martes, 24 de septiembre de 2013

Lo que ocurrió un día como hoy, 24 de septiembre de 1810, en Salamanca.

   Algunos autores dicen que fue un día como hoy, 24 de septiembre, de 1810, cuando llegó el ejército Insurgente encabezado por Miguel Hidalgo a la villa de Salamanca, venía de la rica ciudad de Nuestra Señora de la Concepción de Celaya, allá había ya sucedido un ligero altercado con Ignacio Allende, esto, debido a que al cura se le ocurrió arrojar monedas desde el balcón de la casa donde se hospedó, además del altercado que había entre detener o no detener a los españoles y llevarlos a Guanajuato como rehenes. El contingente había salido temprano de Celaya, cruzaron por el rancho del Guaxe, actual Villagrán; cruzaron por el Molino de Sarabia y llegaron a las goteras de Salamanca. Era un lunes, seguramente el cura y los principales habían escuchado la misa dominical en la ahora catedral de Celaya, tal vez en el templo del Carmen.

   Todo indica que en la villa la vida seguía su curso normal. Se dice que entonces la villa de Salamanca contaba al rededor de 12 000 habitantes, se estima que el grupo de gente que acompañaba a Hidalgo era de 20 mil, cosa que aterroriza a cualquiera, pensando que, si la villa daba abasto para mantener en sus trojes y su alhóndiga el alimento suficiente para sus doce mil habitantes, de pronto, una población que se ve prácticamente asaltada por más del doble del número de sus habitantes nos hace pensar en la dimensión del problema del abasto de alimentos durante los primeros meses una vez iniciado el movimiento de insurrección. Pensemos, además, que en Salamanca se fueron congregando pobladores de la parte de la ribera sur del río Lerma que se habían enterado del inicio del movimiento libertario.

   La idea es confusa pues, según lo podemos comprobar en el Libro de Bautismos de ese año, la segunda quincena de Septiembre de 1810 transcurre con regularidad, esto, al menos, en el sentido de los ritos religiosos pues se dan bautizos justo en los días en que se dice, entraron los Insurgentes, hasta el día que salieron. Vemos que en Septiembre 23 se bautizaron a dos niños, el 24 fueron 2; el 25 no hubo ninguno, este día, el 25, y la noche anterior, fueron cuando Hidalgo pernoctó en Salamanca. Para el día 26 hay solamente un bautizo. Uno el 27 y dos el 28. 1 el 29 y 4 el día 30. ¿Qué nos dice todo esto? Pues que, considerando que no hubo un solo bautismo el día 25, eso fue, quizá, debido a la presencia de los insurrectos y todo lo que conlleva un levantamiento de esa magnitud.

  Desconozco lo que tenía estipulada la Iglesia Católica en ese año, esto en cuanto al número de sacerdotes en relación al número de habitantes. Intuyo eran 4, incluido el Señor Cura,  pues veo sus nombres en el libro de Bautismos: Ignacio Muñoz, Teniente de Cura; Rafael García de León; José María Peredo Sacristán Mayor; todos ellos dependientes del Bachiller Don Juan Bautista Resámano, cura y juez eclesiástico de la Parroquia de Salamanca. Por otro lado, de ellos no hay noticia, como sí lo hay de los frailes agustinos, quienes, por apoyar a la causa, aportan la suma de 40,000 pesos que era una verdadera fortuna en la época, esto considerando que tal cantidad era el valor promedio que una hacienda de la región de Salamanca tenía entonces. 

    Ellos, los agustinos que, se dice, salen a recibir al cura Hidalgo en el atrio de su templo, fueron fray Manuel de Escalera, Padre Provincial, por cierto, de nacionalidad española y fray Salvador Agustín de Perea y Sabalza, criollo nacido en Salvatierra. ¿Por qué entregaron los padres agustinos el dinero a Hidalgo? Quizá para proteger las riquezas que dentro del templo guardaban o, tal vez, ellos tenían un verdadero interés por que la población local se liberara de la opresión española, cosa que es difícil de creer. Otra posible razón sería para reprochar lo que se podría considerar asalto a sus bienes, cuando la consolidación de los vales. A eso no tengo una respuesta concreta aun.

