A lo largo de este recorrido que venimos haciendo en el año del Bicentenario, recordando que para Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, Coahuila, Durango y Zacatecas, sitios del paso de Hidalgo, este 2011 es su año del Bicentenario; nos hemos dado a la tarea de investigar en todos los medios posibles sobre la participación de la mujer en el movimiento de insurrección. De ellas veremos hoy el caso de mujeres privilegiadas, las de las altas esferas sociales. Las Fresa, diríamos hoy en nuestros días… lo digo con respeto. De María Josefa Crescencia y Ortiz Téllez Girón de Domínguez , “la Corregidora”, se ha escrito mucho; al igual que de María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador y de Quintana Roo, también tenemos una mejor semblanza. Mariana Rodríguez del Toro Lazarín y Lazo de la Vega, así como de otra Rodríguez, “la Güera” cuyo nombre fue María Ignacia Rodríguez de Velasco y Osorio Barba incluso se han novelado sus vidas.
A ellas debemos agregar a la señorita Avilés, la que acompañaba a don José Manuel de Herrera y a José Mariano Magún, personajes que participaron en el último año del movimiento insurgente, ya para la consumación pues eran quienes publicaban el diario El Mejicano Independiente en Tlacotepec, Veracruz. (1) La lista continúa con doña María Catalina Gómez de Larrondo, de Acámbaro, personaje de crucial importancia que fue el motivo por el cual Hidalgo tomara más fuerza ideológica al inicio del levantamiento al ella ayudar a la captura de los realistas conde de Rul y García Conde. Margarita Peimbert y Petra Teruel de Velasco quienes, entre otras damas acomodadas de la ciudad de México participaban activamente en el movimiento denominado Los Guadalupes. A la lista agregaremos dos damas más, esta vez del reino de la Nueva Galicia, quienes imbuidas en el espíritu patrio colaboraron con el movimiento Insurgente.
“Apoyado en una carta fechada el 21 de octubre de 1811, les quiero presentar en principio a 2 mujeres que debieron ser muy atractivas físicamente, pero sobre todo, coquetillas, sensuales, inteligentes y graciosas. Se trata de Gertrudis Medrano y Teresa Polanco, originarias de la ciudad de Guadalajara, una de las más importantes urbes de la Nueva España de principios del siglo XIX. Pertenecieron a familias acomodadas, educadas y bien vestidas, a la moda del momento. Criollas por naturaleza, bien identificadas con sus tierras y con gran conciencia histórica. Informadas de lo que sucederá en el terreno político y de los levantamientos de Miguel Hidalgo y Costilla así como de las diversas conspiraciones en el territorio novohispano.
Gertrudis y Teresa decidieron cambiarse el nombre: Laura y Carlota Borbón, lo que nos puede insinuar que su físico pasaba por descendientes de españoles directos. Borbón, apellido de origen noble y aristocrático que recordaba a los propios reyes de la España dieciochesca. Se presentaban como hermanas inseparables, de edad similar y con características parecidas.
A ellas debemos agregar a la señorita Avilés, la que acompañaba a don José Manuel de Herrera y a José Mariano Magún, personajes que participaron en el último año del movimiento insurgente, ya para la consumación pues eran quienes publicaban el diario El Mejicano Independiente en Tlacotepec, Veracruz. (1) La lista continúa con doña María Catalina Gómez de Larrondo, de Acámbaro, personaje de crucial importancia que fue el motivo por el cual Hidalgo tomara más fuerza ideológica al inicio del levantamiento al ella ayudar a la captura de los realistas conde de Rul y García Conde. Margarita Peimbert y Petra Teruel de Velasco quienes, entre otras damas acomodadas de la ciudad de México participaban activamente en el movimiento denominado Los Guadalupes. A la lista agregaremos dos damas más, esta vez del reino de la Nueva Galicia, quienes imbuidas en el espíritu patrio colaboraron con el movimiento Insurgente.
“Apoyado en una carta fechada el 21 de octubre de 1811, les quiero presentar en principio a 2 mujeres que debieron ser muy atractivas físicamente, pero sobre todo, coquetillas, sensuales, inteligentes y graciosas. Se trata de Gertrudis Medrano y Teresa Polanco, originarias de la ciudad de Guadalajara, una de las más importantes urbes de la Nueva España de principios del siglo XIX. Pertenecieron a familias acomodadas, educadas y bien vestidas, a la moda del momento. Criollas por naturaleza, bien identificadas con sus tierras y con gran conciencia histórica. Informadas de lo que sucederá en el terreno político y de los levantamientos de Miguel Hidalgo y Costilla así como de las diversas conspiraciones en el territorio novohispano.
Gertrudis y Teresa decidieron cambiarse el nombre: Laura y Carlota Borbón, lo que nos puede insinuar que su físico pasaba por descendientes de españoles directos. Borbón, apellido de origen noble y aristocrático que recordaba a los propios reyes de la España dieciochesca. Se presentaban como hermanas inseparables, de edad similar y con características parecidas.
En el documento se hace mención de que eran mujeres libertinas y disolutas y que habían tenido relaciones "íntimas" con dirigentes insurgentes. Que habían cometido excesos en su comportamiento y que habían llegado en pos de un europeo, condestable de artillería "de quien la Gertrudis tiene varios papeles amatorios e indecentes y que habiéndole encontrado ausente frecuentaban ahora la Casa de ellas varios hombres". Estos rumores llegaron al propio obispo de la ciudad de Guadalajara, Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo (1795-1824), a quien Pedro de la Puente, perteneciente al gobierno de la Intendencia le solicitaba poner atención al caso y denunciar a estas mujeres en caso de que recurrieran a él.
No sabemos si finalmente fueron presas y castigadas. Lo más probable es que así haya sucedido. Queda este testimonio original como prueba de que algunas mujeres ingresaron a la insurgencia y llamaron la atención de la sociedad y los dirigentes del movimiento político del momento”. (2)
No sabemos si finalmente fueron presas y castigadas. Lo más probable es que así haya sucedido. Queda este testimonio original como prueba de que algunas mujeres ingresaron a la insurgencia y llamaron la atención de la sociedad y los dirigentes del movimiento político del momento”. (2)
Fuentes:
1.- Del Palacio, Celia. Adictas a la Insurgencia. Las mujeres de la guerra de independencia. Santillana/Punto de lectura. México, 2010.
2.- No aparece el nombre del autor. Artículo: “Las mujeres en la Independencia”
http://goliath.ecnext.com/coms2/gi_0199-14007988/Las-mujeres-en-la-independencia.html
1.- Del Palacio, Celia. Adictas a la Insurgencia. Las mujeres de la guerra de independencia. Santillana/Punto de lectura. México, 2010.
2.- No aparece el nombre del autor. Artículo: “Las mujeres en la Independencia”
http://goliath.ecnext.com/coms2/gi_0199-14007988/Las-mujeres-en-la-independencia.html
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