jueves, 14 de abril de 2011

Algunos de los Clérigos detenidos en Acatita de Baján

Estos son apenas cuatro nombres de la lista de más de veinte Clérigos y Sacerdotes que empañaban al cura Hidalgo en su movimiento de insurrección y que fueron detenidos en Acatita de Baján y remitidos a Durango para ser enjuiciados, algunos de ellos conseguirían el indulto, otros prisión perpetua y algunos más fusilados el 17 de julio de 1812 en la hacienda de San Juan de Dios en Durango.


José Francisco OLMEDO. Presbítero que desempeñaba el cargo de vicario en San Miguel el Grande en 1810 al producirse el movimiento insurgente tomó las armas en favor de la rebeldía y siguió las diversas vicisitudes del ejército de Hidalgo hasta caer prisionero en Acatita de Baján el 21 de marzo, junto con el grueso del ejército independentista. En el camino de Chihuahua fue separado del grupo por disposición del gobernador de Texas, junto con unos eclesiásticos y frailes y conducido a Durango, en donde fue procesado. Ignoramos a que pena se le condenó ya que tan solo conocemos un documento suyo, agregado a la causa de fray Gregorio de la Concepción, de mucha importancia, pues demuestra que no sufrió el castigo de muerte a que fueron condenados algunos eclesiásticos que siguieron a Hidalgo y cayeron también prisioneros en Acatita. Ese documento firmando en Durango fue el 23 de diciembre de 1812.


Nicolás de NAVA. Sacerdote que intervino en la lucha que en propósito de la independencia inició don Miguel Hidalgo en 1810. Era domiciliario de la diócesis de Guadalajara y cayó prisionero en Acatita. Muchos autores, en historias generales, y lo que es más raro, en ensayos monográficos, señalan su muerte en el fusilamiento habido el 17 de julio de 1812, en la hacienda de San Juan de Dios en las proximidades de Durango, dato erróneo, ya que vivía en prisión, el 23 de diciembre del mismo año en la cárcel de San Francisco de la ciudad mencionada, desde donde mandaba la solicitud de indulto.... no se sabe más de su vida.


Antonio RUIZ. Se le traslado a Parras y después a Durango, algunos afirman que fue uno de los eclesiásticos fusilados en la hacienda de San Juan de Dios el 17 de julio de 1812, pero por los documentos que forman la causa seguida a fray Gregorio de la Concepción, se viene en conocimiento que se le instruía proceso en 1813, como del estudio de fray Gregorio, se deduce que este era el reo más comprometido y salvó su vida, fácil es colegir que las cargos contra Antonio Ruiz escribía al gobernador intendente que la causa más grave era la del carmelita fray Gregorio.


Ignacio HIDALGO. Sobrino del prócer, del cura y de don Mariano, que había acompañado a sus tíos desde el principio de la revolución, pues con ellos vivía en Dolores, como era clérigo, fue enviado a Durango, donde se le fusiló hasta un año y meses después, el 12 de julio de 1812, en compañía del padre Balleza y de otros eclesiásticos. Ninguna razón ni motivo hubo para el fusilamiento, que fue una crueldad inutil de Bonavía, pues no consta que cometiese don Ignacio ningún hecho delictuoso ni tuviese cargo alguno en la revolución; acompañaba a don Miguel como lo acompañaba las señoras de su familia y de las de otros generales.

1 comentario:

  1. que tiene que ver la inscripcion en el santuario exactamente en el libro a la mitad del mismo donde dice que los restos de algunos estos se encuentran en el presbicito de la catedral a la Virgen de Guadalupe, fui y me indicaron un tunel tapado desde hace tiempo de acuerdo a las versiones de los encargados de la iglesia de Ntra SRa de Guadalupe.

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