No la conocí por dentro, no sé si estará restaurada o durmiendo el sueño del abandono, pero, andando por Santa María de las Charcas, en el Altiplano potosino, muy cerca de la plaza principal es dónde se encuentra esta casa en la que el Padre de la Patria se hospedó un par de noches, quizá más, cuando iba en huida y ya degradado de su cargo, el cual lo tomó Allende en la Hacienda de Pabellón.
Este es otro de los atractivos que guarda la Ruta de Hidalgo, la cual, bien lo sabemos está marcada por las Estelas de Cabeza de Águila, los árboles que se entretejen entre la historia y la leyenda y las casas en las que, se dice, pernoctó el cura de Dolores.
En 1953 hubo una conmemoración en México, la del Bicentenario del Natalicio de Hidalgo, razón que se le denominara como el Año de Hidalgo el cual, lamentablemente, pasó a la historia no tanto como el recuerdo que hubo al iniciador de la guerra de Independencia, sino al inicio (o continuidad) del saqueo a México por los ocupantes en turno de la silla presidencial.
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