San Jerónimo Ixtapantongo, municipio de Ixtlahuaca, Estado de México. Cabeza número 53

Dar con esta Cabeza de Águila fue un poco difícil pues, andando por el Estado de México con un amigo Jilotepecano que amablemente se ofreció a acompañarme a la tarea de ir a “cazar” prácticamente estos monumentos que casi están en el olvido pues, quienes han crecido en sus cercanías los han visto como cosa tan natural que piensan que allí nacieron y no saben ni, causa, motivo o razón de su existencia.

Así pues, recorriendo parte de lo que fuera la Carretera Panamericana, la mítica 45 y que ahora es la autopista que une a Atlacomulco con Toluca, dimos con esta estela que estando en la parte alta de la colina se vuelve como un águila al acecho de su presa. La presa éramos mi cámara y yo que la buscamos carretera arriba, carretera abajo, finalmente dimos con ella.

Luego de lo sucedido el 27 de octubre de 1810 en Ixtlahuaca, luego del enojo del cura Hidalgo y de la destrucción, con furia, del edicto de excomunión que en la parroquia se exhibía, al día siguiente, domingo 28 el ejército Insurgente salió, muy temprano por la mañana “rumbo a Toluca a donde llegó el mismo día al atardecer. Un religioso franciscano, Fr. Francisco Alarcón, así lo dijo a los inquisidores de México en una carta fechada el día 28 de octubre de 1810. Según ella, en Toluca, Hidalgo fue recibido con solemnidad y se le hospedó en las casas reales, donde recibió las visitas de los superiores de la Merced, de San Francisco, del Prelado de San Juan de Dios, de varios religiosos del Carmen y de otros vecinos importantes. (Cfr. El Procesos Inquisitorial y militar, seguidos a don Miguel Hidalgo y Costilla. INAH. 1960). (1)

Aquí encuentro algo interesante que desde hace tiempo estoy tratando de descifrar: la espiritualidad, el apego a las celebraciones litúrgicas y lo que es la parte ritual dentro del catolicismo. Y estamos justo en el lugar y en la fecha en la que, de acuerdo a los cánones establecidos, es un día marcado en rojo, es decir, es un día de particular importancia. “El color rojo es el color de la sangre y del fuego. Por eso se usa el Domingo de Pasión y el Viernes Santo, en la fiesta de Pentecostés, en las fiestas de la Pasión del Señor, en las fiestas de los Apóstoles y Evangelistas, y en las fiestas de los santos Mártires”. (2)

Un día antes don Miguel Hidalgo asistió a misa en Ixtlahuaca, era sábado, al día siguiente, domingo 28, enfilados a Toluca, se celebraba a dos Apóstoles, San Judas Tadeo y San Simón. Si nos ubicamos en el siglo XIX, cuando las festividades religiosas era lo más importante concluimos que este día tenía especial relevancia en la espiritualidad de don Miguel, aunque si bien no era precisamente ortodoxa su forma de actuar dentro de los lineamientos establecidos por el clero, él, en su interior, seguro que sí llevaba puntualmente este tipo de celebraciones especiales. Será bueno darle un vistazo al calendario litúrgico que se va desarrollando a la par de la Ruta de Hidalgo.

Fuentes:

1.- Victoria Moreno, Dionisio. La guerra de Independencia en el Estado de México. Biblioteca Mexiquense del Bicentenario. Toluca, 2007.

2. - La Biblia on line. http://www.labibliaonline.com.ar/