Hace cuatro años, cuando queríamos estar imbuidos en los eventos previos a la ceremonia principal del Bicentenario, algo que se habló, discutió, y se volvió a decir fue aquello de la autenticidad de los restos de los héroes que, por cuarta, quinta o sexta vez, eran exhumados y analizados para determinar a quién correspondían cada uno de los huesos que estaban depositados en la cripta del Altar de los Reyes en la Catedral Metropolitana, se dice que los huesos se revolvieron con los del que erróneamente pensamos fue el último virrey de Nueva España: Juan de O'Donojú. "Aunque es relativamente común que algunas fuentes lo señalen como el último virrey de la Nueva España, lo cierto es que Juan O´Donojú nunca ocupó dicho cargo. En cambio sí fue el último Jefe político superior de la provincia de Nueva España que fue nombrado por las autoridades de Madrid". (Wikipedia)
La fotografía corresponde al año de 1895, cuando se hizo la exhumación, luego de que un periodista denunciara las condiciones en que estaban esos restos y la revoltura que de los mismos había, fue así como salieron todos los huesos, con los recursos de la época se clasificaron pero quedó la duda, si había allí alguno que correspondía al cuerpo de O'donojú.
Y fue así, como lo apreciamos en la gráfica de 1895, que se dispusieron los restos: 5 cráneos... ¿5? ¿de quién era el quinto?
Luego de una "brillante" ceremonia en la que asistió Porfirio Díaz, los restos fueron depositados en la Capilla de San José, de la propia Catedral, hasta que de allí fueron trasladados a la Columna de la Independencia, cosa que ocurriría años más tarde.
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