  Varios eran los españoles avecindados en Salamanca, al poco serían arrestados, junto con todos los españoles que vivían en las distintas poblaciones de la Intendencia de Guanajuato. Entre ellos iba el Administrador de alcábalas de la villa de Salamanca, don Agustín Cañas, su esposa, hija y yerno, todos ellos, excepto la hija, serían asesinados en Granaditas, cuando ocurrió la segunda arremetida de los insurgentes en la alhóndiga de Grandaitas, en Noviembre de 1810.

 Como colofón a este capítulo de la Historia de la Guerra de Independencia, te comento algo curioso que encontré en el Libros de Bautismos de 1810 de la villa de Salamanca. Considerando que solamente vi los correspondientes a la segunda quincena de Septiembre. Hay una constante en el apellido que aparece allí, sea el de los padres o el de los padrinos; se trata del de Conejo.

  Desde los registros bautismales del primer libro, el de 1651, aparece el apellido Conejo en un español, el que, supongo, era el propietario de lo que a la larga se volvería la Hacienda del Ancón, Nicolás Conejo. Se dice que los judíos conversos al ser cristianizados adoptaban el apellido con nombres de animales (conejo, borrego, león, vaca, toro, gallo, etc.); sabemos también que, cuando comenzó la colonización de México, los indios y negros no tenían apellido, luego de un siglo de presencia española, comienzan a aparecer los apellidos en los llamados castas, es decir, en los indios y negros, ellos en ocasiones adoptaban el apellido de su amo o propietario.

  Resulta que en estos registros bautismales revisados, 13 en total, en 6 de ellos aparece el apellido Conejo, pero siempre anotando que son personas de origen indio. De esos 13 registros, los 12 corresponden a personas anotadas como indios. Indudablemente que la masa era india, indios que reclamaban un trato más justo, la Guerra de Independencia había comenzado.



 La representación de Tomasa Estévez, la heroína salmantina.

Parte del templo y convento de San Juan de Sahagún en Salamanca, Guanajuato.



martes, 17 de septiembre de 2013

1952, documento que aclara que el cura Hidalgo nació en Corralejo y su Monumento.

   305.- Mucho se ha dicho, mucho se ha discutido, sobre el origen del Padre de la Patria. Recordamos el episodio de 1864, cuando Maximiliano, el efímero Emperador de México, ordenó que a Corralejo se de le diera categoría de ciudad, pero, los herederos de la hacienda, pensando que les sería expropiada, la queman. Aquí si que aplica aquello de que "ni para Dios ni para el diablo..." Sucedería al poco tiempo que, un grupo de vecinos de Cuitzeo de los Naranjos, actual Abasolo, decidió construir un monumento en el Rancho San Vicente, diciendo que fue allí el lugar en donde el cura Hidalgo había nacido. Esto ocurrió en diciembre de ese 1864, vendrían luego los conflictos relacionados con la invasión francesa, la reorganización del país cuando Benito Juárez toma la presidencia de nueva cuenta. Iniciaría después el gobierno de Porfirio Díaz... y para darle realce a las Fiestas del Centenario, ya que la campana de Dolores había sido trasladada a la ciudad de México, ahora sería la pila que, de acuerdo a los registros, fue la utilizada para bautizar a Miguel Ignacio Gregorio Antonio Hidalgo y Costilla, pila que se localizaba en la parroquia de Cuitzeo de los Naranjos. La duda quedaba: ¿en dónde nació realmente el cura Hidalgo? 

  En 1952 surge en Pénjamo un grupo de ciudadanos que, interesados por la historia regional, certifican que, efectivamente Miguel Hidalgo había nacido en la Hacienda de San Diego de Corralejo.

Comité Patriótico Pro Monumento a Hidalgo.

  El Comité "Pro Monumento a Hidalgo" de esta ciudad se permite el honor de adjuntar a la presente copia del Dictamen emitido y aprobado por el H. Conreso Mexicano de Historia en su X Sesión de Negocios celebrada en la ciudad de Guanajuato, Gto., donde los días del 10 al 20 de diciembre de 1950, documento en el que se declara por la Autoridad Máxima en Historia, que el verdadero origen del Libertador de México, Sr. Cura D. Miguel Hidalgo y Costilla , fue el casco de la antigua ex-hacienda de San Diego de Corralejo de este municipio de Pénjamo.

