miércoles, 4 de noviembre de 2020

Culto a la memoria de los Héroes

Hablar de fiestas y héroes nacionales es referirse a dos elementos que surgieron desde el siglo xix en el proceso de invención de la “nación mexicana” después de que ésta se consolidó como sujeto de soberanía y fuente de legitimidad del Estado moderno. A partir de dicho momento surgieron las historias “nacionales” que en realidad son discursos ideológicamente constituidos para generar efectos de verdad que producen y reproducen la hegemonía de los grupos de poder (Alonso, 1988, pp. 33-57). Estas historias se reafirman con las celebraciones patrióticas entendidas como “tradiciones inventadas” que dotan de identidad a una colectividad y justifican relaciones de autoridad (la existencia de determinados gobiernos) a través del uso del pasado y la constante repetición para instaurar ciertos valores y normas para el presente.

   La conmemoración de distintas fechas es un acto deliberado, tanto en su selección como en su omisión. Cuando los miembros de una colectividad celebran juntos una fecha y se identifican con unos héroes que supuestamente son ejemplares, están haciendo suyo ese pasado conmemorado y logran sentirse parte de una misma comunidad. Esto provoca la confirmación de una identidad en común y la fidelidad hacia determinado grupo de poder que se abandera como el representante de ese pasado compartido y directriz del compromiso que tiene la comunidad con el presente. Estas historias se reafirman con las celebraciones patrióticas entendidas como “tradiciones inventadas” que dotan de identidad a una colectividad y justifican relaciones de autoridad (la existencia de determinados gobiernos) a través del uso del pasado y la constante repetición para instaurar ciertos valores y normas para el presente.


   La fiesta cívica y el culto por el héroe suelen estar relacionados, ya que ambos comparten los mismos objetivos, siendo la figura heroica una imagen mítica que se crea alrededor de algún personaje bajo intereses políticos. Estos héroes son una invención moderna surgida cuando la revolución francesa marcó el paso del héroe de antiguo régimen (el rey) al héroe popular o el ciudadano en armas. Suelen aparecer en crisis políticas, de valores o de identidad, y se difunden como modelo de virtudes, inteligencia, patriotismo o dirección. Los gobiernos impulsan el culto a los héroes, en cuanto que representan la ideología política del momento, lo cual los convierte en un eficaz instrumento de pedagogía cívica y legitimidad. (1)

   En el atrio de la Catedral Metropolitana se efectuó una ceremonia para conmemorar el aniversario de la muerte de Miguel Hidalgo y Costilla. Fue presidida por el ministro de Guerra Álvaro Obregón y la nieta del héroe. La ceremonia terminó cuando los presentes se dirigieron al interior de la Catedral rumbo al altar donde reposaban los restos de Hidalgo para dejar ofrendas florales. Parece ser que esta ceremonia se realizó en 1916. Las tres imágenes anteriores corresponden a 1924, cuando era presidente de la República.

Fuente:

González Salinas, Fabián. Fiesta cívica y culto al “Padre de la Patria” en el estado revolucionario, 1910-1940. Secuencia, Revista del Instituto Mora, 2015. Lo puedes leer completo aquí.

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