Seguimos sorprendiéndonos con lo que vamos encontrando, pensé el tema estaría agotado pero no es así, llego, casi que por casualidad al álbum fotográfico de un paisano que en su visita a Nocupétaro y ese reencuentro con sus raíces, nos va deleitando con una serie de gráficas de la vida cotidiana del lugar y, de pronto, aparece una que es por demás singular: el monumento que a primera vista se antoja ser un homenaje a la madre, como en tantos pueblos de México hay, pero no es así, se trata de una mujer muy especial y de un niño, su hijo, que ocupa varias páginas en la historia nacional. Se trata del monumento a Brígida Almonte, y el pequeño que va de su mano es, ni más ni menos que Juan Nepomuceno Almonte, héroe y villano a la vez.
Brígida Almonte fue la esposa de José María y Morelos, esposa no consignada en libros parroquiales por evidentes razones, tampoco pasó como una barragana, y que Morelos mantuvo en el recuerdo pues, a pesar de que murió durante el parto, él la siguió anotando como viva en los padrones de la feligresía de Nocupétaro en el curato de Carácuaro.
El otro monumento está en Erongarícuaro, se trata de la heroína local, María Luisa Martínez, de ella, más abajo podrás leer algo de su historia.
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