Estamos ya en la octava parte del interrogatorio que se le hizo a José María Morelos previo a su ejecución, en buena medida, este interrogatorio era requisito indispensable para hacerle los cargos de sedición –entre otros- motivo suficiente para mandarlo al cadalso. En esta parte relata lo acontecido en Oaxaca una vez comenzado el año de 1813 así como los preparativos para la toma del “Castillo”, como denominaban entonces al Fuerte de San Diego en Acapulco que era el objetivo marcado por el cura Hidalgo para la insurrección de Morelos en el sur de la Nueva España.
Y responde a la undécima que dice.... ¿Diga lo ocurrido en el sitio y toma de Acapulco: que gente perdió allí, y si obró con inteligencia con el gobernador D. Pablo Antonio Veles, u otras personas del castillo que expresara, manifestando el motivo de la diferente conducta que siguió allí cumpliendo la capitulación...
Dijo: Que salió de Oaxaca el día 9 de febrero de 1813 con 300 hombres, porque en aquella ciudad dejó 100 a las órdenes de Rocha, y los 100 restantes de la fuerza que introdujo los había despachado antes por pertenecer a las partidas sueltas de D. Eugenio Montaño Sánchez y demás que concurrieron a aquella acción. Tomó el camino de Yanhuitlan en donde dejó a Matamoros con 1.500 hombres, y con el resto marchó por Tlaxiaco, Zacatepec, Ometepec, la Palizada, y a las cercanías de Acapulco sin que en este tránsito tuviera particular novedad, a pesar de que el comandante de las tropas reales recuerda que estaba en las inmediaciones de la Palizada se le hubiera presentado. Que el día 6 de abril del mismo año (de 1813) dio principio a sus fuegos contra el castillo quien se los correspondía diariamente; y después de ocho o nueve días que tardó para tomar la población, habiendo despreciado al gobernador del castillo D. Pedro Vélez la intimación que le hizo el día 6 para que se rindiera, con las expresiones de que solo los bárbaros capitulaban, prosiguió sus fuegos en correspondencia de los del castillo; pero advierte, que junto con la respuesta expresada que Vélez le mandó por oficio, también recibid dentro de este un papelito sin firma, pero de la misma letra de Vélez que a la letra decía.... Políticas y acertadas medidas le harán llegar a V. al fin que desea. Ningún aprecio hizo el declarante ni su secretario Rosains de estas expresiones, y a consecuencia continuó no solo bloqueando el castillo, sino que emprendió hacer una mina por el padrastro que deforma aquella fortaleza por el lado de la población; cuya obra empezó en el mes de mayo y la siguió sin lograr avanzarla más que hasta faltarle cien vara s para llegar a la contra escarpa del foso.
En este intermedio, y en el que pasó hasta el 17 de agosto, tuvo varias contestaciones por escribo, y aun verbales con los del castillo; entendiéndose las primeras directamente con el gobernador, y las segundas que las hicieron Rosains y Velasco con un oficial que no conoció, ni sabe cómo se llama, excepto una sola vez que contestó Reguera que estaba dentro del castillo con el capitán del que declara Mongoy. Esto solo se redujo a que Reguera pidió que fuera a hablar otro de mayor graduación, y a pocos días mandó el exponente al canónigo Velasco, quien por haber salido ya Reguera por el mar para la Palizada, contestó con el oficial que lleva citado, y no sabe cómo se llama; pero así esta contestación como las demás que en diversas veces se hicieron como ha expuesto, por ser dirigidas a que se capitulase, las despreció Vélez, y el oficial asegurando que estaban dispuestos a defended. Últimamente por un movimiento que hizo Galeana de cercar el castillo con alguna infantería la noche del 17 de agosto, resultó que al día siguiente dijesen desde el castillo que tenían que hablar, y entonces fue cuando se trató de la capitulación en los términos que expondrá.... Aquí se suspendió la declaración por ser las nueve y cuarto de la noche, y se continuó al día siguiente 30 de noviembre en la ciudadela.
Morelos continuó… Que la capitulación que hizo con el comandante del castillo de Acapulco D. Pedro Vélez fue en los mismos términos, y bajo de las propias condiciones que expresan los papeles públicos que sobre aquel particular se imprimieron en esta capital, respecto a que Vélez trajo una copia firmada de ambos que se supone suya la que se dio a este público, y el declarante hizo lo mismo en Oaxaca en la imprenta que allí había. Que cumplió todos los particulares que asentaron, principalmente aquellos que tenían correlación con la libertad de los europeos, en darles escolta hasta ponerlos a la orilla del río Mezcala. Que el motivo que tuvo para cumplir con la capitulación de Acapulco, fue porque su comandante Vélez no le faltó en nada de lo estipulado hasta la entrega del castillo; muy al contrario de lo que en Taxco acaeció con el fusilado García Ríos y otros individuos como expresó en la quinta pregunta: advierte que en el castillo de Acapulco encontró 33 cajones de municiones de cañón y fusil, con los víveres de todas clases, que computa el que declara que podría tener para un mes la gente que lo guarnecía. Esta llegaba al número de 200 hombres poco más o menos con artillería etc.; y aunque los más por estar enfermos pidieron pase para Tiztancinco, los demás quedaron sirviendo con sus respectivas armas en el citado castillo. En este tomó igualmente 90 y pico de cañones de todos calibres, y 280 fusiles, entrando en este número algunos que pertenecían al depósito. También se entregaron allí 2 morteros, uno reventado, y el otro bueno, con 2 o 3 bombas. (1)
Fuente:
1.- Historia militar del General Don José María Morelos, sacada en lo conducente a ella de sus declaraciones recibidas de orden del virrey de México cuando estuvo arrestado en la ciudadela de esta Capital. Suplemento al Cuadro Histórico de la Revolución Mexicana, ó sea la historia militar del general D. José María Morelos, sacada literalmente en lo conducente, de la causa que le formó la capitanía general de México. Impreso en la Oficina del Águila. México, 1825, pp.23-26
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