jueves, 20 de enero de 2011

“La Insurgentita” curioso personaje de la Insurrección. La sociedad secreta de Los Guadalupes

Siguiendo en el tema de la participación de la mujer en la guerra por la Independencia llegamos al punto de conocer un poco sobre la denominada “Sociedad Secreta” que se formó con la intención de difundir las ideas emancipadoras en distintos puntos de la Nueva España. El concepto de ruralidad del movimiento insurgente que interpreta el historiador Gayol nos introduce a entender la importancia de Los Guadalupes: “Al analizar de esta manera la conformación de la sociedad secreta de Los Guadalupes, sus bases sociales y su amplitud y flexibilidad de acción, Guedea aporta elementos y matices muy importantes para el debate de una extendida interpretación de la guerra de Independencia que ha considerado a las ciudades como islas pacíficas en medio de la tormenta de la insurrección rural”. (1)

Son varias las mujeres que participaron junto a Los Guadalupes, la mayoría llevando y trayendo información, fungían, especialmente como correos. Difundir el mensaje les llevó a publicar, aun en forma rudimentaria, panfletos y periódicos y leemos, generando con esto curiosas anécdotas como esta: “No obstante, las señoras de Raz Guzmán y Del Río aceptaron el desafío: separadamente salieron en coche, una con la caja de los tipos y la otra con la prensa. Las distinguidas damas lograron atravesar la zona española, y nadie se percató de que bajo las enormes vestimentas y lujosas tapicerías viajaba el instrumento que ganaría más adeptos a la causa criolla”. (2)

En el listado de mujeres que participaron en la sociedad secreta de Los Guadalupes encontramos, entre otras, a las siguientes:

01.- Bustos, Gertrudis
02.- Ganancia, Ma. Camila
03.- García, Ma. Ignacia.
04.- García Villaseñor, Manuela.
05.- García Villaseñor, Mariana.
06.- Garza Falcón, Ma. Loreto.
07.- Garza Falcón, Ma. Vicenta.
08.- Gómez de Pedroso, Concepción.
09.- Montes de Oca, Josefa
10.- Orellana y Pozo, Luisa de
11.- Peña, Antonia
12.- Raz y Guzmán, Señora de
13.- Riva, Catarina.
14.- Sánchez, Manuela
15.- Villasana, Ana de
16.- Zerralde, Gertrudis

Un caso curioso es el de la llamada “Insurgentita”, Gertrudis Bustos: “…los que siguieron también en comunicación con Carlos Ma. Bustamante, como se puede ver por el resumen que aparece en el “Prontuario de Causas de los Insurgentes” de la carta que a éste dirigiera Diego Manila el 1 de septiembre de 1814. Por el “Prontuario” también se puede ver que Bustamante recibió dos cartas firmadas por Onofre, ambas del 12 de agosto de ese año. En la primera se informa de haber dado 50 pesos al hermano del remitente y que “el general” –que supongo se trataba de Morelos- había encargado una imprenta, la que el autor de la carta confiaba conseguir y un sombrero montado. Le remitía varios objetos y le informaba que “la Insurgentita” no había podido escribir una nota al margen del propio Bustamante aclara que “Esta carta es del marqués de Rayas a mi me llamaba Onofre y Crespo”. También aclara que los objetos remitidos se los había entregado Juan Bautista Lobo y que “…la Insurgentita era da. Gertrudis Bustos, cuñada del marqués de Rayas”. Es esta la única mención que he encontrado sobre la correspondencia mantenida por “La Insurgentita”. (3)

Fue en abril de 1811 que Los Guadalupes comenzaron su plan de acción, mismo que logró mantenerse luego del fusilamiento de los caudillos en Chihuahua. “Los informes de la sociedad eran con frecuencia redactados por varios de los miembros, y daban así noticias muy diversas, procedentes de diferentes lugares. Cuando Morelos llegó a ser la primera figura de la lucha insurgente, los Guadalupes le dirigieron una carta ofreciéndoles sus servicios. La sociedad utilizaba, para hacer llegar su correspondencia, mensajeros y correos de reconocida lealtad, auxiliados por una cadena de simpatizantes, y llevaban las cartas ocultas en las suelas de los zapatos; a veces también tenían que hacer llegar periódicos como el Diario de México, las Gacetas, El Pensador Mexicano, El Juguetillo, El Español de Londres, Diarios de las Cortes de España, etc. Cuando tenían que enviar tipos de imprenta y hasta la imprenta misma, se valían de distintos subterfugios, ocultando las piezas en los arneses de los carruajes, en cargas de carbón y otros modos inteligentes para despistar al enemigo realista”. (4)

Las ideas de patriotismo de los miembros de la sociedad secreta siguieron firmes aun luego de la muerte de Morelos más adelante, al llegar Javier Mina al territorio de la ya decadente Nueva España Los Guadalupes adquirieron un nuevo aire. “Las derrotas sufridas por los insurgentes a partir de 1814, dieron oportunidad al virrey Calleja para perseguir implacablemente a los Guadalupes, “diabólica junta”, como los llamaba. Al ser fusilado Morelos en diciembre 22 de 1815, en San Cristóbal Ecatepec, la insurgencia quedó sin cabeza, acéfala, y la actividad de la sociedad disminuyó considerablemente; pero en 1817, con la entrada al país del navarro Francisco Javier Mina en la reactivación de la lucha insurgente, volvió a incrementarse el poder de los Guadalupes con la vigorización de la masonería (traída a nuestro país con Cabarrús, capitán de los dragones reales, casi 40 años antes). (5)

Fuentes:

1.- Gayol, Víctor. Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México. UNAM, Mèxico. Volumen 19, Documento 250
http://www.iih.unam.mx/moderna/ehmc/ehmc19/250.html

2.- Selecciones.com
http://mx.selecciones.com/contenido/a2438_la-sociedad-de-los-guadalupes

3.- Guedea, Virginia. En busca de un gobierno alterno: Los Guadalupes de México. UNAM. México, 1992

4 y 5.- Padre Nacho. Artículo en Milenio, 11 diciembre 2009. Los Guadalupes como sociedad secreta.
http://impreso.milenio.com/node/8686930#

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