domingo, 25 de abril de 2010

¿Que tanto conocemos a Don Miguel Hidalgo y Costilla?

Este es uno de los tantos caminos por donde se puede llegar a San Felipe Torresmochas, al norte del estado de Guanajuato.


Haciendo un ejercicio de recopilación de datos de la vida de don Miguel Hidalgo, nos damos cuenta que, por un lado, tenemos a los héroes nacionales como símbolos, como fechas establecidas en el calendario para recordar, pero olvidamos que las vidas de ellos, son tan normales, son tan del día con día que no vemos que fueron personas como tu y como yo, que sufrieron, amaron, gozaron, y además tuvieron un ideal que siguieron, aquí algunos comentarios:


El panorama entre San Felipe y La Estancia del Vaquero, camino que recorrió el cura Hidalgo varios años, ofrece este panorama.


“Miguel Hidalgo, padre de la patria, era también padre de verdad. Según el blog de la familia Hidalgo Peña, descendiente del cura de Dolores, éste procreó cuando menos cinco hijos con tres mujeres.


La primera fue Manuela Sánchez Pichardo, madre de Agustina y Lino Mariano (una hija de éste, nacida en 1830, Guadalupe Hidalgo Aboites, recibió un homenaje del gobierno de Porfirio Díaz durante las fiestas del centenario en 1910 por ser descendiente directa del cura Hidalgo). Josefa Quintana Castañón, la segunda mujer, le dio a Hidalgo dos hijas, María Josefa y Micaela. La tercera fue Bibiana Lucero, con quien procreó a Joaquín.


José María Morelos y Pavón, también sacerdote, tuvo al igual que Hidalgo hijos con cuando menos tres mujeres, según lo reconoció en su juicio de inquisición. La primera fue Brígida Almonte, madre de Juan Nepomuceno Almonte, quien con el tiempo habría de ser ministro en el gobierno imperial de Maximiliano. Otra mujer, cuyo nombre Morelos se reservó en el juicio, tuvo una hija suya. La oaxaqueña Francisca Ortiz le procreó también un hijo”. (1)


En lo que fuera la capilla del antiguo panteón de San Felipe hay tumbas dentro de la misma.


A don Miguel Hidalgo en sus mocedades se le apodó El Zorro, veamos esto: “Que sus astucias, ficciones y engaños los exercitó en dicho colegio (el de San Nicolás en Valladolid), de manera que sus concolegas le llamaban el Zorro; dando a entender; en esta expresión que así como el Zorro es animal taymado astuto, fingidor y gañador, así este Reo era un verdadero Retrato, e imitador del zorro, en sus astucias, ficciones, mentiras y engaños, como se manifestara en esta Acusación.” (2)


Una calle de San Felipe Torresmochas, tal vez por aquí estuvo la Francia Chiquita, esta es una foto reciente.


Fue a raíz de los festejos del Centenario en 1910 que el historiador zacatecano Elías Amador publicó en varios artículos titulados Noticias biográficas de Insurgentes apodados, el cual reprodujo en 1946 por parte de la Secretaría de Educación Pública en su Biblioteca Enciclopédica Popular número 125, en el se da cuenta del apodo dado al cura de Dolores: “El ilustre Padre de la Patria, el esclarecido Caudillo de la Independencia, había hecho sus principales estudios, como es bien sabido, en el Colegio de San Nicolás, de la ciudad de Valladolid, y como la costumbre de aplicar apodos ha sido y es muy común entre las agrupaciones de estudiantes o escolares, los compañeros de Hidalgo, en el referido Colegio, le aplicaron el sobrenombre de Zorro, tal vez porque el aventajado estudiante había podido dar desde entonces evidentes muestras de sagacidad, de viveza y de cálculo.


Lo cierto es que bajo la piel de aquel Zorro seminarista, se ocultaba el futuro sacerdote que más tarde, poseído de ardiente amor patrio y animado por el noble sentimiento de ver libre y feliz al pueblo mexicano, acometió con heroica abnegación y arrojo la peligrosa empresa de disputar a España la libertad de Anáhuac; y entonces fue cuando el ignorado y débil Zorro del Colegio de San Nicolás, entró en justa y terrible lucha con el poderoso "León de Castilla". La vida política del insigne libertador es tan conocida ya en toda la República, que apenas habrá muy pocos mexicanos que ignoren lo que el inolvidable Cura de Dolores hizo en favor de nuestra independencia, o que no sepan que la generosa sangre de aquel preclaro patricio fue derramada en un patíbulo, como precio inestimable de nuestra libertad”. (3)


Si San Felipe se conoce como Torresmochas es porque hace tiempo las torres de la parroquia no estaban terminadas, esta es la torre ya concluida.


De don Miguel sabemos de su gusto por el juego, las tertulias, la vida social, el teatro y los libros, sabemos que debido a esto en San Felipe Torresmochas se le decía a su casa “la pequeña Francia”. “Estamos casi seguros de que cuando el muy lúcido y culto cura don Miguel Hidalgo y Costilla (en 1808) se puso en contacto con el capitán Ignacio Allende, nunca pensó en las magnitudes sociales del movimiento que iba a desatar. Si lo hubiera sabido, quizás habría preferido seguir criando abejas o continuar sumido en las lecturas en su casa, a la que llamaban “la pequeña Francia”; dada la reconocida admiración del cura por las ideas de la Ilustración. Gran mérito de Hidalgo fue el hecho de que no rehusó la responsabilidad que le cabía cuando la rebelión estalló”. (4)


En las cercanías de Dolores encontramos lo que ahora son las ruinas de la Hacienda de la Erré.


