Existe un personaje que es conocido más bien por el morbo (quasi interés) que causan los títulos nobiliarios en la Nueva España, su nombre antes de entrar al distinguido y costoso (dado que el título lo tenía que comprar) círculo, se llamaba Diego Rul Calero, una vez casado con acaudalada dama, en 1794 (fecha por corroborar) tiene la posibilidad que, aunado el caudal que acumuló en el comercio y la agricultura al de la esposa, que era la heredera del Conde de Valenciana, por ende la mujer más rica del continente, tiene la posibilidad de adquirir el título de Casa de Rul y manda hacer una casa que más bien era un palacio bajo el diseño del afamado arquitecto Tresguerras.
Cuando el palacio que erróneamente conocemos como casa del Conde de Rul, pues en algún momento ya en el México independiente con los títulos nobiliarios sin validez se olvidó que el palacio era del Conde de la Casa de Rul y la magnífica construcción que, por cierto, nunca habitó el conde dado que fue muerto en el episodio del Sitio de Cuautla de 1812, alteró la forma de referirse al inmueble y quedó como la casa del conde de Rul, siendo que era el palacio del conde de la Casa de Rul.
El Diego Rul compró además del título nobiliario el título militar, llegó a ser coronel de Regimiento de Infantería de la Provincia de Valladolid, especial interés tenía en que sus soldados estuvieran siempre bien uniformados, uniformes que él mismo entregaba y que -se dice- eran producidos en su fábrica de Acámbaro. Nacido en Málaga, nuestro personaje en cuanto tuvo la posibilidad de servir a la Corona española lo hizo, por lo que me parece extraordinariamente curioso ver ondeando la bandera francesa justo arriba del escudo del Conde de la Casa de Rul, dado que él, como buen español, especial antipatía profesaba en contra de los franceses dado que España había sido invadida por Francia y derrocado su Rey, Fernando VII, y entronizado el hermano de Napoleón, José Bonaparte al que se le conocía por el mote de Pepe Botella.
Entiendo muy bien lo que ocurre en nuestros días, a más de doscientos años de distancia de aquella invasión francesa a España, y aquel inicio de la Independencia de México, y las participaciones del Conde Casa de Rul a favor de España... pero, curiosidades de la vida, ahora en su palacio, ondea y ondeará por tres semanas la bandera tricolor que nos recuerda aquello de liberté, egalité, fraternité.
Habrá que aclarar que en este año de 2017, Francia es el país invitado del Festival Internacional Cervantino y que la delegación francesa estableció para este evento La Casa de Francia en el palacio del Conde Casa de Rul. Para ver el programa del XLV Festival Cervantino, entra aquí.
Para ver sobre el título del Conde de Casa Rul, entra en este enlace, en la página 209. La referencia del libro es: Ortega y Pérez Gallardo, Ricardo. Estudios genealógicos. Imprenta de E. Dublan, México. 1902.
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