  En el discurso del año anterior este Comité remitió atento memorial al C. Presidente de la República, solicitándole que en su carácter de más alto Representativo de la Patria, se dignara lanzar la INICIATIVA correspondiente al pueblo de México, para erigir en la citada ex-hacienda un monumento digno de la grandeza del Héroe, que simbolice la gratitud de los mexicanos, para reivindicar el olvido que a través de ciento y tantos años se ha tenido par el Preclaro hijo de Pénjamo, que nos legara Patria y Libertad.

  De ser atendida nuestra solicitud, desde ahora pedimos a los habitantes del Municipio por usted dignamente representados, secunden la noble cruzada nacional apoyando nuestro propósito, para que en el solar abolengo del Prócer cuyas ruinas existen, y no en otro sitio cualquiera, se finque el testimonio de gratitud, el que como Dolores Hidalgo, Cuna de la Independencia, debe consagrarse como Santuario de la Patria por haber sido Cuna del Libertador.

 Estimándole sea muy servido acusarnos recibo de la presente, con este motivo le protestamos las seguridades de nuestra atención.

POR UN RECUERDO A LOS HEROES.

Pénjamo, Gto., 1º de Abril de 1952.

Por el comité: Prof. Guillermo López Aguilar; Prof. Guillermo Álvarez Morales; J. Jesús Amezcua Ortiz.

  Y el monumento se construyó, lo puedes ver aquí.... pero ¿en dónde quedó? eso no lo sé, cuando visite el ahora pueblo de Corralejo, no vi monumento alguno, fuera del estilizado que construyó el Sindicato de Maestros en 1960.

La cabeza de Hidalgo pintada por Jorge González Camarena.

  305.- Este detalle en el que, además de la cabeza de Hidalgo, vemos la de Morelos, Juárez, y un personaje más, que no logro identificar, se encuentra en la llamada Casa de Xicoténcatl, sede de la Cámara de Senadores, fue pintada por Jorge González Camarena.


sábado, 14 de septiembre de 2013

¿Desde cuándo celebramos el 15 de Septiembre?

   Yo confieso que soy uno de los que han afirmado, a pie juntillas, que desde 1896, cuando don Porfirio Díaz mandó trasladar la campana de Dolores a la ciudad de México se oficializó la ceremonia del Grito no por haber sido ese día el inicio de la Guerra de Independencia, sino por ser el 15 de septiembre su cumpleaños. En alguna ocasión leí, no recuerdo en cuál libro, que las conmemoraciones del 15 de Septiembre se instituyeron cuando Antonio López de Santana gobernaba al país en alguno de sus once periodos presidenciales, pero me pareció más histórico, o en todo caso, teatral, pensar que don Porfirio, cuando estaba en su festejo personal, salió al balcón, acalorado, y la gente al verlo desde el Zócalo lo saludó y le aplaudió; él correspondió y, además, les mandó tacos, garnachas y pambazos, instituyéndose de ese modo la fiesta del 15. Todo esto es mentira.

  Eso lo sé muy bien ahora que, prácticamente, tengo los "pelos de la mula" en la mano. Mejor dicho, tengo un documento que me dice que eso de la fiesta del 15 ya se celebraba, al menos, desde 1864.

  "En la última sesión que ha tenido la Junta Patriótica ha dispuesto drigir a V. el presente invitándolo y que a su nombre lo haga con el nombre del M. I. Ayuntamiento y demás autoridades y empleados para que se sirvan honrar con su asistencia y darles mayor lucimiento a los actos que en conmemoración de nuestra gloriosa Independencia tendrán lugar en la Plaza de la Constitución la noche del 15 y la mañana del 16 del presente.

  Igualmente ha dispuesto mediante el adjunto programa para que, si lo tiene a bien, se sirva darle publicidad por bando según se expresa el mismo.

