Contrario a lo que pensaba, eso de que el cura Hidalgo venía escondiéndose de los realistas y evitaba el Camino Real, no fue precisamente así ya que lo utilizó, en un buen tramo al salir de la Hacienda de San Pedro Piedra Gorda en dirección a Guadalupe, la que sería la meta del día, llegando primero a Tlacotes, otra de las tantas haciendas que exiten en la zona sur oriente del actual estado de Zacatecas y que fueran prósperas y abundantes, solo que, en el período de 1809 a 1810 se vivió una larga sequía... seguramente sus trojes, como la que vemos en la fotografía, se encontraban en ese momento vacías.
El territorio zacatecanos presentaba, además de un entorno físico diferente a los lugares de donde venía el ya destituído Generalísimo y supoblación era, también, diferente ya que en Zacatecas "Tuvo también importancia el factor étnico y cultural. Las regiones del centro y norte de Zacatecas, colonizadas originalmente por españoles peninsulares y posteriormente por individuos de castas e incluso por indígenas incorporados a la vida colonial, en los terriotrios de recorrido de los cazadores-recolectores, zacatecos o guachachiles, que formaron aniquilados por la guerra o arrojados a las regiones marginales, no tenían el profundo sentimiento de la tierra ancestral y el dolor inextinguible del despojo y de la pérdida de la libertad en la patria de sus mayores; criollos, españoles, indios o negros, así como los productos humanos de sus cruzamientos, habían fijado su residencia en tierras realengas mercedadas; el derecho de conquista era, en consecuencia, más antiguo que los derechos territoriales individuales o de grupo, consecuentes a dicha conquista". (1)
El territorio zacatecanos presentaba, además de un entorno físico diferente a los lugares de donde venía el ya destituído Generalísimo y supoblación era, también, diferente ya que en Zacatecas "Tuvo también importancia el factor étnico y cultural. Las regiones del centro y norte de Zacatecas, colonizadas originalmente por españoles peninsulares y posteriormente por individuos de castas e incluso por indígenas incorporados a la vida colonial, en los terriotrios de recorrido de los cazadores-recolectores, zacatecos o guachachiles, que formaron aniquilados por la guerra o arrojados a las regiones marginales, no tenían el profundo sentimiento de la tierra ancestral y el dolor inextinguible del despojo y de la pérdida de la libertad en la patria de sus mayores; criollos, españoles, indios o negros, así como los productos humanos de sus cruzamientos, habían fijado su residencia en tierras realengas mercedadas; el derecho de conquista era, en consecuencia, más antiguo que los derechos territoriales individuales o de grupo, consecuentes a dicha conquista". (1)
La riqueza de la Intendencia de Zacatecas y, muy especialmente, la de la ciudad de Zacatecas se basaba en las riquísimas minas de plata. Riqueza que era el punto focal de la economía del Virreinato de la Nueva España y son las minas y sus trabajadores, especialmente, pieza fundamental en el inicio de la lucha por la Independencia. En la fotogrfía estamos viendo los solitarios caminos del sur de Zacatecas. En la vista anterior la característica coloración de café intenso, de pronto rojizo y el cielo intensamente azul, cosa habitual en Zacatecas.
"Los barreteros de la Valenciana, Cata, San Juan de Rayas y otras afamadas minas de Guanajuato, serán los más fanáticos e indisciplinados prosélitos del padre Hidalgo y los ejecutores de la venganza colectiva. Sultepec, Temascaltepec, Tlalpahaua, El Oro, Angangueo y toda la fabulosa "Sierra de la Plata", serán refugio y proveedores de Insurgentes, desde la época de Rayón hasta la de Pedro Ascencio, que es decir de 1810 a 1821. Y Zacatecas, la imponente y señorial Zacatecas, vería pocos días después del alzamiento de Dolores, huir despavoridos a su intendente y quedar a merced de los mineros que habían abandonado los socavones para dictar la ley -su ley- a la ciuad". (2)
En esta estupenda fotografía tomada por José Guadalupe Elías y que, dada la belleza de la escena, me atreví a tomarla prestada para dar una más clara idea de cual era el panorama que el cura Hidalgo iba viendo, aquí es la ruta rumbo a Tlacotes, hacienda, ahora rancho en el cual no existe ninguna Cabeza de Águila. En el mapa que aparece a continuación veremos la ruta que siguió ese día, anterior a su llegada a Guadalupe el 27 de enero, todo el grupo que acompañaba al Padre de la Patria, luego de salir de la Hacienda de San Pedro Piedra Gorda, para continuar a la Hacienda de Tlacotes, descansar en el Rancho de Dolores, continuar al rancho del Refugio y llegar, agotados, seguramente, a la Hacienda de Palmillas. Pero, volviendo al tema de los mineros, dado que nos estamos aproximando a una zona que fue el detonante del poblamiento de la Nueva España hacia el norte, debido a sus minas, en donde encontramos un muy curioso documento...
