
"25 de diciembre de 1790.-
Dan principio en esta fecha con regia pompa las festividades de la procalamación de Carlos IV en la ciudad de Guanajuato. La tantas veces citada Gaceta de México (T 4, pg.313) hace de esta gran solemnidad una pormenorizada descripción que dice así textualmente:
"Levantose por la N.C. en la Plaza Mayor un suntuoso tablado, formando de perspectivas con arreglos de arquitectura moderna, cuyo piso cubrían exquisitas alfombras turquescas, adornados de muchos trofeos, geroglíficos y poesías latinas y castellanas alusivas y propias de soberano objeto a que se dedicaban dando lugar en los intercolumnios, centro y fachada a un precioso juego de espejos, pantallas y cornucopias de cristal con marcos de plata. Ocupaban el lugar principal, de sobresaliente pintura y bajo de majestuoso dosel de terciopelo carmesí galoneado de plata, los retratos de nuestros Augustos Soberanos: en los correspondientes sitios quatro bellas estatuas doradas de cuerpo entero, que, representando las Virtudes Cardinales, hacían un mundo panegírico de las que adornan a SS. MM., remataba ese hermoso monumento de la gratitud y amor, con un bien dispuesto balcón, y en él colocada con una Vandera con los escudos de las Armas Reales, y las que ennoblecen a esta N.C.
"El tercer tablado se dispuso con semejante magnificencia a esmero del arte, en los balcones principales de las Casas del Cabildo adornándoles de hermosos cortinage carmesí, y de multitud de flámulas, gallardetes y vanderas las azoteas y almenas. Cubrían las puertas, ventanas, antepechos y piezas de dichas Casas muchos Escudos de Armas Reales y de la Santa Fe, como peculiares de la Ciudad, de excelente pintura sobresaliendo la ante sala y sala Capitular por la simetría, buen órden y disposición con que se adornaron en todas sus partes, estando pendientes del friso de sus paredes los Retratos de los Señores Reyes inmediatos predecesores del presente, comenzando desde su Augusto Abuelo el Señor Don Felipe V.
"Dispuesto todo lo dicho, dirigidos todos los villetes de convite a todas las personas y clases distinguidas de esta ciudad y foráneas, y adornadas con el esmero y lucimiento posible a cada vecino, las casas todas de la carrera, a las tres de la tarde del 27 (por no haberse podido concluir lo proyectado para el día asignado) se congregó el Ilustre Cuerpo de Regidores y acompañamiento al frente y puertas de las Casas de su Ayuntamiento, y los quatro Reyes de Armas lucidamente vestidos de ceremonia con los Mazeros, y guiando la Música de timbales y clarines, pasaron ala Casa del Señor Marqués de San Juan de Rayas, don Joseph Mariano de Sardaneta y Legaspi, Alferez mayor, para conducirle a tomar el Real Pendón. Practicada esta ceremonia en la Sala Capitular con las formalidades de estilo por el expresado Señor Intendente Corregidor, inmediatamente se formó el paseo en esta forma: Abrían la marcha los timbales y clarines con un piquete de caballería de la legión Mixta Provincial del Príncipe, con espada en la mano, y a su continuación la música del Gobierno Político, compuesta también de timbales y clarines, chirimías y tambores con ropages encarandos, Ministros y Alguaciles de Justicia, todos a caballo. Seguían los Caballeros Militares y Políticos en la misma forma, y excediéndose unos a otros de los caballos, y libreas de los Lacayos y lo terminaban los expresados Señores Intendentes y Alférez Real.
Terminose este acto con arrojarles al Pueblo cantidad de monedas de oro, plata y de cobre que se habían acuñado con este designio y volviéndose a ordenar la ilustre comitiva, se procedió al segundo acto de la proclamación en el tablado de la plazuela de San Pedro Alcántara, habiéndolos recibido el distinguido Cuerpo de la Minería representado por sus Diputados y Electores quienes a su tiempo con igualdad de generosidad y júvilo arrojaron al alborozado concurso número excesivo de Monedas que para este efecto mandaron acuñar por su parte, de los mismos metales, con el busto de S.M. y figuras características del noble Cuerpo que las dedicaba y las palanganas de plata que las contenían; cuya resulta fue la repetición de los generales víctores y aclamaciones.
