jueves, 5 de agosto de 2010

Aculco, Estado de México. Cabeza número 82

Aculco es un lugar importantísimo en la lucha por la Independencia, para entender mejor lo allí sucedido, recurrimos al señor Javier Lara Bayón, conocedor a profundidad de todo lo acontecido en la región de Aculco, la que, por cierto, acaba se ser nombrada Patrimonio de la Humanidad, al formar pare del Camino Real de Tierra Adentro. Agradeciendo enormemente su colaboración, leamos con atención el recuento de los hechos:


“El día 5 de noviembre del año 810, acampó en este pueblo el numeroso ejército americano del Exmo. Señor Don Miguel Hidalgo y Costilla, a quien se recibió con el mayor júbilo y alegría de estos habitantes, no cesando repiques generales a vuelo y salva de cohetes por el espacio de diez horas”, consignan las Actas del Cabildo local, y no sorprende tan alegre recibimiento al saber que posiblemente desde fines de septiembre el pueblo se hallaba ya bajo control insurgente, pues José Ignacio Chávez, teniente de Justicia de este lugar, había aceptado unirse a la insurrección a instancias del comandante Miguel Sánchez, quien había recibido la instrucción de reclutar gente de boca del mismo Hidalgo.


San Jerónimo Aculco, situado en la Intendencia de México bajo la jurisdicción de la Alcaldía Mayor de Huichapan-Jilotepec, contaba en su territorio con cerca de seis mil habitantes de todas las castas, aunque la predominante era la raza indígena de la etnia otomí. La cabecera era un asentamiento pequeño, quizá con apenas medio millar de vecinos, y se extendía por unas cuantas manzanas que crecieron al amparo del antiguo convento franciscano, fundado en 1540 y secularizado en 1759.


Pese a su corta superficie, ennoblecían sus estrechas calles varias casas notables adornadas con bellas labores barrocas de cantería en sus ventanas y accesos, realzando su urbanismo tres plazas inmediatas a la parroquia. Aunque sus habitantes labraban la tierra, criaban ganado menor, practicaban la alfarería, la herrería, la cantería, el tejido y el curtido de pieles, en realidad su mayor riqueza la representaban la arriería y los ochenta hatajos de mulas dedicados al acarreo de mercancías por el camino de tierra adentro.


Nacido como pueblo de indios, desde mediados del siglo XVIII los caciques y principales indígenas de Aculco que antaño poseían las mejores casas y solares han venido siendo desplazados por los criollos y mestizos, que forman ya en 1810 la élite del poblado. Entre ellos está doña Mariana Legorreta del Castillo, dueña de una imponente casa en la esquina de la Plaza Mayor en la que el cura de Dolores es albergado. Posiblemente asiste a este episodio José Rafael Polo, cuñado de Mariana, quien militará después en la insurgencia y se convertirá en héroe epónimo del municipio de Polotitlán, territorio desmembrado de Aculco en 1852.


La “Casa de Hidalgo” como se le conoce desde entonces, conserva las huellas de la magnificencia que debió tener en 1810 en su gran portada con jambas barrocas y en las dos portadillas de cantera labrada de sus accesorias. Al fondo del patio se encuentra la sala en la que se dice durmió el cura de Dolores dos noches, las del 5 y 6 de noviembre. Pero la planta alta del inmueble fue derribada por el terremoto de 1912 y desde entonces se ha venido rehaciendo la mayor parte del edificio, llegando las alteraciones hasta la construcción frente a su fachada de un portal pomposo pero mal diseñado en el 2008. Por si fuera poco, la fecha de estancia del padre Hidalgo en el lugar han sido eternizadas en el sitio por partida doble y equivocada: la primera, en una placa de mármol de 1953 que indica que Hidalgo estuvo ahí el 11 de noviembre de 1810; la segunda, en el reloj de sol del patio (copia reciente del reloj del claustro del convento), que repite la fecha errónea.


