Se ha dicho por ahí que la escultura de la Cabeza de Aguila fue obra de los hermanos Tomás y José Chávez Morado. Eso es cierto y tampoco lo es. La obra es diseño de Tomás Chávez Morado, quién estaba más enfocado a la escultura que su hermano, si bien su estilo era un poco parecido, ambos tenían bien clara la idea de un nacionalismo representado a través de la imagen de un águila. Se ha dicho que desde años previos se trabajaba en el proyecto de la Ruta de Hidalgo, en realidad se comenzó a trabajar en él en el mismo 1960. Fue la Secretaría de Educación Pública, por medio de su Instituto Nacional de Bellas Artes quien lo ejecutó. El diseño fue bien preciso. Una estela trunca, vertical al frente y en diagonal al tras; de este modo le daba un cierto movimiento y, lo más importante, que el pico del águila apuntaba hacia donde continuó el Padre de la Patria a partir del 16 de septiembre de 1810 en la Parroquia de Dolores.
Al ver detalladamente la cabeza notamos con claridad la línea aerodinámica concebida, siempre con la idea del movimiento, de la continuación de la ruta. La cabeza forma una especie de triángulo; plana en la parte de atrás, el ojo del ave nos dice de su agilidad y fiereza. El águila lleva en el pico perfectamente integrado al cuerpo de la escultura, una especie de banda tricolor sobre la que está la leyenda de "Libertad". El diseño permitió a que cada Estado determinara que hacer con la escultura en términos de colorido. En el caso de Guanajuato se optó por dejar la pieza al natural. La que vemos en la primera imagen corresponde a Sarabia, Guanajuato. La que ahora vemos es la de Salvatierra, Guanajuato. Ambas son esculturas originales del taller de INBA.
Hubo algunos Estados que decidieron darle color, en el caso del Estado de México muchas de ellas fueron totalmente coloreadas, resaltando los ojos, el pico, y la bandera con la leyenda Libertad, quienes optaron por el color, coincidieron en pintar de dorado la leyenda. La que vemos ahora corresponde a Charcas, San Luis Potosí, en la que solamente vemos el lazo tricolor y su respectiva leyenda de Libertad.
En 1960, cuando fueron colocadas, algunas de ellas no llegaron a su destino, hubo unas, caso de Durango, que se quedaron empacadas y arrumbadas. Hubo algunas que por accidentes de tránsito fueron destruidas, se dice de una, en Valle de Santiago que quedó emparedada cuando se amplió el mercado municipal. Recuerdo haber visto, por la autopista Atlacomulco-Toluca, que una quedó justo a mitad de ambas vías, otra en un despeñadero a consecuencia del tajo que hicieron en la loma para que la autopista quedara plana... la que ahora vemos es una réplica, le mejor copia que he visto, se localiza en Cortazar, Guanajuato.
Al comparar la anterior, con esta que es de las originales, instalada en Salamanca, Guanajuato, vemos la diferencia, es mínima, se nota, especialmente un poco más ancho el listón que sale del pico del águila. Y si comparamos este diseño con el que se creó a consecuencia de los festejos del Bicenetnario, es cuando notamos que la réplica fue más bien mala.
Esta es una de las estelas de reposición que en el Estado de Guanajuato se colocaron en 2010,la que ahora vemos corresponde a la Alhóndiga de Granaditas, sitio en el que ocurrió uno de los episodios de la guerra de Independencia más conocido. Vemos que este diseño es más bien burdo, no tiene la agilidad, el dinamismo que el diseño original. Fueron varias las colocadas, pero no solo fue burda la copia, sino que cayeron en errores muy claros.
Es también la de Granaditas, la estela fue construida al revés, la parte vertical va al frente pues del modo que la pusieron da la impresión de tener el "pescuezo" retorcido, se pierde el dinamismo, la línea, la idea de movimiento.
Otra copia, aun más burda es la de Maravatío, Michoacán, la cual, además es del doble de tamaño que la original.
Una variante de cabeza son las colocadas en el municipio de Metepec, Estado de México.
Las esculturas originales de la cabeza de águila fueron hechas de concreto, tienen una estructura de varilla, que les da la firmeza necesaria pero, aun así el descuido, el paso del tiempo, las variantes del clima han destruido a muchas de ellas, como esta en Paredones, Coahuila.