martes, 15 de marzo de 2011

Hacienda Estanque del Marqués, municipio de Castaños, Coahuila. Cabeza número 198


Dice el profesor Jiménez de la Rosa: “…el paraje de la Loma del Prendimentos ha sido cubierto por el manto de la noche y… en Baján junto al brocal del que todavía existen vestigios, se organizan las fuerzas realistas que custodiarán a los prisioneros…” (1). Era ya el viernes 22 de marzo, muy lejos de allí, en Valle del Maíz, San Luis Potosí, se libraba una enfrentamiento entre realistas e Insurgentes. Es el plano de ese acontecimiento el que estamos viendo. Será bueno recordar que fue allí en donde hubo ese degüello del que Villarguide salió milagrosamente a salvo.



“En la madrugada del día 22, todos en general, ni se quejaban de sed, ni de hambre ni de cansancio y por parejo, en un continuo movimiento, porque se estuvo amarrando a los peladillos y de este modo se pasó la noche hasta que al amanecer se buscaron lazos y cabestros entre los arrieros y soldados, para que todos marcharan a Monclova en collera.



De esta suerte salieron el 22 por la mañana, los generalísimos, padres, clérigos y mujeres, en catorce coches que se les quitaron, quedando solo unos 20 oficiales en la casa de Baján, con su guardia respectiva, a cargo de don Nicolás Elizondo, mientras que se les mandaba más tropa para que los llevase.


Caminaron también cosa de doscientas cartas de plata y cajones de reales, un atajo solo empleado solo en los baúles y maletones que traían todos los generales, sin otra porción de carga de cargas de plata que quedaron depositadas en la casa del juez Santos Pérez y Gaytán, por falta de mulas, de modo que por lo que se vio el que expone, según su propio conocimiento, pasaban de un millón de pesos el valor de la plata y los reales represados allí el día anterior y es de creerse también, que en los baúles y equipaje, no dejaría de ir considerable porción de oro y alhajas de estimación, porque las onzas de oro hasta en las bolsas se les encontraron algunas a los que iban en la collera, pues es cierto que alguno de estos, llamado Agustín Marroquín, se le recogieron al llegar a Monclova setenta y tantas onzas, porque así lo aseguró el que suscribe, una persona de verdad.” (2)



Fuente:



1.- Jiménez de la Rosa, Felipe. Ruta de Hidalgo 1810-1811. Lápiz y Papel de México. México, 1960.



2.- Canales Álvarez, Santos, citado por Schober, Otto. Artículo en el periódico Zócalo Saltillo (sin fecha) “El tesoro de los Insurgentes”.



http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/el-tesoro-de-los-insurgentes1/

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