, al paso de los años la seguimos teniendo cada 2 de noviembre: celebramos a los muertos.


Esta quinta exhumación realizada sirvió para preservar los huesos de los héroes y mantener vivo ese culto... un moderno Tzompantli se exhibió en los salones del Palacio Nacional, largas colas de interesados y curiosos vieron de frente los cuatro cráneos. Yo los pude ver durante tres o cuatro segundos pasando por el Paseo de la Reforma cuando fueron llevados a Chapultepec (30 de mayo 2010) y me emocioné. Una buena cantidad de ideas se me agolparon en esos breves, efímeros, segundos. Mis ojos no son azules, son negros, pero igual se llenaron de lágrimas, como los de él, hace 200 años. Aprendí una nueva palabra: quitinización, proceso aplicado, artificialmente, a la calavera de don Miguel "para detener la pulverización de la estructura interna de los huesos..." dijo uno de los especialistas que los trató, también se aplicó una remineralización.


Y, claro es, estamos en México y somos mexicanos y buscamos la tercera pata al gato y la encontramos: la tarjeta de Jacobo Dalevuelta contenida en esta urna que más que urna parece un libro de cantos gregorianos. La nota apareció apenas el día de hoy en El Universal, periódico en el que Dalevuelta escribió en los años veinte del siglo pasado. La fotografía pertenece al INAH y se publicó hoy en el citado diario. Se ha vuelto la nota del día, la pregunta es que: si se dijo que en 1921, cuando se conmemoró el Centenario de la Consumación, no hubo "oficialmente" una ceremonia de traslado de restos... como es posible que aparezca una tarjeta del periodista fechada, precisamente en esa fecha? Tiempos de Álvaro Obregón, por cierto.


El día de hoy se le rindió nuevamente tributo a don Miguel, don Miguel era de Guanajuato, (Pénjamo) yo soy también de Guanajuato (Salamanca), eso me llena de orgullo. Y el orgullo no es solamente mío, si consultamos los ceremoniales que el Ejército Mexicano tiene, encontramos que en el Reglamento Ceremonial Militar, Capítulo XXII, Artículo 103, se establecen los Honores Fúnebres de esta manera:

"El Ejército tributará honores fúnebres al C. Presidente de la República, a los militares que hayan muerto en servicio activo, en reserva, retirado o con licencia limitada, así como a los restos de los héroes de la Patria y a otras personalidades a quienes ordene se le tribute en su caso, la Secretaría de la Defensa Nacional".


Así pues, esta necrofilia, o como le gustes llamar, llegó a buen término. Los restos de los Benémetritos con Grado Heroico están una vez más en el sitio en donde deben de estar: la Columna de la Independencia, monumento que sin lugar a dudas es el más representativo de todo México, las ceremonias del Bicentenario llegan a su fin... Consumatum Est.


Yo, Benjamín Arredondo, mexicano, de 56 años, nacido en Salamanca, Guanajuato; avecindado temporalmente en Los Cabos, Baja California Sur, doy por concluido esta, mi aportación muy personal a la difusión de los hechos que, actualmente conocemos como la Ruta de Hidalgo, con estos 425 artículos lo único que pretendo es dar a conocer mi interés y curiosidad por saber lo que realmente pasó. La historia de Bronce o de Oro no va conmigo, la historia de la vida, sí.


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