En el Calendario mexica había una serie de celebraciones, religiosas todas ellas, en las que la danza era algo importante. El primer mes, llamado Izcalli, la resurrección, el crecimiento estaba dedicado a Xiuhtecuhtli, el dios del fuego y del año. “La mañana del sacrificio, a la hora de salir el sol, ya estaban dispuestos y ricamente vestidos con sus mejores galas y ornamentos, todos los capitanes guerreros, los nobles y señores principales y el mismo emperador, quien encabezaba en el patio del templo una danza sagrada con mucha gravedad…”
Era en el tercer mes, de los 18 en que se dividía el año, el llamado Tlacaxipehualiztli (desolladura de hombres) y estaba dedicado a Xipe Tótec … “para esta festividad, que se celebraba en el patio del tempo de Xipe Tótec, en la misma plaza mayor, sacrificaban cuatro cautivos de guerra, los cuales vestían como al dios de la primavera y les ponían insignias especiales para denotar las cuatro partes del mundo. Luego desollaban la piel de los cautivos y se las ponían, junto con las vestiduras de los dioses, los cuatro sacerdotes de mayor jerarquía del templo, los cuales empezaban una danza sagrada de gran solemnidad…”
Durante el séptimo mes, llamado Etzalcualiztli, potaje de frijol y maíz, y estaba dedicado a Tláloc... “Luego de lavados todos, salían a bailar las personas mayores a los patios de los templos; iban todos muy aderezados, de la misma manera como se pinta en los libros la figura de este mes, con una caña de maíz en la mano, denotando fertilidad y en la otra, una olleta de barro, denotando abundancia. Y así todos hacían solemne baile, tan largo que duraba todo el día”.
Tecuilhuitontli, pequeña fiesta de señores, estaba dedicada a Huixtocíhuatl, la diosa de la sal. Era el octavo mes del año… “Para esta festividad, sacrificaban a honra de la diosa Huixtocíhuatl una mujer compuesta con los mismos ornamentos que pintaba a la dicha diosa, todos de color amarillo. Desde diez días antes de la fiesta, esta mujer que había de morir, bailaba todas las tardes y parte de la noche, acompañada de otras mujeres que también bailaban y cantaba para alegrarla; eran todas estas mujeres danzando cogidas de las manos unas con otras y llevando todas guirnaldas de flores en la cabeza…”
El noveno mes del año se llamaba Hueytecuílhuitl, gran fiesta de señores, y estaba dedicada a Xilonen, la diosa del maíz tierno, los jilotes que empiezan a granar. “Todos estos días bailaban y cantaban juntos los hombres y las mujeres, cosa que pocas veces sucedía, pues por lo regular bailaban separados los unos de las otras. Todos iban muy ataviados con sus ricas vestidura, sus joyas y adornos; las mujeres bailaban con el cabello suelto, la cabellera toda destrenzada, tal como pintaban a la diosa Xilonen, y de la misma manera que entonces tenían los cabellos los jilotes del maíz.”
Tlaxochimalco es el décimo mes, y lo entendemos como el ofrecimiento de flores, dedicado a Huitzilopochtli. “Por la tarde, después de la comida, iban a bailar a los patios de los templos; y en estas danzas no hacían ningún ademán con los pis ni con las manos, ni con la cabeza; tampoco hacían meneo con el cuerpo ni daban vueltas ningunas; todos iban con pasos llanos al compás del son y del canto, que eran muy lentos; todos iban despacio, nadie osaba hacer bullicio, ni atravesar por el patio donde bailaban; todos los danzantes iban con gran tiento, que no hacían ninguna disonancia…”
El decimoprimer mes del año se llamaba Xocotlhuetzi, la caída de los frutos, y estaba dedicado a Xihutecuhtli, dios del fuego…. “pasado el mediodía, venían los mozos nobles del colegio del Calmécac y las mozas doncellas del recogimiento del templo, todos muy bien vestidos y aderezados con los ornamentos que exigía la ceremonia. Toda la tarde bailaban los jóvenes, cogidos de las manos, en torno a aquel árbol, al son del Huehuetl y el Teponaztli; llevaban como guía de la danza a un viejo que iba adelante, vestido con las insignias de Xiuhtecuhtli, que era el dios que se festejaba…”
Ochpaniztli era el doceavo mes, el tiempo de barrer y estaba dedicado a Tlazoltéotl, la diosa de la tierra y del pecado…. “desde ocho días antes de la fiesta, bailaban todos en silencio, sin cantar ni tocar el Teponaztli. Pasados estos días sacaban la mujer que era la imagen de Tateo Inan, compuesta con las insignias de la diosa y salían con ella las médicas y parteras, porque Tlazoltéotl era la patrona de las medicinas y los nacimientos; estas mujeres, ricamente ataviadas, hacían dos bandos que jugaban y escaramuceaban delante de ella, tirándose flores, hojas o ramos, todo con el fin de alegrar a la diosa…”
Panquetzliztli el mes 16 estaba dedicado al dios principal de los aztecas, Huitzilopochtli, quería decir el levantamiento de banderas…”el primer día de este mes comenzaban a prepara las danzas y los cantares de Hitzilopochtli, en el patio del templo mayor, donde bailaban todos juntos, hombres y mujeres; comenzaban estos ejercicios por la tarde y acabábanlos cerca de las diez de la noche; duraban estos cantos y danzas veinte días, hasta que se terminaban las fiestas...”
El último mes, llamado Tititl, estiramiento, estaba dedicado a Ilamatecuhtli, la anciana diosa de la tierra… “por eso en la fiesta y solemnidad de este mes hacían bailes de mujeres y hombres asidos de las manos. Comían en este día unos tamales agrios o acedos, para significar que estaban viejos y bebían atole también agrio, hecho de maíz morado. De esta comida ofrecían en los templos y en sus casas y no podían comer de ninguna otra…”
En este recorrido que hicimos por las festividades realizadas a lo largo del año en el calendario azteca, hemos visto que la danza tiene un simbolismo muy importante, importancia simbólica que sobrevive a lo largo y ancho de México que se engalana y explota en color y sentimientos durante las fiestas que se realizan, las cuales en la actualidad están ligadas al santoral Católico pero que tienen su fundamento en
Nota: Hay autores que dan distintas fechas, por lo tanto, distinta secuencia de los meses aztecas, como quiera, las características de las celebraciones son las mismas.
Todo lo aquí escrito en cursiva fue tomado del libro: El pensamiento mítico de los Aztecas. Jesús Álvarez Constantino. Balsal Editores, Morelia, Michoacán. 1977.
Si te interesa saber más sobre
http://www.wikilearning.com/articulo/la_cosmogonia_azteca/19431-2
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