Grata en verdad fue la sorpresa que me llevé al llegar a la antigua calle de La Alcantarilla, actual Hidalgo y ver el trabajo de restauración llevado en la que fuera la casa de don Miguel Hidalgo y Costilla durante los once años que en esa población vivió; la llamada Francia Chiquita. Actual sede del Museo Casa de Hidalgo La Francia Chiquita. Ese particular nombre viene debido a que las ideas liberales de finales del XVIII se gestaban en Francia, leo en el espléndido folleto de presentación del Museo que:
"La cultura libresca de la Francia del siglo XVII sembró en Hidalgo la inquietud en contra de la hipocresía, la injusticia y la opresión autoritaria. El cura criollo era un hombre instruido; sabía teología, filosofía e historia, principalmente de Francia, cultura que en aquel momento era considerada de "norma universal". Las obras que estudió le dieron el sustento para construir su bagaje intelectual , espiritual y práctico.
Hidalgo fue ávido lector del teatro de Moliere y de Recine, de las fábulas de La Fontaine, de la historia eclesiástica del abad Fleury, de los comentarios críticos de Feijoó y de los textos teológicos de Carlos Billuart, Santiago Serry, Hyacunthe Graveson y del obispo Jacques-Beénigne Bousset, quien inspiraron su forma de pensar y de actuar.
En autores como Billuart, Hidalgo encontró las razones que le sirvieron para justificar el levantamiento insurgente, pues planteaba que el poder político radicaba en la comunidad, que era quien daba o quitaba ese poder y que, de ser necesario, podía proceder en "contra del tirano".
La casa de Hidalgo se distinguió por ser un centro de intensa vida cultural en el que se promovía el libre intercambio de ideas. Allí se reunían vecinos y amigos que venían de otras villas para participar en tertulias y bailes, escuchar música y ver representaciones de obras francesas traducidas al español y dirigidas por el propio Hidalgo.
No es difícil imaginar que todo ese pensamiento francés estuviera presente en las largas conversaciones de las tertulias y que, seguramente, dicho despliegue cultural hizo que las autoridades españolas lo interpretaran como algo peligroso, sobre todo tomando en cuenta que los asistentes llamaban a la casa "la Francia Chiquita", por el clima de libertad e intelectual que en ésta se respiraba." (1)
En una de las salas del Museo vemos este diorama en donde se representa una escena del Tartufo y leemos que en: "la Casa Hidalgo o Francia Chiquita que siempre estuvo ahí, antes y después de la independencia, aun la encontramos como a la espera de quien buscará rescatar los ecos que se guardaron en cada uno de los rincones de esa finca; aun las antiquísimas paredes de adobe grueso hacen recordar los fondos arreglados para las representaciones teatrales; pronto se escucharan claramente los diálogos adaptados del "Tartufo" de Poquelin (Moliere), el Avaro, el Ricachón de la corte o Don Juan; casi hasta vemos muy claro en nuestra imaginación a la hermosa e impactante Josefina Quintana actuando con profesionalismo envidiable para esa época..." (2)
La casa de Hidalgo o Francia Chiquita ha padecido todo tipo de acciones, una de ellas el olvido, luego la enorme, larga y pesada burocracia, finalmente, en el marco de los festejos del Bicentenario el inmueble fue rescatado, dignificado y se nos ofrece como un espacio más que nos informa sobre la vida del Padre de la Patria.
"La casa fue propiedad de la familia Soto, después de que Hidalgo parte de San Felipe. La familia se la apropió sin juicio alguno, como pago de adeudos. Más tarde se perdió el hilo y cualquiera pudo adueñarse. Vamos, todavía no hace ni cincuenta año, fue tiempo en que bastantes aprovechados se apropiaron de terrenos ajenos que ahora presumen algunos vástagos.
"En 1928, esta casa (una parte), fue ocupada por un grupo de jóvenes seguidores del Partido de los Rojos, que buscaban dentro de su participación política y social rescatar aspectos culturales deteriorados en el gusto de los sanfelipenses con el paso del tiempo; es de apreciar que en la medida de las posibilidades y circunstancias lograron instalar en este lugar una escuela o tal vez mejor dicho, un taller de Artes y Oficios; luego, sin más fue abandonada; los registros indican que los cambios políticos propiciaron el cierre de la escuela y el tiempo que no para, el pausado pero consecutivo tiempo, provocó el deterioro de lo poco que se había conservado y arreglado". (3)
Las piezas que se exhiben en el ahora Museo de La Francia Chiquita, si bien no son originales, si nos van adentrando al espacio y la época de lo que allí se fue fraguando. Nos deja ver la importancia que tenía San Felipe como escala obligada del Camino Real de Tierra Adentro. Las habitaciones de la casa son más bien chicas, pero el patio central y la huerta son en verdad enormes, según lo pude ver. Habrá que considerar que del espacio rescatado no es en su totalidad lo que abarcaba toda la casa en el tiempo que Hidalgo vivió allí pues toda el ala poniente está, aparentemente, habitada por una familia y el deterioro en esa sección que sería el equivalente a todo el corredor lateral, es de notario deterioro.