"Ordenado de nuevo el paseo, y habiendo llegado a las Casas Capitulares, se celebró en su magnífico tablado el tercer acto con la misma solemnidad y pompa que en los otros, volviéndose a arrojar al pueblo cantidad de Monedas en que estaba grabada en el anverso el retrato del Monarca, y por el reverso las Armas de la Ciudad y terminando el acto repitiéndose los vivas y aclamaciones, quedó allí expuesto el Real Pendón por tres días consecutivos con la correspondiente guardia, y por las noches con la seria iluminación de trescientas achas de cera, que repartidas con bella simetría entre la multitud de candilejas que adornaba toda la fachada, presentaban un golpe de luz tan extraordinario que emulaba las claridades del día.
"Desde las mismas Casas Reales y con todo igual orden acompañando el Ayuntamiento y toda la comitiva al Señor Marquéz Alférez Real, se dirigieron a su casa a las seis de la tarde, donde se les sirvió un expléndido general refresco, con tanta variedad de helados, frutas, masas, y composición de exquisitas flores, que dio que dio de admirar aun a los sugetos del más delicado gusto y para mejor perpetuar la memoria de tan plausible día, distribuyó a los concurrentes muchas medallas de oro, plata y cobre de las que por su parte se acuñaron con el busto del Rey y las armas de su nobiliario de las que a su tiempo se dirigieron a SS. MM. Real Familia y ministerio correspondientes juegos acomodados en caxitas de madera forradas en terciopelo y adornadas de exquisitos broches de plata y oro.
"En la noche de este día y los dos siguientes se dejaron ver iluminados a competencia los tres tablados con mucha cera, candilejas y raras inventivas de colores y combustibles agradables al olfato, y de la misma suerte los balcones, azoteas y muchas fachadas de las casas de toda la Ciudad, dejando libres las calles para el más fácil tránsito del numeroso gentío que las paseaba, atraído de su hermosura y de los varios golpes de música que los regocijaba. Señalose entre otras la casa del Señor Conde de Valenciana así por su completa iluminación, ricos adornos y general orquesta de instrumentos con que quiso manifestar su inmenso júvilo por la exaltación al trono de nuestro Soberano, como también por haber erigido en la calle de ella un magnífico arco triunfal de orden compuesto y excelente pintura, adornado de varios gerogíficos y símbolos alusivos al soberano objeto a quien se dedicaba.
El día 28 se celebró la función de Iglesia en la del Colegio que fue de la Compañía, por ofrecer la extensión correspondiente al crecido número de personas que debían concurrir a tributar a Dio sus regios votos. Para este efecto se hizo adornar a todo costo, e iluminar completamente, se previno la música más selecta, y se encomendó el Sermón al R. P. Presentado Fr. Joseph Villarobles, del Orden de N.S. de la Merced, sugeto de conocida literatura. Todo se desempeñó con magnificencia y esplendor, repitiéndose a las horas acostubradas los repiques y descargas de una compañía de Granaderos. Terminose la función cantandose el Te Deu, e inmediatamente, se regresó el ilustre Ayuntamiento a su Sala Capitular, donde recibiéndose por su orden al V. Clero, Prelados de Comunidades, Oficialidad, Administradores de Rentas Reales, Diputados de Minería, y demás sujetos de distinción, se les sirvió otro exquisito general refresco, en que, como en todo lo demás, hicieron ver su actividad, esmero y fino gusto los dos Comisionados del mismo Ayuntamiento, D. Josph Hernández Chico y D. Pedro de la Riva.
En los dos días siguientes se celebraron en la misma iglesia y con magnificencia en todo semejante a la expresada, otras dos funciones de misa y sermón, la primera para repetir a Dios las debidas gracias el noble distinguido cuerpo de la minería y la segunda para tributarlas por su parte la ilustre casa del Señor Conde de Valenciana. Desempeñaron los sermones el R.P. Mtro. Joseph Ausina del Orden de los Predicadores, y el Dr. D. Joseph García Diego y terminadas se sirvieron en la misma Sala Capitular otros refrescos igualmente abundantes y exquisitos a todos los convidados.
