Por fortuna, de la estela ubicada en Amomolulco leí un artículo en el diario Milenio en donde se hablaba del rescate del monumento hecho por la directora del Jardín de Niños “María Montoya Romero” ubicado en la calle Independencia número 15. Llevaba ese dato, como quiera, dado que las muchas poblaciones que conforman el Valle de Toluca están unas muy próximas a las otras y que nadie sabe nada de las demás, incluso de su propia población, tuve que ir y volver a Amomolulco pues, cuando llegué, todos aquellos a quienes pregunte me dijeron lo mismo: “aquí no hay ninguna Cabeza de Águila".
Caminé por varias calles, en el sitio de taxis que se ubica precisamente en la calle Independencia pregunté y me dijeron que no, que en Amomolulco no existe ninguna estela que marque el paso de
Recordé lo que el artículo de Milenio decía en torno a lo que tuvo que hacer la maestra, directora del Jardín de Niños para dignificar el monumento, de cómo recibió cierta información por parte del INBA en el que le decían del uso de ácido muriático diluido para la limpieza del monumento… me fui a Lerma y di varias vueltas por la población. Pregunté a varias personas sobre el monumento y, alguien me dijo que mejor fuera a la delegación de
Llegué a un local añoso, muy cerca del Jardín Principal y de
"Pero también Miguel Hidalgo trata de hacerse de recursos, sobretodo "dinero" para pagar a sus huestes, siendo el encargado de la Tesorerìa insurgente su hermano, llamado Mariano Hidalgo y Costilla. Un pago se realizó en Acámbaro el día diez y ocho de octubre que fue en que empezaron a socorrer los insurgentes al regimiento. Que al sargento que vino en su compañía le hicieron teniente con sesenta pesos de sueldo, lo que sabe si él los sacaría, y el dragón a diceiseis pesos a quien en su compañía se socorría a cuatro reales diarios. O bien a los soldados de a caballo, a peso diario, a seis preales a los que se les daba caballo y a cuatro los de infantería . Y hasta un real por día a los indios; cuando en esos tiempos siempre ganaban en otro trabajo la mitad. Así fue un movimiento en que el dinero movió muchos intereses particulares y hasta un gancho para atraer más hombres a sus fuerzas" (1)
Fuentes:
1.- Contreras Esquivel, Otoniel. Miguel Hidalgo y los insurgentes en Cuajimalpa 1810. Edición del autor. México, 2009.
Si te interesa ver la nota de Milenio completa, la encontrarás aquí:
http://www.milenio.com/node/430088
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