lunes, 11 de julio de 2011

"El Panteón Nacional, una hermosa obra de arte".

Carlos María Bustamante en su Exhortación Patriótica escrita el 16 de septiembre de 1823, dice al final de la misma: "el gobierno, podrá cuando haya abundancia de dinero, construir otro monumento igual o mejor, dedicado a los muchos héroes, dignos de inmortalizar sus excelsos nombres". (1) La idea existía desde entonces y se pudo materializar ya comenzado el siglo XX, cuando don Porfirio Díaz decide construir el Panteón Nacional. Corresponderá al arquitecto mexicano Guillermo de Heredia hacer el diseño, fue el mismo Heredia quien diseñó, cabe mencionarlo, el Hemiciclo a Juárez. El proyecto quedó sólo en eso, El Mundo Ilustrado, la afamada revista de la sociedad del porfiriato, publicó el 1 de septiembre de 1907 lo siguiente:

"Saben nuestros lectores que entre las grandes obras materiales cuya inauguración se anuncia para el Primer Centenario de la Independencia de México, figura la que, desde hace cuatro años se lleva a cabo a espaldas del Hospital de San Hipólito, con el propósito de rendir tributo de gratitud imperecedera y de amor acendrado a los hijos más ilustres de la patria, muertos en defensa de sus derechos y su autonomía.

"El soberbio monumento que allí va a levantarse llevará el nombre de Panteón Nacional, quedando exclusivamente destinado a guardar los restos de aquellos que más han enaltecido el nombre de México. Hacia el fondo del terreno en el que ahora se encuentra el referido Hospital, constiruiráse una grandiosa plaza circular de ciento veinte metros de diámetro y a la cual podrá tenerse acceso por cuatro entradas: dos hacia las calles de Humboldt, una hacia el jardín Guerrero y otra hacia las calles de Zarco. La plaza está circulada de pórticos, levantándose en el centro un soberbio cenotafio de treinta metros de altura, sobre una amplia plataforma con cuatro escalinatas. Como remates del cenotafio irán una bellísima cúpula y cuatro grupos escultóricos representando la Independencia, la Reforma, la lucha contra la Intervención y el imperio, y la paz.

Interiormente el cenotafio estará decorado con magníficos bajorrelieves de mármol, que están siendo ya esculpidos, y en el centro se colocará una urna destinada a contener los restos de los caudillos de la Independencia, que ahora se hallan en el altar de San José en la Catedral Metropolitana.

"La gran cripta central, que constituye precisamente bajo el cenotafio, afectará la forma de una cruz griega, quedando la rotonda correspondiente en el centro. Las bóvedas serán planas y el estado de la arquitectura, dórico griego, sin pedestal. En los cruceros se instalarán algunas urnas destinadas a encerrar a aquellos restos que el gobierno o las Cámaras de la Unión juzguen convenientes, dominando en sus detalles el estilo dórico. En ellos, simulando lápidas de criptas, colocaránse de trecho en trecho placas de mármol con los nombres de los hombres ilustres fallecidos. La altura de los pórticos será de ocho metros y su anchura se limitará a seis, con el fin de que guarden las debidas proporciones con el monumento central y el efecto de perspectiva resulte provechoso al conjunto.

Los trabajos de construcción del Panteón Nacional, dirigidos por el notable arquitecto señor don Guillermo de Heredia , que es el autor del proyecto, se llevarán a cabo en lo sucesivo con tal rapidez como sea necesario para que la obra quede completamente terminada para 1910. A la fecha están casi concluidos por lo que se refiere a la cripta, a la plataforma sobre la cual descansará el cenotafio y el arranque de las columnas de éste. Los modelos en yeso de los grupos y figuras escultóricas que deben decorar el monumento central han sido ya terminados, y pronto, según nos informa, se pondrá mano a la obra de fundición.

"Para llevar a cabo en su totalidad el proyecto del señor arquitecto Heredia, urge demoler todo el actual edificio de San Hipólito y parte del Panteón de San Fernando y próximamente se darán los pasos necesarios con tal fin, acordando la translación a otro local de los asilados del hospital de dementes.

En el presente número ofrecemos a nuestros lectores algunas fotografías de los grupos escutóricos que rematarán el cenotafio, así como las obras de cantería que hasta hoy se han ejecutado. Con mayores datos, ofrecemos ocuparnos posteriormente del soberbio monumento con que la República trata de honrar la memoria de sus libertadores en el primer centenario de su emancipación política". (2)

Fuentes:

1.- Bustamante, Carlos María. Diario histórico de México. Primera Edición arreglada por Elías Amador. Tip. de la Escuela de Artes y Oficios de la Penitenciaría, a cargo de J. Ortega. Zacatecas, 1896.


2.- Moyssen, Xavier. La crítica de arte en México, 1896-1921. Instituto de Investigaciones Estéticas. UNAM. México, 1999.

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