martes, 22 de mayo de 2018

1680, la rebelión de Popé en el Nuevo México.

  Pensando que en el silgo XVII el territorio conocido como Nuevo México formaba parte de la Nueva España, será interesante incluir entre los alzados y alzamientos anteriores al grito de Hidalgo al líder del pueblo Tewa, Popé o Po'pay:

  "La rebelión o revuelta de los indios, o rebelión de Popé de 1680 fue una rebelión de gran parte de los indios pueblo bajo el mando del caudillo Popé contra los españoles, colonizadores en la provincia de Santa Fe de Nuevo México, en el actual estado estadounidense de Nuevo México.​ La rebelión se cobró la vida de 400 españoles y obligó al abandono de sus casas, tierras y posesiones a más de 2.000 colonos. Doce años más tarde los españoles regresaron y fueron capaces de re-asentarse en Nuevo México con leve oposición". (Wikipedia)

lunes, 7 de mayo de 2018

Salamanca, escenario de incontables enfrentamientos durante la guerra de Independencia

  La parte norte del municipio de Salamanca y, en general todo el territorio municipal fue escenario de los enfrentamientos de realistas e insurgentes. En el siguiente documento veremos que la hacienda de Temascatío, propiedad de la familia Bustamante de Guanajuato, había sido seleccionado como centro de operaciones. Se mencionan otras haciendas de la región, próximas a ella, como la de San José de Mendoza, hacia el oriente de Temascatío y la de Santa Anna de Cruces al sur-oriente. La falda de la sierra que se menciona en el parte es la de Codornices.

Oficio del Señor Coronel y comandante general Don Antonio Linares.

Excelentísimo Señor:


Manifestándome el teniente coronel graduado del regimiento del Príncipe, don Esuebio Moreno en el adjunto parte los felices resultados que se están logrando con los nuevos destacamentos y correrías incesantes  que hacen las tropas en debido cumplimiento de las inviolables órdenes de V.E., tengo la satisfacción de dirigirlo original a las superiores manos de V.E. para su debido conocimiento. 

Manifiesta dicho jefe sus correrías continuas con bastante fruto, y lo que es más se va observando en todas las gentes de los pueblos y haciendas bastante entusiasmo para defenderse de los restos de la canalla revolucionaria y dar prueba a favor de la inocente causa del Rey nuestro Señor.

En estas circunstancias llevando delante el justificado sistema de V.E. quisiera que mereciese la superior aprobación de V.E., que el Señor coronel D. Anastacio Bustamante se colocase en el pueblo de S. Juan de la Vega con solo 200 Dragones del regimiento de S. Luis, cuya fuerza es más que suficiente para que en combinación con las tropas de Querétaro coadyuve al exterminio de las gavillas de Jalapa y facilite la apertura del camino de Celaya hasta San Miguel el Grande con el auxilio del destacamento de Chamacuero que está al tránsito de aquella villa. De este modo lograré que esta hermosa partida se empleé en objeto que la merezca, pues en el día hallándose la jurisdicción del Valle de Santiago con el gran apoyo de las tropas de Puruándiro y los nuevos destacamentos de Pantoja y Pueblo Nuevo, solo resta la organización de sus haciendas que se puede lograr con ahorro de mucha tropa comenzando  por las principales o por aquellas que por sí solas pueden defenderse con solo que se les auxilie con alguna tropa por término corto que necesiten para fortificarse.

  Bajo este principio he organizado la hacienda de Temascatío donde he reunido más de mil familias, y bien pronto organizaré la de Cruces y Mendoza con la misma tropa, tanto porque estoy de acuerdo con el dueño de ella como porque logra también los auxilios de Temascatío.

  Todo lo que siendo dirigido a establecer una línea impenetrable a la falda de la sierra para colocar dentro de ella todas las familias que se hallan por la parte de arriba como la justificación de V.E. me tiene prevenido, espero de su notoria previsión se sirva aprobármelo, pues de este modo sin causar extorsiones ni vejaciones como lo exige la causa pública y lo desea el infatigable celo de V.E. caminaré rápidamente a la deseada paz. Sin que hacienda ni rancho alguno no quede alarmado, y en la actitud debida de que son todos verdaderos defensores de la quietud pública y de los derechos inconclusos de nuestro amado Soberano.

  Dios guarde a V.E. muchos años. Salamanca, octubre 15 de 1819. -Excmo. Sr. Antonio de Linares. -Excmo. Sr. Virrey Conde del Venadito.

Fuente:

Gaceta del Gobierno de México. Del sábado 6 de noviembre de 1819. México. Tomo X, No. 150, pp. 1167-1168.