En Valle de Santiago, la ciudad de las Siete Luminarias no existe la estela de Cabeza de Águila. Aquí se sabe muy bien que el cura Hidalgo pasó la noche del 11 de octubre, sin embargo
Si pensamos que son ya más de veinticinco días de continua cabalgata, de entrar y salir de pueblos, ranchos, villas, haciendas, de hablar y hablar la misma idea, de dirigir, dar órdenes, no tener tiempo suficiente para comer con tranquilidad, mucho menos para dormir. Se dice que don Miguel a lo más llegaba a dormir dos horas, luego de iniciada la lucha armada. Así es como se enfila rumbo sur desde Salamanca, luego de cruzar por primera vez el río Grande, ya llamado “Lerma”, río que, por cierto, será una constante por algo así como dos meses.
Con este cansancio acumulado “pernoctaron en Valle de Santiago, donde encontraron los caudillos bondadosa acogida de la parte de un español, don Benito González, que mucho simpatizaba con el movimiento libertador, desde sus inicios, conforme a lo que de él nos dice el estimable escritor vallense don Saturnino Araiza. “Don Benito González era originario de España, de un pueblo de las provincias levantinas; quizá a ello se debió que fueron conocidos él y sus hijos por “los moros” en verdad que su tipo no desdecía de los abencerrajes: fuerte, ágil y de líneas faciales que denunciaban su descendencia moruna, al verle, por su porte arrogante, recordaba aquel famoso Abindarráez, capitán de Alora, cuando fue a Málaga a celebrar bodas con la bella jarifa” (1)
Saturnino Araiza continúa, según lo vemos en la obra de Vargas: “Don Benito amó a esta tierra de verdad, a la vez que fue un benefactor que hizo el bien a todos los menesterosos… fue un entusiasta simpatizador de
Este hecho de don Benito, de hospedar al cura Hidalgo en su casa, le traería fatales consecuencias más adelante ya que él “y sus dos hijos varones apodados Los Moros, vecinos del Valle de Santiago, ricos propietarios de unas
“Se ofreció a Iturbide por el rescate de los prisioneros su peso en oro, pero fueron inútiles las proposiciones; tratábase de partidarios incondicionales de la bendita causa de
“En la plaza principal del pueblo, frente a frente de la iglesia, que horas antes había sido atropellada, formóse el lúgubre cuadro, en cuyo centro colocáronse los ajusticiados, sin dar a conocer en su semblante el más mínimo rasgo de temor o apocamiento: el espíritu había dominado a la materia, y en breve el suelo de México se tiñó de sangre redentora”.
“! Tres nuevos mártires habían pagado con su caída el inmenso amor a la patria y el culto singular a sus libertadores! (4)
Concluimos dos cosas muy importantes, uno, que efectivamente don Miguel Hidalgo durmió la noche del 10 de octubre en Salamanca, y segunda, que seguimos encontrando héroes desconocidos que en este Bicentenario, reclaman ser dados a conocer con su importante participación en el movimiento libertario de México.
Fuentes:
1.- Vargas, Fulgencio. Camino de
2.- Ibid
3.- Lara González, Benjamín. En el mero Bajío. Microhistoria Regional. Edición del Autor. Guadalajara, 1999.
4.- Vargas, Fulgencio. La insurrección de 1810 en el Estado de Guanajuato. Ediciones
Hola
ResponderEliminarMuy bueno reportaje, excelente, gracias.
Bien, para aportar algo, le comento, si existe la estela del áquila en el municipio, solo que ya se ha ido destruyendo, a causa por los agentes naturales y por bandalismo, está sobre la carretera rumbo a Yuriría, a la bajada del panteón de San Jerónimo.
Al parecer, no estoy muy seguro, había otra en el monumento a la madre y una más en el antiguo jardín de la ranas, ahora mercado Hidalgo, esta ultima, fue retirada para acondicionar el mercado.
Para futurs comentarios, de favor escribame a arq.templario.gto@live.com.mx
Hola
ResponderEliminarMuy bueno reportaje, excelente, gracias.
Bien, para aportar algo, le comento, si existe la estela del áquila en el municipio, solo que ya se ha ido destruyendo, a causa por los agentes naturales y por bandalismo, está sobre la carretera rumbo a Yuriría, a la bajada del panteón de San Jerónimo.
Al parecer, no estoy muy seguro, había otra en el monumento a la madre y una más en el antiguo jardín de la ranas, ahora mercado Hidalgo, esta ultima, fue retirada para acondicionar el mercado.
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