Fue en la década de los 50 del pasado siglo que se comenzó la enorme y larga tramitología para rescatar el lugar; el Dr. Francisco Alfonso Myers Sánchez, presidente municipal que lo fue en tres ocasiones de San Felipe inició el trámite: "En el último año del gobierno del Dr. Myers, el anhelo de preservar la memoria de don Miguel Hidalgo, sobre su estadía en nuestro pueblo, se ve recompensada por el Presidente de la República, don Adolfo Ruiz Cortines, quien el 13 de septiembre de 1957 emite un decreto de expropiación por causas de "utilidad pública", de parte de la casa que habitó el cura por cerca de 10 años en la calle de la Alcantarilla, ya "que es conveniente conservar con todas sus características la casa número 9 de la calle de Hidalgo, ubicada en San Felipe, hoy Ciudad González (sic), del Estado de Guanajuato, declarada Monumento Histórico por haber sido habitada por el señor Cura don Miguel Hidalgo y Costilla durante su permanencia en dicha población".
"Este decreto se publicó en el Diario Oficial de la Federación hasta el 25 de abril de 1958, por lo que fue hasta el 28 de julio de 1959 que este inmueble pasó a formar parte de los bienes del Instituto Nacional de Antropología e Historia, registrándose como propiedad federal de predios Urbanos del Estado de Guanajuato en julio de 1961.
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Pero no fue sino hasta el 16 de mayo de 1963 en que se expropió físicamente la finca, quedando bajo la custodia y vigilancia de las Fuerzas Federales, realizando, el domingo 19 de ese mismo mes, el primer Acto Cívico en dicha casa, acto que consistió en que "los conscriptos hicieran guardia de honor; a las 14:00 hrs. pasaron al interior soldados de nuestro glorioso Ejército Nacional, portando el Pabellón Tricolor; a continuación el C. Presidente Municipal, el H. Ayuntamiento y varios invitados , quedando en las afueras los conscriptos, una banda de guerra, la banda de música municipal y gran parte del pueblo".
"Así mismo, se "dio lectura al Acta de a toma de posesión del inmueble"e hicieron uso de la palabra el ya para entonces presidente municipal, J. Trinidad Manteca, quien después de "rendir un justo homenaje"al historiador Ing. Jesús Tomás Aguirre Valle, fallecido el 13 de abril de ese mismo año, dio apertura al libro de visitas dejando "unas páginas especialmente para los sanfelipenses distinguidos que radican fuera de nuestro pueblo", siendo el primero en firmar estas páginas el sanfelipense Gabriel Aguirre Palomares, Cónsul en Guatemala, quien al año siguiente donó dos pinturas para ser exhibidas en lo que sería el museo Casa de Hidalgo".
"Estos cuadros de 3.90 x 2 metros, fueron sustraídos por personal del INAH de Guanajuato y a la fecha no han sido recuperados, por lo que es necesario que las autoridades municipales exijan su retorno y acrecentar así el acervo cultural de San Felipe.
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Por otra parte, y debido a la expropiación de la Casa de Hidalgo, le valió al entonces Presidente Municipal José Trinidad Manteca que, en el periódico de circulación nacional "Excélsior"de fecha 28 de mayo de ese año, se publicara una nota que causó gran revuelo entre nuestra población , ya que acusaba al alcalde de que "pretenden despojar de su vieja casa a dos ancianas viudas con el pretexto de que es una joya histórica porque allí durmió el Cura Hidalgo" Las viudas eran las señoras Antonia Mendoza Vda. de Carreón, de 80 años y Petra Mendoza Vda de Contreras de 50 años".
"Sobre la indeminzación a los dueños de la "Francia Chiquita", no sabemos si ka recibieron o no, pero en junio de 1963 los trabajos de remodelación ya se habían iniciado, constituyéndose , el 20 de noviembre del siguiente año, el Comité Ejecutivo de la Sociedad Amigos de la Casa Hidalgo Francia Chiquita, que se encargaría de la reparación de la casa de Hidalgo, ya que el INAH no contaba con fondos suficientes para tomar parte en la obra, por lo que todos los trabajos de adecuación de esa época fueron realizados con dinero del pueblo a través de esta Asociación, cuyo presidente fue don Alberto Martínez Moya".
"Ya para 1968 se habla de que en la Casa de Hidalgo o Francia Chiquita se habían adecuado un Altar Patrio, una biblioteca, la segunda pieza donde se encuentra una división como entrada de subterráneo, un salón donde el Sr. Cura hacía sus reuniones, la cocina y el comedor, y el despacho y oficina de don Miguel Hidalgo". (4)
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Fuentes:
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1.- Folleto descriptivo del Museo Casa de Hidalgo La Francia Chiquita. Gobierno Federal/INAH/Conaculta. Vivir Mejor. México, 2010.
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2.- Jiménez Montoya, José Alfredo. Torresmochas. Raíces de ahora, el San Felipe de todos. Edición del Autor. San Felipe, sin fecha.
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3.- Jiménez Montoya... op. cit.
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4.- Hernández Salazar, José. Aguirre Bárcenas, José. San Felipe, crisol de la Independencia. Comisión Estatal para el Bicentenario. Guanajuato, 2010.
Uff!!
ResponderEliminarQue historia!!
Sludines!!
Muy bien documentado, te felicito por el trabajo que te tomaste para elaborar esta entrada.
ResponderEliminarGracias.