A un costado de la Casa de Hidalgo se encuentra una de los sitios más hermosos del bello pueblo que es Aculco: la plazuela Hidalgo (que antiguamente llevó el nombre de “Plaza del 7 de noviembre” precisamente por los acontecimientos de 1810). En ella se levanta el monumento a Miguel Hidalgo y en uno de sus extremos se erigió en 1960 la estela con la cabeza de águila que conmemora la estancia del caudillo en este lugar. Sólo duró 14 años en ese sitio, pues en las obras del “Programa Echeverría de Remodelación de pueblos” (que fue el que falseó un poco la apariencia del pueblo al darle su color blanco uniforme) fue removida y arrojada al escombro en las canchas de la Escuela Primaria Isidro Fabela. Ahí la conocí en la década de 1980 y creí que permanecía aún en el mismo estado de abandono, pero apenas hace dos días el Dr. Xavier Noguez del Colegio Mexiquense me ha dado la buena noticia de que fue a fotografiarla y la encontró bien cuidada y ya sobre un nuevo pedestal.


Pero volvamos a la llegada de Aculco al pueblo. Apenas es imaginable la presencia de tantas decenas de miles de insurgentes en sus calles y seguramente no hubo casa, mesón o corral que no sirviera de albergue a los soldados. “La artillería y multitud de indiada nos impedía el paso… en la plaza… estaban todos los coches, las mulas sin guarniciones y muy pocos cocheros”, escribió don Diego García Conde. Él mismo presencia el encuentro entre Aldama y el cura, así como la triste confesión de Hidalgo “hemos errado enteramente el golpe y todas nuestras medidas se han frustrado”. Más tarde también escucha a los Aldama y Allende compartir su enojo contra “el bribón del cura Hidalgo”, furiosos por su decisión de no tomar la ciudad e México”.


Para ver más de lo sucedido en la Casa de Hidalgo en Aculco con su remodelación, entra aquí:


http://elaculcoautentico.blogspot.com/2008/05/la-casa-de-hidalgo-caricatura-de-lo-que.html


Fuentes:


Respuesta a un cuestionario sobre estadística, 1820. Secc. Estadística. Caja 1. Exp. 1. Archivo Histórico Municipal de Aculco (AHMA).


Suárez Argüello, Clara Elena. Camino Real y Carrera Larga: la arriería en la Nueva España durante el siglo XVIII. México, 1997. CIESAS.


Respuesta a un cuestionario sobre estadística, 1820. Secc. Estadística. Caja 1. Exp. 1. AHMA.


Cavo, Andrés. Suplemento a la historia de los tres siglos de México, durante el gobierno español. México, 1836. Imprenta de la Testamentaría de D. Alejandro Valdés. Tomo III.


Guerra, José. Historia de la Revolución de Nueva España. Londres, 1813. Imprenta de Guillermo Glindon.


Lastra, Yolanda. Los otomíes: su lengua e Historia. México, 2006. IIA UNAM.


Bustamante, Carlos María de. Campañas del general D. Felix María Calleja. México, 1828. Imprenta del Águila. Pág. 19


Comunicación del Ayuntamiento de Aculco a su superioridad. Aculco, 25 de mayo de 1825. Actas de Cabildo. Exp. 1. AHMA


Hernández y Dávalos, Juan E. Colección de documentos para la historia de la Guerra de Independencia. Versión electrónica. México, 2007, Universidad Nacional Autónoma de México.


Alamán, Lucas. Historia de Méjico, desde los primeros movimientos que prepararon so independencia en el año de 1808 hasta la época presente. Tomo III. México, 1849-1850. Imprenta de J.M. Lara.


Bustamante, Carlos María de. Cuadro histórico de la Revolución Mexicana. México, 1961. Comisión Nacional para la Celebración del Sesquicentenario de la Proclamación de la Independencia Nacional y del Cincuentenario de la Revolución Mexicana. Tomo I.


AGN. Operaciones de Guerra. Vol. 141. Exp. 42. F. 76-78.


García, Pedro. Con el cura Hidalgo en la Guerra de Independencia. México, 2002. H. Congreso de La Unión.


“Relación que hizo al virrey Venegas el coronel D. Diego García Conde, de todos los sucesos ocurridos en el ejército de Hidalgo desde el día 7 de octubre...” en Alamán Lucas. Historia de Méjico… Tomo I. Apéndice.


Sotelo, Pedro José. “Memoria del último de los primeros soldados de la independencia” (1874) en Hernández y Dávalos, Juan E. Colección de documentos para la historia de la Guerra de Independencia de México de 1808 a 1821. Tomo II. Núm 178. México, 2007. UNAM. Edición electrónica.



1 comentario:

  1. saludos
    He estado buscando informacion para levantar el aguila y he encontrado poca por eso recurri al internet hay poca informacion pero si he visto comentarios de vecinos criticando esta accion sinembargo tampoco participan ni se preocupan por iniciar la actividad

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