Fue tan importante el Camino Real, que aun hoy día lo seguimos usando como referencia, esto es en Arroyo Zarco, Estado de México.
Hay un dicho que aun se oye en nuestros días, cuando nos lo dicen quiere decir que “de aquí en adelante” y la forma de decirlo es “di'ai p’al real”, cada que lo oímos debemos recordar que hubo una vez en la que por Real se entendía una población que no fuera de indios, o un lugar en donde hubiera una mina, una población que existe y que es real, no porque sea del rey, sino porque es una realidad. Y por Camino Real se entendía a la red carretera que a finales del siglo XVI se extendía por buena parte de
En este mapa franciscano podemos ver buena parte de la red de Caminos Reales que había a principios del XIX.
El Camino Real de Tierra Adentro era el más rico, pues unía los principales centros mineros con
El afamado Puente Tresguerras en Celaya, aunque no fue paso de
“En 1531, Sebastián de Aparicio convirtió el camino de México a Veracruz en una verdadera carretera. A él se debe el uso de las carretas tiradas por bueyes, transportadoras de las mercancías que hasta entonces habían sido acarreadas por Tamemes. Su primer biógrafo, el padre Letona, escribió en 1632: “nuestro gran Aparicio fue el inventor de esta grande comodidad, utilísima a todos en el reino”.
En esta escena tomada en Arroyo Zarco, nos damos cuenta de la tremenda belleza que el Camino Real tenía.
Ya conquistadas más tierras hacia el Norte, Aparicio hizo llegar sus carretas a Querétaro, en los linderos de las tribus Chichimecas, más tarde prosiguió hasta Zacatecas, recibiendo órdenes, además de empedrar el camino real que llevaba hasta este rico asiento minero. La bondad y la sencillez de Aparicio ganaron a los chichimecas, sin los cuales su obra hubiera sido imposible. Por esta ruta transitaban continuamente las carretas cargadas de plata; venían a la capital de
Zinapécuaro, en Michoacá, lugar por donde pasaran las tropas Insurgentes de Valladolid rumbo a
Después de mucho viajar Aparicio decidió retirarse a la vida sedentaria. Vendió su flotilla de carretas, se dedicó a la labranza y contrajo su primer matrimonio con una joven que murió poco tiempo después. Dos años más tarde volvió a casarse. El visitador franciscano fray Alonso Ponce, relata: “un día su mujer se quedó en casa con tres o cuatro doncellas y a todas se les antojó comer fruta de albaricoque, (Prunus armeniaca) cuando estaban más descuidadas se desgajaron las ramas del chabacano y todas vinieron al suelo”. A causa de los golpes la mujer de Aparicio murió. Este a los sesenta y un años tomó el hábito de San Francisco y, después de obrar muchos milagros, murió en 1600. Durante 1789, por medio de un decreto Pontificio, fray Sebastián de Aparicio fue declarado Beato. Su cuerpo se conserva incorrupto en la iglesia de San Francisco, Puebla, y es venerado por gran número de fieles entre los que sobresale el grupo que más le hubiese complacido: el gremio de Conductores de Vehículos que han hecho de é su patrón. (1)
En Xilotepec, Estado de México, fue el lugar que los franciscanos determinaron como inicio del Camino Real de Tierra Adentro, para ello instalaron
Continuamos leyendo tan interesante número de Artes de México: “Durante
Una verdadera sinfonía de verdes encontramos en las inmediaciones de Aculco, lugar de paso del Camino Real y del Ejéercito Insurgente.
A menudo en el altiplano, los “caminos reales” estaban bordeados de árboles del Perú o pirules (Schinus molle). Es curioso que estos árboles, que tan mexicanos nos parecen, fueran traídos en el siglo XVII por un virrey, quien ordenó que los correos fueran tirando puñados de semillas importadas de dicho país y que debían llevar forzosamente en sus alforjas. Esta medida fue tomada para reforestar y dar sombra al caminante y al ganado”. (2)
Luego de Querétaro el Camino Real se bifurcaba, este puente lo vemos cerca de Apaseo el Grande, Guanajuato.
A lo largo de los caminos reales fueron surgiendo haciendas, ventas, posadas, ranchos, pueblos, congregaciones y fue por esos caminos reales que el cura Hidalgo enfiló sus tropas con la idea de terminar el dominio de
Entre Ixtlahuaca y San Felipe, en el Estado de México se encuentra
Adentrándonos a los diarios de los viajeros que llegaron a México en plan de turistas o “espías” antes del movimiento de Independencia, vemos que, especialmente aquellos interesados en la minería, que eran la gran mayoría, hacen mención del Camino Real, de cómo luego de salir de
Esto que vemos en Nopala, Hidalgo, por aquí no pasó el ejército de Hidalgo, pero si un Insurgente: Villagrán. Nos da una idea de lo que bien pudieron ser las zonas urbanas del Camino Real.
Si nos referimos a
Al pasar por Jaripitío, la tropa de Hidalgo vio este tipo de paisaje, se enfilaban a
Fuentes
1.- Martínez del Río de Redo Marita. Senderos de México. Artes de México. Número 141. México, 1971.
2.- Ibid.
Una pequeña referencia que podrás encontrar sobre los testimonios de viajeros del siglo XVII en su paso por Salamanca, Guanajuato, lugar por donde el cura Hidalgo también pasó, lo encontrarás aquí:
http://elsenordelhospital.blogspot.com/2009/12/testimonios-de-viajeros-que-pasaron-por.html
Hola mi estimado Benja, te pido permiso para reproducir este articulo. Saludos y ojala pronto nos visites
ResponderEliminarMuy buena recopilación de datos...felicidades.
ResponderEliminarChulada de blog, simplemente hermoso, rico en infomaciòn.
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