"... Esta misma idea se refleja en la carta dirigida al arzobispo-virrey Lizama, el 16 de marzo de 1810, por Rosalío Carreras, pseudónimo sin duda, a nombre de los barreteros y demás trabajadores de Quebradilla: 'Yo, José Rosalío Carreras, y todos mis compañeros criollos (aquí tienen la connotación de americanos) los cuales no nombro aquí por se yo caveza de todos, nos ponemos á las plantas de V.E. pidiendo que se sirva V.E. el quitaronos á los Cahupines de esta Ciudad; por lo qual el término que ponemos es de est fecha en un mes, lo qual si no lo biéramos cumplido, por lo que decimos á V.E. que nosotros lo cumpliermos: pues á más de que no nos pagan en esa mina de quebradilla como ha sido uso y costumbre (los partidos), nos está aniquilando con estarnos dando en Efectos nuestro salario. Estamos mirando el que las bonanzas son para los Sres. Gachupines, pues a riesgo de nuestras vidas, están atesorando ellos; y á más de todo eso q. nos quieren sumergir como esclavos, por lo que decimos q. siempre q. no veíamos egecutado lo q. pedimos así como arresgamos nuestras vidas en las minas, las arresgaremos para librarnos de ellos, pues a nosotros nos ha sucedido lo q. al q. mete guesped á su casa: pues á los tres (días) lla echa al dueño fuera, y pues somos dueños de el Reino nosotros también le sabremos dar a nuestro Soverano los derechos q. le devemps. V.E. nos dispense la impolítica y descortecia con que ablamos. S. mui umildes Suditos Q.S. órdenes guardamos.- Rosalío Carreras". (3)
Esta foto ha sido una cortesía que ha tenido a bien compartir con todos nosotros el Cronista de Ojo Caliente, Zacatecas, Isidro Aparicio Cruz y nos dice que: "Esta es una fotografía reciente del Camino Real de Palmillas por donde transitó don Miguel Hidalgo, este tramo fue nombrado el 1 de agosto de 2010 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO". Y nos hace un muy interesante comentario: "Tanto en Tlacotes como en Palmillas no existen Cabezas de Águila, solo sobrevive hasta nuestros tiempos como testimonio del pado de Miguel Hidalgo, el nombre de la comunidad de Dolores, donde de acuerdo a la tradición ahí descansó el Padre de la Patria".
Indudablemente que estamos ya en el norte de México, esperando el autobús en la teminal de Ojo Caliente, capté esta escena que bien nos da idea de cómo no sólo cambia el clima, el entorno, sino también los usos y las costumbres... y leemos "Los grupos indígenas, cuya importancia en la guerra de Independencia se ha menospreciado siempre, porque debido a su aisalmiento social y a su calidad de menores legales, no tomaron, sino por excepción, una participación directa en la lucha -no obstante que regaron su sangre pródigamente en todo el territorio de México, para que la zona meridional de Zacatecas se convirtiera en teatro de una interminable guerra sin cuartel..." (4)
Por si existiera el interés de saber la ubicación de la primera y esta última fotografía, fueron tomadas, la primera, en la Hacienda de Carro, la segunda en la Hacienda de Tlacoaleche, ambas poblaciones zacatecanas y ambas con una importantísima, rica y profunda historia.
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Fuentes:
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1.- De Mendizábal, Miguel Othón. Compendio Histórico de Zacatecas. Edición del PRI. Zacatecas año ¿?
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2.- Cos, José María. Escritos Políticos. UNAM. México, 1996.
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3.- De Mendizábal, Miguel Othón. Compendio Histórico...
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4.- De Mendizábal, Miguel Othón, Compendio Histórico...
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