Luego de un mes de tener en resguardo la cabeza de Hidalgo y de los otros tres caudillos, Allende, Aldama y Jiménez; el 11 de octubre de 1811 son enviadas a León, cada vez están más próximas a su destino aparentemente final en Guanajuato. Aunque la idea de que, luego de exhibirlas en Guanajuato, serían enviadas a sus lugares de origen en Dolores y San Miguel el Grande. Solo que, debido al temor de ser asaltados en el camino por los seguidores, o, como se les decía en la época, los adictos a la Insurgencia, más específicamente, los seguidores de Albino García y la revuelta que ese envío podría provocar, se optó por dejarlas en Guanajuato. Vemos en la foto la Catedral de León como lucía a finales del siglo XIX, por cierto, en 1811, al paso de las cabezas, la catedral no estaba construida aun, así como la conocemos. La foto la tomé del diario La Jornada.
9 leguas separan a Lagos de León, el recorrido seguramente se realizó solo con un cambio de cabalgaduras, a la villa de León llegó el macabro envío el 11 de octubre. Al día siguiente las cabezas fueron exhibidas, no se sabe en donde, seguramente en la que fuera la plaza mayor o plaza principal de la villa, eso que se conoce ahora como Plaza de los Fundadores, pero documento no hay o, al menos, yo no encontré alguno. Lo que vemos era el Jardín Hidalgo, la foto la tomé de Ruelsa.
9 leguas separan a Lagos de León, el recorrido seguramente se realizó solo con un cambio de cabalgaduras, a la villa de León llegó el macabro envío el 11 de octubre. Al día siguiente las cabezas fueron exhibidas, no se sabe en donde, seguramente en la que fuera la plaza mayor o plaza principal de la villa, eso que se conoce ahora como Plaza de los Fundadores, pero documento no hay o, al menos, yo no encontré alguno. Lo que vemos era el Jardín Hidalgo, la foto la tomé de Ruelsa.
Una fotografía de años pasados, de la Plaza de los Fundadores en León. La foto viene del sitio electrónico Ruelsa.
Nueve leguas separan a León de Silao, la cual sería la última escala del macabro envío. En Silao las cabezas de los caudillos estuvieron la noche del 13 de octubre. Se desconoce también el lugar donde hayan sido exhibidas las cabezas. A este punto me pregunto si esas cabezas eran sacadas de sus contenedores o, si en caso de que fueran una especie de vitroleros, dando crédito a que iban en vinagre y sal, eran esos contenedores los que formaban parte de la repugnante exhibición ordenada por Calleja. Desafortunadamente no he logrado encontrar más datos, aunque mucho me temo que este pasaje no ha sido estudiado del todo. Esperemos que, cuando estos últimos artículos que he publicado motiven a los aficionados a la historia de la región por donde pasó esto que hemos determinado en denominar "el macabro envío" nos vayan dando luz de datos que corroboren lo sucedido entre Chihuahua y Guanajuato, a lo largo del Camino Real de Tierra Adentro, entre agosto y octubre de 1811.
Con esta fotografía, una auténtica obra de arte, captada por la lente del silaoense Romualdo García, solo anotamos que luego de la exhibición de la cabeza de Hidalgo en Silao el día 13 de octubre de 1811, a la mañana siguiente salieron rumbo a Guanajuato, distante tan solo 5 leguas. La idea de Calleja de recibir el mismo las cabezas y exhibirlas como trofeo justo al cumplirse el primer año de la sangrienta toma de Granaditas, el 28 de septiembre, no pudo realizarse, los motivos los hemos mencionado ya: la presencia de Albino García en los Altos de Jalisco.
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