martes, 29 de junio de 2010

Apeo, municipio de Maravatío, Michoacán. Cabeza número 37

Estamos, nuevamente, en el punto de la duda. Según la “ruta oficial” de Maravatío, en donde hay una Cabeza de Águila, el cura Hidalgo siguió a Pateo. “De esta población de Maravatío las fuerzas insurgentes al mando del párroco de Dolores continúa su avance y toca los siguientes poblados: Pateo y Tepetongo”. Solo que, yo encontré una Cabeza más, la ubicada en Apeo, Michoacán. (1)


Esto no me hace perder la credibilidad a la ruta que marca en su libro el Profesor Jiménez de la Rosa, sino que me da la certeza de que es necesario ver físicamente los lugares, preguntar a la gente de la localidad y saben de una de las estelas para tener, en medida de lo posible un registro más apegado con la realidad. Así fue como conocí a Alejandro Morales, quien conduciendo su microbús y luego de oír a historia de los monumentos de Cabeza de Águila, me dijo que él sabía de tres y me llevó a conocerlos.


Siempre estaré agradecido a Alejandro Morales el haberse salido de su ruta habitual en el servicio que hace a las comunidades al oriente de Maravatío pues, si no hubiera sido por él, no hubiéramos dado con tres Cabezas más para ver en esta relación que estoy haciendo, el se encuentra en las proximidades de la Terminal de autobuses y su unidad tiene como destino la comunidad de Pateo.


El valle que conforman los actuales municipios de Contepec, Maravatío e Hidalgo, en el estado de Michoacán, son tierras fértiles que tuvieron la bendición de contar con uno de los ríos más limpios y caudalosos (tiempo pasado) del centro del país, el llamado río Grande de Toluca, al cual conocemos en la actualidad como Lerma. Si eran ricos valles agrícolas, tenían además la ventaja de que un poco al sur, cruzando la sierra, se ubicaban las ricas minas de Tlalpahaua y El Oro. “Después de la conquista española, el virrey Antonio de Mendoza -según se afirma-, fundó la población en 1540, para que sirviera de barrera contra los chichimecas. En este lugar los misioneros establecieron un templo con el nombre de San Juan Maravatío”. (2)


Taxiamora era el nombre de la población principal que los tarascos tenían, fue el lugar en donde se dio el primer contacto entre ellos y los españoles con Cristóbal de Olid a la cabeza y fue, pocos años más tarde, parte de la enorme encomienda que el propio Hernán Cortés se adjudicó a si mismo. Dadas las riquezas de la zona, se volvió zona de disputas, de traspasos, y se sucedieron una a una las ventas de terrenos, surgieron, pues, una buena cantidad de Haciendas, dentro de las cuales encontramos precisamente a Apeo, lugar por donde pasó don Miguel Hidalgo un 23 de Octubre de 1810.


Eran ya 80 mil el número de personas que formaban al primer Ejército Mexicano, elevado número para alimentar. En buena medida, si seguimos la Ruta de Hidalgo desde el punto de vista práctico, notaremos que de aquí en adelante, los siguientes puntos serán las ricas haciendas que surtían de lo necesario al centro de la Nueva España.


Fuentes:


1.- Jiménez de la Rosa., Felipe. Ruta de Hidalgo 1810-1811. Pluma y Lápiz de México. México, 1960.


2.- Enciclopedia de los Municipios de México

http://www.e-mexico.gob.mx/work/EMM_1/Michoacan/Mpios/16050a.htm



1 comentario:

  1. Rigo desde California me parece un extraordinario trabajo ya faltan mas personas como ustedes para realizer mas labores sociales y rescatar parte de la historia.

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