De las tantas facetas que hay a lo largo de los once años que duró la guerra por la Independencia, hay una que me llama poderosamente la atención. De ella sabemos, desde que cursamos el tercer grado de la primaria que fue en Atotonilco, antes de llegar a San Miguel el Grande, que el cura Hidalgo tomó el estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe y lo utilizó como bandera del movimiento libertario. La contraparte sucedió en la ciudad de México, cuando estaba por finalizar el mes de octubre de 1810 y el recién llegado Virrey declinó todo el poder del movimiento realista sobre la Virgen de los Remedios. En buena medida el movimiento armado se tornaba hacia los altares y eran precisamente esas dos Advocaciones Marianas las que ahora se enfrentaban del lado de cada bando.
El caso va dando giros y se vuelve de cierta intensidad cuando aparece una tercera Advocación, Mariana también, pero del lado realista, es decir, si Guadalupe era la cabeza espiritual de los Insurgentes, ellos, los españoles usaban no una, sino dos Advocaciones, proclamadas casi simultaneamente Generalas del Ejército: Remedios en la ciudad de México y Pueblito en Querétaro.
"El día 29 de octubre del año de 1810, todas las tropas realistas que se hallaban en esta ciudad bajo las ordenes del brigadier don Ignacio García Rebollo y el coronel don Manuel Flon, conde de la Cadena, juntamente con el M.I. Ayuntamiento y las Autoridades eclesiásticas, proclamaron Generala a la Santísima Virgen del Pueblito en una función solemne celebrada en la Iglesia de Santa Clara, y le terciaron sobre el pecho una rica banda (la correspondiente insignia militar) y pusieron en sus benditas manos el bastón del mando.
El brigadier don Félix María Calleja mandó pintar en sus banderas la imagen de Nuestra Señora del Pueblito y se lanzó sobre los insurgentes en las montanas de Aculco, derrotándolos completamente.
Decretáronse para Nuestra Señora del Pueblito los correspondientes honores militares. Cuando en procesión pasaba por el Palacio Municipal, al grito de "Guardia a Su Majestad!", la tropa se formó con bandera a la cabeza; sonaban los clarines, batían marcha los tambores y los soldados con una rodilla en tierra, presentaban armas.
Consumada la independencia política de nuestra Patria, la Santísima Virgen del Pueblito continuó siendo conocida generala por el Ejército Independiente. Teníanse por muy honrados, y con razón de sobra, militares de alto relieve y sencillos creyentes, como los Generales Osollo, Miramón, Mejía, Juvera, etc., y aun el mismo Gral. Arteaga, no obstante que era del bando contrario, con llevar en andas, vestidos de gala, la imagen de Nuestra Señora del Pueblito en las procesiones públicas en esta ciudad.
En 1858, en una procesión por las calles, iba incorporado el Ejército Restaurador con sus rres armas, al mando de los bravos Grales. Miramón, Osollo y Mejía.
Este último fue tan devoto de Nuestra Señora del Pueblito, que siempre llevaba consigo una imagencita de la divina Señora adopta por grito de combate al entrar en acción de guerra, el de "Viva la Virgen del Pueblito!", cuando pasaba por el pueblo de San Pablo Tolimán con sus tropas, se desviaba para ir a orar por unos instantes ante una imagen de Nuestra Señora que en esta advocación se veneraba en una humilde ermita en el cerrito de El Órgano, y, al retirarse, dejaba algunas limosnas para el culto. El año de 1863 la juró General y le regaló una preciosa banda militar". (1)
Analizando este relato del canónigo Vicente Acosta, se me vienen a la cabeza dos ideas, una, que fue simultaneamente la proclamación de Generala de la Virgen del Pueblito y la Virgen de los Remedios, una en Querétaro, la otra en México; si esto se dio en ambas ciudades, seguramente hubo otras más, otras tantas advocaciones que habrán, quizá, sido también nombradas como Generalas. La otra idea es esa facilidad de traslado de un bando al otro, ya que, según nos lo dice el canónigo, la Virgen del Pueblito fue, una vez consumada la Independencia, ratificada en su título generalicio, solo que, esta vez, del lado de los mexicanos, cosa que, en Guadalajara sucedió también, con la imagen de la Virgen de Zapopan.
La interrogante me queda: cuantas más Advocaciones Marianas habrán participado en la guerra de Independencia?
Fuente:
1.- Acosta, Vicente. Nuestra Señora del Pueblito. Compendio histórico de su culto. Gobierno del Estado de Querétaro. Querétaro, 1996.
Todas las que quisieron llevar!!
ResponderEliminarSabes, de todos modos amo a María!!
SL2!!
DTB!!