En la noche de estos días la misma Casa del Señor Conde de Valenciana otra singular demostración de su lealtad y amor hacia nuestros soberanos, mandando exponer a la expectación del alborozado pueblo diferentes árboles de fuego de raras invenciones y perspectivas, como lo habían ejecutado en las dos anteriores la N.C. y el cuerpo de Minería con semejantes árboles, voladores de extraordinaria magnitud, y otros artificiales fuegos.
Celebradas estas funciones con el orden, explendor y magnificencia expresados, se siguieron los gremios de artesanos, cada cual en una tarde a manifestar el júvilo que les ocupaba. Dieron principio el día 28 unidos y bien formados desde la calzada de Ntra. Sra. de Guanaxuato los albañiles y carpinteros montados a caballo y ricamente vestidos, con los adornos, divisas y lacayos de librea correspondientes a las reales personas que representaban. Seguianse una danza de jovenes vestidos a lo volantín y luego un carro triunfal que encerraba varias Ninfas y Tritones, adornado con varias alegorías y geroglíficos.
El día 3 comenzó la primera corrida de toros en la plaza de San Diego, que continuaron hasta el día 12, chulos y toreros de a pie y de a caballo, que de todas partes concurrieron por haberse anunciado con anticipación las fiestas: hiciéronse estas más plausibles por la variedad de diversiones que se interpolaban con las lides: se mataron ciento ochenta toros, que se distribuyeron a las cárceles, Comunidades Mendicantes, y otras personas pobres: el adorno y compostura de la Plaza en Pinturas y cortinaje, fue singular, y no menos su iluminación por las noches, en que también se daba música hasta las diez: siendo sobre todo digno de admiración ver el innumerable gentío de a pie y a caballo que concurría todas las mañanas a la introducción del ganado, que conducía con muchos clarines, chirimías caxcas y timbales.
En los días festivos, que no se pudieron lidiar toros, el Señor Intendente interino por su parte, y el Sr. Comisionado D. Joseph Hernández Chico por la suya, hicieron fijar avisos para que todos los pobres mendigos de la ciudad y forasteros ocurrieran al medio día al Convento de Religiosos del Orden Belemítico para que se les ministrase a cada uno competente ración de carne y pan, lo que se verificó abundantemente a expensas de cada uno, y lo mismo lograron los pobres de las cárceles y mujeres recogidas, en obsequio de SS. MM.
Todas las noches de estas funciones se representaron en el Teatro del Coliseo diferentes Comedias, Sainetes y otras piezas selectas propias de tal objeto, y con el mismo fin se tuvo un suntuoso bayle en el Salón de las Casas Capitulares a que ocurrió multitud de Caballeros y Damas de la Ciudad y de fuera, ricamente vestidas, sirviéndose a todos un expléndido, costoso y exquisito refresco de variedad de bebidas y pasas adornadas de exquisitas flores, y por remate una cena tan delicada y opulenta, que se hizo digna de admiración de todos con lo que duró la diversión hasta el amanecer del día siguiente.
Las comunidades religiosas hicieron respectivamente sus solemnes funciones de gracias con Te Deum con el mismo plausible motivo asistiendo a todas la Nobleza, Oficialidad, Venerable Clero, y el Ilustre Ayuntamiento; y para perpetua memoria de tan heróicos, brillantes y memorables actos de esta N.C. hizo levantar una columna; con base correspondiente orlada de una faxa de relieve que dice Viva Carlos Cuarto con inscripciones Castellanas y Latinas indicativas de tan regio monumento, el que remata con la estatua pedestre del Monarca.
No tardaría en llegar a Guanajuato la noticia de que había restallado una Revolución en Francia...
Nota: los dibujos que aparecen en las imagenes, corresponden a las monedas que se arrojaron en durante la proclamación de Carlos IV y van acomodados en el orden en que se va relatando como fue que se fueron arrojando en cada una de las plazas.
Fuente:
Marmolejo, Lucio. Efemérides Guanajuatenses. Imprenta del Colegio de Artes y Oficios. Guanajuato, 1883.
No hay comentarios:
Publicar un comentario