Lector asiduo y actualizado fue ya que “en los libros que leyó Miguel Hidalgo está la historia de su formación privada: 60 autores, de los cuales 21 eran latinos, 17 franceses, 11 castellanos, y 342 volúmenes, 3 de ellos en italiano. Hidalgo tradujo a Moliere y leyó en italiano la historia magistral de Clavijero; primer panorama crítico del pasado prehispánico de nuestro país. La biblioteca de Hidalgo (dice Roberto Ramos V en Los libros que leyó don Miguel Hidalgo, Ediotiral Jus, México 1969, página 27), revelan cuales eran los medios intelectuales de que disponían los hombres de estudios al término de la Colonia.


En el jardín principal de Dolores está este que fue el monumento que por decreto de Benito Juárez y ejecución de Porfirio Díaz, se levantó en honor del Padre de la Patria.


El joven rector Miguel Hidalgo pertenecía al grupo que seguramente se juzgaba heterodoxo en torno al obispo San Miguel. Hidalgo destacó por sus lecturas, sus agudos comentarios en las tertulias y su espíritu, innovador en los estudios. Hubo denuncias ante la inquisición hasta lograr su expulsión del Colegio de San Nicolás para aislarlo en San Felipe. En este apartado curato traduce a Moliere y hace representar El Tartufo. El crítico social necesitaba más; en Dolores, donde iría después de San Felipe, inicia su labor de educador del pueblo. Era el año de 1803. Dolores carecía de ejidos y la condición de los campesinos era lamentable no obstante la riqueza de la región. Hidalgo establece las primeras industrias de alfarero, herrería y carpintería; compra una pequeña casa junto al río para cultivar el gusano de seda con la técnica del libro publicado por Antonio Alzate en 1793; curte pieles, construye telares, elabora conservas con los frutos de la huerta cercana a la Hacienda de la Erré, y para culminar su obra educativa, imparte enseñanzas diversas que inician la transformación económica de Dolores. Sin embargo la verdadera transformación la haría el revolucionario Miguel Hidalgo con la abolición de la esclavitud no habría sido posible que la promulgara otro hombre que no fuera un educador. (5)


Esa es la arcada de lo que es ahora la Casa Parroquial en San Felipe Torresmochas, lugar en donde no vivió el cura Hidalgo, él tenía su “Francia Chiquita”.


Para terminar esta visión distinta a la imagen de don Miguel Hidalgo tomaremos algo de Juárez el otro gran héroe patrio que aunque no fue contemporáneo de Hidalgo, si hay una anécdota en la que nos recuerda un “aparente” encuentro “1863.- Al pasar la caravana de Juárez cerca de Dolores Hidalgo, Guanajuato, Juárez ordenó desviarse hacia tal población. Ahí se efectuó una reunión con el jefe municipal y los pobladores. Juárez visitó la casa de Miguel Hidalgo que se encontraba en buenas condiciones, allí el jefe municipal le hizo saber al presidente que tal anciano que se veía por ahí era el que custodiaba la propiedad además de que éste había sido amigo de Miguel Hidalgo. Juárez se acercó al hombre que pretendió reclinarse ante Benito, pero este lo detuvo y le dijo que era él quien debiese reclinarse ante el viejo por ser un héroe de la independencia. Juárez le preguntó al hombre sobre cómo era Don Miguel a lo que este respondió que era un hombre extraordinario. Juárez le dijo que él luchaba por los mismos ideales que Hidalgo”. (6)


Este es un retrato de don Miguel Hidalgo en la ex hacienda de Burras, lugar de la intimación a Calleja. Es notorio su deterioro y falta de respeto. Es una copia del original en Pachuca, de Jesús Becerril Martínez, 1976.


Fuentes:


1.- Sergio Sarmiento en su columna Jaque Mate del 12 de Febrero, 2010. Periódico Reforma.

http://www.sergiosarmiento.com/P%C3%A1ginaPrincipal/tabid/36/articleType/ArticleView/articleId/364/Amores-patrios.aspx


2.- Hernández Dávalos, Colección de documentos para la historia de la Independencia, tomo 1, núm. 55, pág. 130.


3.- Amador, Elías. Noticias Biográficas de Insurgentes Apodados Biblioteca Enciclopédica Popular · 125, SEP. México, 1946.


4.- Mires Fernando. La rebelión permanente. Las revoluciones sociales en América Latina. Siglo XXI Editores. México 1988.


5.- Robles Martha. Educación y sociedad en la historia de México. Siglo XXI Editores. México, 1981.


6.- 4.- http://es.wikipedia.org/wiki/Benito_Ju%C3%A1rez


Cúpula de la Parroquia de San Felipe Torresmochas, Guanajuato.


Un artículo más sobre Hidalgo aquí:

http://www.realdecatorce.net/elchuzo/9/baul.htm




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