Seguimos en el miércoles 19 de septiembre de 1810, ya es la tarde, aunque aun no ha caído el sol y hay tiempo para llegar a Celaya, Hidalgo y su ejército Insurgente, el cual seguía creciendo día a día, deciden quedarse en
Si esta zona de México se llama El Bajío es por algo, ese algo es que está además de plana, toda rodeada de cerros; ubicandas al norte
Inundado el acceso a Celaya la decisión fue quedarse en
En este antiguo mapa de
“Se encuentra al noreste de la ciudad de Celaya. En un padrón de 1770 se denomina “Hacienda de Santa Rita y del Señor Villaseñor”. Sitio al que llegó el ejército Insurgente encabezado por el cura Hidalgo antes de avanzar hacia Celaya para tomar la plaza de armas. Desde este lugar el cura Hidalgo y el General Ignacio Allende intimarían la rendición de las autoridades de la ciudad, la que finalmente tomaron sin resistencia alguna debido a que habían salido sus representantes hacia Querétaro para refugiarse, lo cual ocurrió el 21 de septiembre de
“Posteriormente a la toma de la plaza, los Insurgentes fueron enterados que “en el convento de los carmelitas algunos seglares habían guardado sus capitales en monedas de oro y plata. Éstos habían sido enterrados en la huerta y otros estaban en lugares ocultos en la misma iglesia. Los Insurgentes, al tomar el convento, se llevaron consigo 7,500 ‘pesos de capellanías; en dinero que tenían los religiosos para gastos del convento, 6,101 pesos; lo guardado por la comunidad para el pago de rayas en las haciendas dividido en hacienda de
El Ayuntamiento de Celaya estaba encabezado por el Subdelegado, José Duro, y es a él a quién Hidalgo le hace llegar el siguiente mensaje: “Nos hallamos a las inmediaciones de esa ciudad con el fin de recoger a todos los españoles europeos; si se rinden a discreción serán tratados con benignidad, pero si hacen resistencia, nos valdremos de todo el rigor de la guerra” (3)
Para entender mejor estas anotaciones que extraemos de distintos libros, será bueno saber que una de las necesidades primordiales del cura Hidalgo era obtener dinero para seguir avanzando hacia el primer objetivo: Guanajuato, capital de
Don Miguel Hidalgo era propietario de tres haciendas ubicadas en Michoacán, sabía muy bien de los problemas que
Ese era el panorama económico, cosa que a la gente, al pueblo, a los oprimidos, no les interesaba, lo que si les interesaba era comer, así que imagínate lo que era ese momento. De pronto aparecen en Santa Rita, comunidad en la que escasamente vivían unas 200 personas; y esa tarde el septiembre llegan más de 15 mil, que formaban el ejército Insurgente, todos hambrientos, todos sedientos, todos cansados, luego de una larga jornada de caminata durante todo el día desde Chamacuero hasta Santa Rita. Las haciendas eran los lugares en donde sus trojes y bodegas tenían alimentos, alimentos necesarios para la tropa… la que mañana entrará triunfante en Celaya que ha decidido rendirse.
En la actualidad
Esta fotografía corresponde a principios del siglo XX, cuando aun las crecidas de agua eran cosa normal en la región.
Fuentes:
1.- Soldara Luna, Rafael. Haciendas de Celaya. Consejo Consultivo Editorial del Bajío, AC. Celaya, 2008.
2.- Ibid.
3.- Martínez Álvarez, José Antonio. Miguel Hidalgo. Marcha de la libertad. Consejo Consultivo Editorial del Bajío, AC. Celaya, 2008.
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