


Nueve leguas separan a León de Silao, la cual sería la última escala del macabro envío. En Silao las cabezas de los caudillos estuvieron la noche del 13 de octubre. Se desconoce también el lugar donde hayan sido exhibidas las cabezas. A este punto me pregunto si esas cabezas eran sacadas de sus contenedores o, si en caso de que fueran una especie de vitroleros, dando crédito a que iban en vinagre y sal, eran esos contenedores los que formaban parte de la repugnante exhibición ordenada por Calleja. Desafortunadamente no he logrado encontrar más datos, aunque mucho me temo que este pasaje no ha sido estudiado del todo. Esperemos que, cuando estos últimos artículos que he publicado motiven a los aficionados a la historia de la región por donde pasó esto que hemos determinado en denominar "el macabro envío" nos vayan dando luz de datos que corroboren lo sucedido entre Chihuahua y Guanajuato, a lo largo del Camino Real de Tierra Adentro, entre agosto y octubre de 1811.
Con esta fotografía, una auténtica obra de arte, captada por la lente del silaoense Romualdo García, solo anotamos que luego de la exhibición de la cabeza de Hidalgo en Silao el día 13 de octubre de 1811, a la mañana siguiente salieron rumbo a Guanajuato, distante tan solo 5 leguas. La idea de Calleja de recibir el mismo las cabezas y exhibirlas como trofeo justo al cumplirse el primer año de la sangrienta toma de Granaditas, el 28 de septiembre, no pudo realizarse, los motivos los hemos mencionado ya: la presencia de Albino García en los Altos de Jalisco.
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