  Además se a acordado suplicarle que ordene a los serenos que purguen las farolas del alumbrado en los arcos de los portales y los enciendan las noches del 15 y 16: en atención a que los fondos que se han reservado no son suficiente para la iluminación y también por que en ese día no se necesita el alumbrado de las calles por la iluminación que ponen los vecinos.

  Todo lo que tengo ahora de comunicarle recordandole a la vez las patentes de mi consideración y aprecio.

Independencia y Libertad. Septiembre de 1868

Miguel de Echegaray.

  Tengo la duda de que el firmante sea Miguel de Echegaray, ya que él fue el Alcaide de la Cárcel del Estado de Guanajuato que se localizaba en Salamanca y este documento, al parecer, fue remitido de la ciudad de Guanajuato al Jefe Político, precisamente de la villa de Salamanca. Lo que será ahora tarea es de ver el detalle del "programa anexo", para saber que era exactamente lo que sucedía en la noche de Septiembre y si ya se celebraba un Grito. Me llama la atención el detalle de las farolas del alumbrado público, pues, como allí lo menciona, había la costumbre de la gente de iluminar las fachadas de sus casas.

Fuente:

Archivo Histórico Municipal de Salamanca. Cultura y Deportes. Caja 260. Leg. 7

viernes, 13 de septiembre de 2013

La mujer que resultó no ser la esposa de de Albino García: Un "disculpe usted" histórico.

   Así luce hoy la plaza de los Niños Héroes en Salamanca, Guanajuato, con la bandera a media asta y el arreglo floral que, para recordarlos, se les llevó hoy. Del mito de los Niños Héroes, ya hemos hablado y hoy más bien usamos solamente esa toma para indicar que ya comenzaron, oficialmente, los festejos patrios del 2013, a tres años de Bicentenario. Aquí seguimos con el tema de la participación femenina en el movimiento de insurrección, el personaje de hoy tiene algo que ver con Salamanca, pues de Salamanca es Albino García y, dicen por ahí, que su esposa o amasia era Guadalupe Rangel, solo que, todo indica que hubo una confusión con los nombres, y el historiador Guzmán Pérez nos lo aclara.

  "No pocas mujeres fueron perseguidas y sentenciadas a morir frente al pelotón de fusilamiento por el delito de infidencia, aunque también es cierto que algunas lograron escapar con vida. Cuando Félix María Calleja tomó por asalto la villa de Zitácuaro, docenas de mujeres españolas, indias y mestizas que aun quedaban en aquel partido fueron despojadas de sus bienes y obligadas a abandonar el sitio, condenando al saqueo y a desaparecer entre las llamas. Las mujeres, niños y ancianos de la jurisdicción tuvieron que refugiarse en los pueblos vecinos de Tuxpan, Tuzantla, Irimbo y Taxiamora, sin contar con ningún tipo de ayuda ni sustento.

  "Asimismo, a mediados de enero de 1812 la Junta de Seguridad establecida en Guadalajara, capital del reino de la Nueva Galicia, formó sumaria a una mujer llamada Guadalupe Rangel, natural del pueblo de Cotija, Michoacán, de 25 años de edad, de religión católica y esposa del cabecilla Albino García. Las autoridades militares pensaron que se trataba del famoso Manco García, quien asolaba el Bajío guanajuatense, pero en realidad era sólo un homónimo del guerrillero salmantino; Rangel fue puesta en libertad cuando se supo que su esposo, un tío carnal suyo y un primo habían sido pasados por las armas en la hacienda de la Guaracha por los insurgenes; sin embargo, la represión psicológica a que fue sometida Rangel en el interior de la prisión debió ser difícil de superar.

Fuente:

1.- Guzmán Pérez, Moises. Las mujeres michoacanas en la Independencia. Historia ilustrada de la Guerra de Independencia en Michoacán. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, 2010. pp.14-15

jueves, 12 de septiembre de 2013

María Josefa Martínez Navarrete: Mujeres de Michoacán en la Independencia.

