Comento una vez más lo difícil que se ha vuelto el encontrar nuevos datos que pueda incluir en este blog que está dedicado, bien lo sabes, a los monumentos de la Ruta de Hidalgo, colocados durante el Sesquicentenario en 1960 para marcar el camino que siguió el cura Hidalgo con la información que en ese año en el que se conmemoraban los 150 años del inicio de la guerra de Indpendencia se contaba. La ruta fue luego corregida en ocasión del Bicentenario pues nuevas investigaciones dieron luz a ciertos tramos de los que no se tenía certeza, como el de Aculco, antes y después de la derrota del 7 de noviembre. El posterior a la otra derrota, la de Calderón, sigue cubierta con el halo del misterio, quizá para el próximo bicentenario, el de 2021, se logre aclarar el derrotero seguido. Pero no me he limitado a lo que es propiamente la ruta, hemos abundado en rescatar datos de la participación de la mujer en el movimiento así como de esa curiosa (¿o extraña?) filia que tenemos sobre los huesos y cenizas de los héroes. Además de curiosidades acontecidas durante la guerra.
Una fuente que de pronto nos da información es la llamada novela costumbrista, esas publicaciones tan socorridas en el siglo XIX en el que se ensalzaron grandemente las hazañas de los héroes, como en Gil Gómez el insurgente de Juan Díaz Covarrubias, o publicaciones de carácter autobiográfico como Con el cura Hidalgo en la guerra de Independencia de Pedro García. Hubo también diarios, como el de José Xavier Argomaniz; en todos ellos se abonan pasajes que nos ayudan a un mejor entendimiento de lo ocurrido a lo largo de los once años que duró el movimiento insurgente. Y lo que hoy nos ocupa es apenas un párrafo que extraigo de una novela, de las breves, que se escribieron en el siglo XIX. se trata de Chucho el Ninfo, nombre por demás curioso, como curiosa es su historia, y es allí en donde encuentro esto:
"El 16 de Setiembre del año de 1840, á eso de las siete de la noche, las calles de la Merced ostentaban mayor número de faroles en sus balcones y puertas, no precisamente porque en aquel día se celebrase el trigésimo aniversario de nuestra independencia, sino porque en ese mismo día había comenzado el novenario de Nuestra Señora de la Merced, y este acontecimiento solía entonces conmover más á los fieles que todas las glorias de la patria". (1)
Contundente es, sin lugar a dudas, lo que el autor del Ninfo, de seudónimo Facundo, eso que nos dice del glorioso XXX Aniversario. Hay que anotar que esa es una novela, no es una recapitulación de los hechos, pero esas novelas siempre se basaban en acontecimientos de la época.
Y cabe también aclarar que las fotos que acompañan a esta nota son de lo que pude ver del convento de la Merced hace poco más de un año que anduve por ahí.
Fuente:
1.- Facundo. Historia de Chucho el Ninfo. Ignacio Cumplido, editor e impresor. México, 1871. p.11
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