martes, 15 de febrero de 2011

Cuando la Ruta de Hidalgo se entreteje con el Camino Real

Al ir caminando la Ruta de Hidalgo, siguiendo las 260 metas que pretendo cubrir, llegé hace poco tiempo a una conclusión: que la ruta que siguió el cura Hidalgo, la cual nunca fue planeada sino que se fue haciendo según se fueron presentando las circunstancias; la podemos dividir en dos constantes, la primera, esa que va de Dolores a Guadalajara observa continuamente la presencia del Río Grande, el que actualmente conocemos como Río Lerma y luego de sobrevivir al desastre de Calderón y la consecuente destitución de mando del ejército Insurgente en la Hacienda de San Blas del Pabellón, la constante del recorrido se vuelve el Camino Real.

Camino Real es el genérico de lo que ahora entendemos por carreteras. En la Nueva España, cuando estaba por fenecer éste oprobio que era la Colonia, la columna vertebral que comunicaba a todo el virreino era el Camino Real de Tierra Adentro, algo que con el paso de varios siglos se convirtió en el Camino Nacional, luego en la Carretera Federal 45 y, corregida y aumentada, luego se le denominó Carretera Panamericana. La 45 es una de las tantas que existen en la actualidad, igual pasaba con los Caminos Reales, eran varios los que había, uno de ellos, el que ahora nos ocupa, se juntaba a un camino denominado: Camino de la Sal, el cual corría de este a oeste, justo de Santa María de las Salinas del Peñón, lugar por donde el cura Hidalgo llega al primer poblado de lo que actualmente es el estado de San Luis Potosí.

La sal, el tabaco, los alcoholes, el juego, la plata, el oro, todo, todo era controlado por la Corona Española y todo, todo transitaba por los Caminos Reales, que tarde que temprano coincidían con el Camino Real de Tierra Adentro, la "columna vertebral" de la Nueva España. Encontramos que en San Luis Potosí llega el momento en que el derrotero de Hidalgo se une al Camino Real que comunicaba San Luis Potosí con el Saltillo, para hacerlo más claro vemos en el mapa como es que de pronto ambas rutas, la de Hidalgo y el Camino Real, se unen.

Las fotografías que estás viendo corresponden a la zona de la Hacienda de Bocas, que si bien no fue paso del cura Hidalgo, sí era una escala importante en el Camino Real. Sabemos bien que el punto inicial del Camino Real al norte era la Plaza de Santo Domingo en la ciudad de México frente al templo del mismo nombre y al Tribunal de la Santa Inquisición, el camino llegaba, como primera gran escala a Querétaro, allí se dividía en dos grandes opciones, la que continuaba a Zacatcas para luego seguir hasta Santa Fe; y la que continuaba a Santa María de los Lagos para luego seguir a Guadalajara. Esa que partía a Zacatecas pasaba por San Miguel el Grande, Dolores, y San Felipe Torresmochas.

En San Felipe había una nueva desviación, la que conducía a San Luis Potosí pasando por la Hacienda de Jaral de Berrio a 7 leguas de distancia y continuaba por 6 leguas más para llegar al Valle de San Francisco, 12 leguas más adelante se encontraba San Luis Potosí, continuaba durante 12 leguas más hasta llegar a la población de Bocas, para luego seguir otras 11 leguas al Venado.

Es precisamente en Venado donde el cura Hidalgo va siguiendo las poblaciones que conforman este Camino Real Potosino, si bien llega el momento que se aleja de él, evitando pasar por las cercanías de las ricas minas del Catorce, como quiera, va paralelo a él.

De Venado la diligencia continuaba por 9 leguas hasta llegar a Laguna Seca, 5 leguas más y estaban en Guadalupe, siguiendo 8 leguas más al norte se llegaba a San Cristóbal para continuar por otras 8 leguas hacia La Partida. 10 leguas separan a éste último punto de El Salado y de allí el Camino Real continuará al Saltillo, distante 32 leguas.

La duda surge en cuanto a las equivlencias de una legua, pues bien. La legua era el cálculo de la distancia que se podía recorrer a pie o en cabalgadura durante una hora, pero, dependiendo de la persona y las condiciones geográficas en donde se determine la distancia, ésta variará de 4 a 7 kilómetros. La legua francesa se determinó en 4.44 kilómetros y la legua castellana en 4.19 kilómetros.

Pero como este enfoque lo estamos dando al tiempo del inicio por la guerra de la Indpendencia, más claramente, en Febrero de 1811, cuando Hidalgo pasó por el altiplano potosino; estaba en ese entonces la Real Ordenanza que el 26 de enero de 1801 había dictado el Rey, Carlos IV y que decía:

"Para que la legua corresponda proximamente a lo que en toda España se ha llamado y llama legua (que es el camino que regularmente se anda en una hora) será dicha legua de veinte mil pies, la que se usará en todos los casos que se trate de ella, sea en caminos Reales, en los Tribunales y fuera de ellos".

Nota: las distancias en leguas entre los poblados las tomé del libro Diccionario Universal de Historia y Geografía. Coordinador: Manuel Orozco y Berra, Tomo II. México, 1856. Gracias a Luciano Torres tenemos estas fotografías que nos ilustran el altiplano potosino.

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