jueves, 1 de julio de 2010

Hacienda Solís, Municipio de Temascalcingo, Estado de México. Cabeza Número 41

Es cosa, tan solo, de cruzar el valle de Maravatío, justo donde termina Contepec para entrar en otro magnífico valle el cual tiene también la fortuna de ser cruzado por el río Grande de Toluca, por lo tanto, abundante agua durante todo el año para de este modo convertirse en un de los grandes lugares de producción agrícola en lo que actualmente es el Estado de México.


La fertilidad, la bondad del clima y la población local de Mazahuas, principalmente, propiciaron el desarrollo de las ambiciones españolas durante la ampliación de los territorios conquistados hacia el occidente. A esto debemos agregarle el descubrimiento de ricas minas de oro tan solo al cruzar el valle, en Tlalpahaua.


En este entorno es donde floreció la Hacienda de Solís y es allí, justo en los jardines a la entrada de lo que fuera la Casa Grande de la hacienda, donde encontramos la Cabeza de Águila número 35, como fondo observamos la capilla, dedicada a San Miguel Arcángel.


“El auge de las haciendas en Temascalcingo fue en el siglo XVIII, cuando aumentó la demanda de cereales tanto de las reales minas de Tlalpujahua y El Oro como la ciudad de México. En Temascalcingo se erigen las haciendas de Solís (la más grande en tierra y producción), La Huerta, Ixtapa, Guadalupe, Nejapa o San Agustín, Calderas, la de Tolimán o San Francisco, Quenicua, Ojo de Agua, Mateje, Juanacatlán, San Vicente, San Isidro, El Jacal y la hacienda del Batán.


Temascalcingo forma parte de la geografía donde se gestó el movimiento independentista; la opresión, los atropellos en contra de los pueblos indígenas, hizo reaccionar a los mazahuas y otomíes, reactivando el foxite (capacidad de autonomía para resolver sus problemas en forma conjunta y democrática) en el proceso de cambio, de resistencia y de lucha en contra del opresor. El científico alemán Alejandro de Humboldt atraviesa esta tierra rumbo a Valladolid por el Camino Real.


La madrugada del 16 de septiembre de 1810, el grito de libertad de Miguel Hidalgo sacudió la conciencia del pueblo que se levantó en armas para combatir al gobierno, la noticia se conoció en el municipio y fue apoyada. Ignacio López Rayón, originario de Tlalpujahua, se entrevista con Miguel Hidalgo el 23 de octubre en Maravatío y recibe el cargo de secretario de Hidalgo; este día se lanza un manifiesto, toma el Real de Tlalpujahua y organiza el paso del ejército insurgente. Después de Tepetongo, Hidalgo avanza hacia la hacienda de Solís”. (1)


Seguramente don Miguel Hidalgo reconoció el camino que ahora su tropa estaba recorriendo, pues años atrás, luego de la clausura del Colegio Jesuita de San Francisco Javier en Valladolid a consecuencia de la expulsión de los Jesuitas de los territorios de ultramar de la Corona española. Era 1767, don Miguel Hidalgo contaba 12 años de edad y fue enviado a Tejupilco, Estado de México, lugar de origen de su padre, don Cristóbal y residencia de sus familiares.


“El presbítero don Miguel Hidalgo y Costilla, cuyos antecedentes familiares tienen mucho que ver con el Estado de México, ya que su padre, don Cristóbal Hidalgo y Costilla fue originario de San Pedro Tejupilco…” (2) Don Miguel, junto a su hermano José Joaquín, se hospedaron durante tres meses con su tía materna, María Costilla en Tejupilco, al sur de Toluca, esa es la razón por la cual, el camino que ahora está siguiendo le era ya conocido.


La hacienda de Solís es en la actualidad sede del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario número 13 “Adolfo López Mateos”, desde noviembre de 1991, el edificio está totalmente rescatado y muestra toda la grandeza que allí dentro hubo en su momento.


Fuentes:


1.- Enciclopedia de los Municipios de México

http://www.e-local.gob.mx/work/templates/enciclo/mexico/mpios/15085a.htm


2.- Victoria Moreno, Dionisio. La guerra de Independencia en el Estado de México. Biblioteca Mexiquense del Bicentenario. Toluca, 2007.



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