  Retomamos el tema de las mujeres que participaron en la guerra de Independencia, esta vez apoyándonos en el trabajo que realizara el historiador Mosiés Guzmán Pérez en su colaboración para los cuadernos de Historia Ilustrada. De allí extraemos algunos pasajes:

  "En este grupo de mujeres correos, que lo hicieron todo por amor y amistad, podríamos ubicar a María Josefa Huerta y Escalante, quien había nacido en Valladolid el 12 de abril de 1784, cuyos padres eran Anta María de Torres y Jerónimo Huerta Escalante. Contrajo matrimonio con Manuel Lino Villalongín Recacochea a finales del año de 1806, y fruto de esa unión nacieron dos hijas: Josefa Villalong´n y Huerta, quien años más tarde se casaría con Juan Caballero de Acuña, originario de San Agustín del Maíz, jurisdicción del pueblo de Copándaro y Manuela, de los mismos apellidos, quien se casó con Ramón Ortiz de Ayala, originario de Cuto, en el valle de Tarímbaro.

  También estaban su amiga María Josefa Martínez Navarrete. Había nacido en Valladolid el 22 de agosto de 1794 y fue hija de José Luis Navarrete y María Olaya Lloreda. A los 18 años de edad era novia de del tambor mayor del Batallón Provincial Ligero de México, José Villaseñor, alias Ratón, quien a principios de septiembre de 1811 tuvo la desgracia de ser descubierto portando una carta comprometedora, hecho que lo llevó al paredón. La carta le había sido entregada por las dos josefas la noche del 2 de septiembre de 1811 en el cementerio de la catedral y tenía como finalidad hacer que el teniente José Monroy se pasara a combatir del lado de los insurgentes. En su declaración, Villaseñor dijo estar consciente de la pena que se les aplicaba a los que sostenían correspondencia con los rebeldes, pero se defendió diciendo que lo había hecho "por tener demasiado amor a la referida Navarrete".

  "El 4 de septiembre las dos mujeres fueron interrogadas por el fiscal Manuel de la Concha frente a un consejo de guerra formado por lo capitanes Pablo Vicente de Sola, Lorenzo Cosío, Santiago Mora, Valentín Soberón y Pedro Yandiola. La esposa de Villalongín se sostuvo en su declaración diciendo que la finalidad de la carta era que el teniente Monroy cambiara de partido; que no había tenido comunicación con su marido desde diciembre de 1810 en lo que había visto por última vez, y que lo vio de nuevo a principios de septiembre de 1811, cuando le dio la carta, "y que no tiene más disculpa qué dar que haberlo hecho por el amor que le profesa a su marido don Manuel de Villalongín, quien se halla sirviendo a los insurgentes con empleo que éstos le han dado". Por su parte, la señorita Martínez Navarrete corroboró el testimonio de su amiga y protectora diciendo que "la íntima amistad de doña Josefa, en cuya casa vive (...) la estrechó a cometer el delito que ahora sabe que cometió".

  "María Josefa Huerta fue condenada a la pena capital, mientras que la señorita Martínez Navarrete permanecería encerrada en la Casa de Recogidas de la ciudad de Puebla, lugar en el que se recluían a las mujeres indigentes, vagabundas o consideradas deshonradas. Su padre, Jerónimo Huerta Escalante, envió una sentida carta al virrey Venegas el 17 de octubre de aquel año pidiendo el perdón para su hija, y este accedió a conmutar la pena capital por ocho años de reclusión. Empero, no pasarían muchos días para que María Josefa Huerta fuera rescatada por su propio marido del sitio en que había sido recluida, en medio de la algarabía de unos  el asombro de otros.

  "No obstante que Villalongín moriría en noviembre de 1814 en una refriega que tuvo lugar en el pueblo de Puruándiro, la señora Huerta logró ver consumada la Independencia. Murió en Valladolid el 15 de junio de 1825. En lo que respecta a la otra María Josefa, años después de la muerte de su novio, contrajo matrimonio con una persona de apellido Huerta. Ya viuda, falleció en Morelia el 10 de noviembre de 1829 y su cuerpo fue sepultado en el camposanto de la iglesia de San José de la misma ciudad. (1)


Fuente:

1.- Guzmán Pérez, Moisés. Las mujeres michoacanas en la Independencia. Historia ilustrada de la Guerra de Independencia en Michoacán. Cuaderno No. 11. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia. 2010. pp. 9-12