Si has visitado la ciudad de México seguramente has visto, al pasar por Insurgentes norte la que fuera Torre Banobras que también se llamó Torre Emblema y Torre Independencia. Banobras porque el proyecto de urbanización Nonoalco-Tlatelolco fue financiado por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos y en ese lugar estuvieron sus oficinas. Emblema porque se convirtió en el emblema de Tlatelolco y lo de Independencia es debido a que se levantó durante el tiempo en que se estaba comenzando a celebrar el Sesquicentenario de la Independencia.
Seguro es que lo más conocido de Tlatelolco es la Plaza de las Tres Culturas, más que por el contraste de construcciones que le dan su nombre, al ver en un solo espacio vestigios prehispánicos, un templo católico de los más primitivos que sobreviven en México y una moderna torre diseñada por el célebre Ramírez Vázquez; por lo sucedido allí en 1968.
Y ocurrió que, luego del Sesquicentenario, en 1962, el gobierno belga, encabezado por el rey Balduino, regala a la ciudad de México un carrillón que fue colocado justo en la parte alta de la emblemática torre de Banobras y una de las campanas, fundidas allá en Europa, tiene el nombre de Hidalgo, creo es la principal de las 47 que forman el carrillón.
Las campanas no fueron hechas en Bélgica, sino en Holanda, pues la compañía, tradicional por demás, que fabrica los carrillones desde 1660 fue la de Petit & Fritsen. Luego el edificio fue cerrado, prácticamente abandonado, puesto a la venta, adquirido por una inmobiliaria norteamericana y ahora se le conoce como Corporativo Tlatelolco (creo), el carrillón recuperado y puesto en funcionamiento nuevamente según leí en algunas crónicas.
Para leer más al respecto, entra aquí. Excélsior publicó un interesante artículo sobre la Torre, lo puedes ver aquí. Otro interesante artículo sobre la obra, está aquí.
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