sábado, 3 de abril de 2010

Los festejos del Sesquicentenario del inicio de la guerra de Independencia de México.

Somos un pueblo festivo, si en 1860 no hubo celebración alguna por los cincuenta años del inicio de la Independencia, era por la gran inestabilidad que reinaba en México, las Leyes de Reforma apenas se habían promulgado, la instalación del Segundo Imperio estaba gestándose, tiempo no hubo para celebración alguna. En cambio para 1910 es don Porfirio Díaz quién decreta la necesidad de celebrar a lo largo del país las Fiestas del Centenario, para ese entonces él, ya había instaurado oficialmente la fecha del 15 de septiembre de festejo patrio, conocido como “El Grito”, en realidad él celebraba su cumpleaños.


Es para 1960 que estando en el poder, don Adolfo López Mateos encabeza las celebraciones del Sesquicentenario, los 150 años del inicio de la Independencia, lo hace de una manera singular, apoyado en su Secretario de Educación, don Jaime Torres Bodet, determina que serán creados 260 monumentos, llamados Estelas, coronados con una Cabeza de Águila, que marcarán la ruta seguida por don Miguel Hidalgo, para tal fin el proyecto es desarrollado por el artista originario de Silao, Guanajuato, Tomás Chávez Morado concibe un águila con la fiereza, energía y pureza necesaria para indicarnos el camino que el Padre de la Patria siguió en la lucha libertadora.


Es en el Segundo Informe de Gobierno del Lic. Don Adolfo López Mateos, el 1 de Septiembre de 1960 que lo anuncia de esta manera: “Los programas de historia y de civismo han incluido unidades especiales de trabajo sobre la Independencia y la Revolución. El próximo día 16, los escolares de 260 comunidades asistirán a las ceremonias de instalación de las 260 estelas erguidas para señalar la ruta seguida por Don Miguel Hidalgo, desde Dolores hasta Chihuahua.”


Don Adolfo López Mateos llega a Guanajuato, en Dolores encabeza la Ceremonia del Grito, inaugura el monumento al los iniciadores de la Independencia, el diseñado por el Arquitecto Carlos Obregón Santacilia, otro distinguido guanajuatense, oriundo de San Diego de la Unión, en el norte del estado. Más obras son puestas en servicio, pero, ¿cuál era la vida en México en esa época? Considerando que solo éramos 35 millones los que poblábamos el país, la vida era otra. Tranquila, digna, seguramente con muchas carencias. Las carreteras no eran de la calidad actual, sin embargo la vida se daba y en abundancia, pues, siendo un tercio de la población actual, si de algo podríamos presumir entonces era de la abundancia de recursos. Fue en esa época cuando la tuberculosis y poliomielitis se controló, cuando la energía eléctrica se nacionalizó. Era cuando gozábamos de los estrenos en la pantalla grande. Era, en pocas palabras, cuando en México había valores, civismo y respeto.


Esto que vemos era la vida cotidiana de México en 1960, las fotos fueron tomadas de la Hemeroteca del Sol del Bajío, en Celaya, Guanajuato, en donde gentilmente aceptaron a que las hiciera, cosa que agradezco enormemente.









2 comentarios:

  1. Veo ue hablas mucho de las estelas, y fijate ue aqui en celaya he bucado l estel que marque el paso de D. Miguel Hidalgo y por mas que la busco no paarece, tu tendras informacion sobre ella? no es encesario que publiques el comentario, solo que a partir de que hablaste de ellas me entro al curiosidad por conocer sobre ellas y las he visto en Dolores, san miguel, comonfort, vale decir que esta ultima muy descuidada, pero la de celaya ni sus luces

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  2. Estimado Leyendero:

    Publico tu comentario porque no encuentro el correo a donde te pueda contestar directamente.

    El caso de Celaya es triste, siendo que fue un punto importantísimo en los primeros días de la guerra de Independencia, la Cabeza de Aguila debería estar en su lugar y no es así. Si te vas al post relacionado a Celaya, la cabeza número 8, si mal no recuerdo, verás que lo único que queda de esa estela es una placa de algún material parecido al mármol, verde oscuro, creo que es. La estela estuvo colocada en el Templo de San Antonio, justo a un lado del monumento que se levantó hace más de un siglo y que recuerda el paso de Hidalgo por ahí.

    Tengo entendido que hubo un accidente, un choque y nunca más lo volvieron a levantar.

    La otra cosa lamentable es que la antigua posada de Guadalupe, donde está ahora un Woolworth, lugar donde se hospedara el cura, de su placa alusiva al acontecimiento no queda mucho, no es que la hayan quitado sino que el anuncio de Telcel cada vez lo levantan más y practicamente es ilegilbe la placa.... y ni que decir de las condiciones del puente de Tresguerras, que si bien no fue usado por el contingente insurgente (y vaya que estaba practicamente de estren en 1810, con grafitis como que es la clara muestra del desinterés sobre los lugares históricos de Celaya.

    Saludos

    Saludos

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