Sabemos muy bien que Guadalajara es, en la actualidad, la segunda ciudad de importancia en nuestro país. Esto no es solamente de ahora, prácticamente, desde que fue fundada ha tenido esa importancia. La cual era tal que “La provincia neogallega comprendió desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII los actuales estados de Nayarit, Zacatecas, Aguascalientes, así como gran parte de los de Jalisco y Sinaloa, y una pequeña fracción de los de San Luis Potosí y Durango. El territorio de la Nueva Galicia comprendía, en total, 22 alcaldías y 13 corregimientos. El 4 de diciembre de 1786, Carlos III expidió la ley titulada “Real Ordenanza para el establecimiento e instrucción de intendentes de ejércitos y provincia en el reino de Nueva España”, mediante la cual se estableció en el virreinato el sistema político-administrativo de intendencia, que se mantuvo hasta las primeras décadas del siglo XIX. Con este sistema, Nueva España se vio dividida en 12 intendencias y tres provincias”.
Así, el reino de Nueva Galicia cambió su nombre por el de Intendencia de Guadalajara, y se modificaron también sus límites, quedando integrada por el territorio de las hoy entidades de Jalisco, Aguascalientes, Nayarit y Colima, y comprendiendo 26 jurisdicciones o partidos. Al finalizar el siglo XVIII, la Nueva Galicia alcanzaba una extensión territorial de más de 9,600 leguas cuadradas, pobladas por más de medio millón de habitantes, y divididos en 27 jurisdicciones”. (1)
De allí surge la importancia del Puente Grande, construido hacia 1716 para cruzar el río Santiago que, a unas decenas de kilómetros emanar del lago de Chapala, cruza por El Salto para luego pasar por la comunidad que ahora conocemos como Puente Grande. En este sitio existió una garita, de la cual aun vemos parte de su construcción. Era el acceso que había a Guadalajara por el Camino Real el cual conectaba a esta ciudad con Valladolid y de allí a Toluca y la ciudad de México.
“En el tiempo en que José Bonaparte invadió España, Manuel (refiriéndose a Manuel García de Quevedo y de Mier Ríos Terán y Villegas, dueño de la hacienda de San Juan de En medio, cercana al Puente Grande ), fue cónsul del tribunal del consulado francés en Nueva Galicia. “Eso lo que indica es que no estaba ni con España ni con Francia, él estaba con México, y se dirigía hacia lo que le convenía a la población local”. Además de sus funciones públicas, Manuel fue propietario de las haciendas del Cuatro, del Rosario y la del Castillo y de San Juan de Arroyo de En Medio, que abarcaban los actuales municipios de Tonalá, Zapotlanejo, El Salto, Tlajomulco y Guadalajara porque llegaban hasta el Parque Agua Azul. En las haciendas se producía trigo y maíz, por lo que conformaban un importante centro de producción y distribución del Occidente de México y daba empleo a la mayoría de la población que vivía en sus alrededores. La producción se exportaba a Europa, se la transportaba por el camino real hasta Veracruz y llegaba al puerto de Santander, España.
“En el tiempo en que José Bonaparte invadió España, Manuel (refiriéndose a Manuel García de Quevedo y de Mier Ríos Terán y Villegas, dueño de la hacienda de San Juan de En medio, cercana al Puente Grande ), fue cónsul del tribunal del consulado francés en Nueva Galicia. “Eso lo que indica es que no estaba ni con España ni con Francia, él estaba con México, y se dirigía hacia lo que le convenía a la población local”. Además de sus funciones públicas, Manuel fue propietario de las haciendas del Cuatro, del Rosario y la del Castillo y de San Juan de Arroyo de En Medio, que abarcaban los actuales municipios de Tonalá, Zapotlanejo, El Salto, Tlajomulco y Guadalajara porque llegaban hasta el Parque Agua Azul. En las haciendas se producía trigo y maíz, por lo que conformaban un importante centro de producción y distribución del Occidente de México y daba empleo a la mayoría de la población que vivía en sus alrededores. La producción se exportaba a Europa, se la transportaba por el camino real hasta Veracruz y llegaba al puerto de Santander, España.
Cuando se entera que los insurgentes están perdiendo la Batalla de Puente de Calderón, los datos dicen que sale al galope hasta el sitio y rescata al general Ignacio Allende y lo trae a la Hacienda. Lo que sabemos es que en ese momento Hidalgo y Allende ya estaban de choque, después de la Batalla de Calderón Hidalgo pierde el mando de las tropas insurgentes y las toma Allende. Lo que fue hacer Manuel fue salvar al general para que no fuera arrestado, y por lo tanto procesado y ejecutado, aunque después eso pasó en Chihuahua. Allende estuvo en la Hacienda la noche del 17 de enero de 1811 porque lo que tenía que hacer era huir. Después las cosas se le complicaron a Manuel, tanto que tuvo que huir del país. Cuando los insurgentes empezaron nuevamente a controlar, Allende fue el que hizo que escoltaran a Manuel hasta el puerto de Veracruz para que se fuera. Regresó un año después. Mientras estuvo en España, con el control de las haciendas quedó su hijo José Valente G. de Quevedo y Portillo, papá de Manuel G. de Quevedo y Zubieta, pero se tuvo que esconder en el poblado de Tlajomulco”. (2)
Fuentes:
1.- Enciclopedia de los Municipios de México. Estado de Jalisco.
http://www.e-local.gob.mx/work/templates/enciclo/jalisco/hist.htm
2.- Duran, Cecilia. Artículo en La Jornada publicado el lunes 29 de junio de 2009 La Hacienda de San Juan, testigo silente de la historia de México
http://www.lajornadajalisco.com.mx/2009/06/29/index.php?section=cultura&article=012n1cul
1.- Enciclopedia de los Municipios de México. Estado de Jalisco.
http://www.e-local.gob.mx/work/templates/enciclo/jalisco/hist.htm
2.- Duran, Cecilia. Artículo en La Jornada publicado el lunes 29 de junio de 2009 La Hacienda de San Juan, testigo silente de la historia de México
http://www.lajornadajalisco.com.mx/2009/06/29/index.php?section=cultura&article=012n1cul
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