Hoy, 22 de mayo de 2011, llegamos al final de la Ruta de Hidalgo. Hemos aprendido mucho. Hemos visto mucho y visualizado más. Una de las cosas que, indudablemente notamos al llegar a ésta, la estela número 260 es que, sabemos muy poco de nuestra Historia nacional y esto nos ha ido conduciendo a repetir una y otra vez más los mismos errores. Hemos visto a lo largo de los que creo son 3,500 kilómetros una constante: el fallido sistema educativo que tenemos y los severos problemas que eso, ahora, en este siglo XXI estamos viviendo, México no ha podido ser totalmente independiente. Al recorrer las 260 estelas de Cabeza de Águila puedo concluir algo que lo sabemos, lo vivimos, lo notamos todos los días, pero que... tan existente es, que nos hemos [malamente] acostumbrado a él: el Valemadrismo.
Valemadrismo a todo. Civismo, cultura, conocimiento, interés. He constatado a lo largo de esos 3,500 kilómetros una constante: basura. Basura física, basura auditiva, basura ambiental. El país es bello en extremo, pero muchos se empeñan en destruirlo... creo que las pruebas te las mostré en más de una ocasión. Es más, te confieso algo: muchas de las fotos pasaron por arreglos para quitarles la basura, la física. La basura auditiva que nos encapsula es, en verdad abominable. En más de dos bibliotecas a las que fui a consultar a lo largo de la Ruta de Hidalgo, tuve que gritar para que, apagaran la música o, en todo caso, bajaran el volumen. Esto en una biblioteca, lo que hay en las calles, todos lo sabemos.
La idea original era recorrer toda la ruta desde Dolores hasta Chihuahua, no me fue posible. Vivimos en una tremenda crisis económica. Vivimos en una tremenda crisis de valores. Vivimos en el temor. Mas de dos personas, [por decir] me dijeron que mejor ni fuera a Durango ni a Chihuahua, que la cosa está "caliente". La verdad, al menos en todo lo que recorrí no padecí nada, aunque sí vi que los hoteles en Michoacán están practicamente vacíos. Me hubiera sido de lo más satisfactorio haber recorrido a pie, de aventón, en colectivo o, incluso, en taxi, lo que no pude hacer en Coahuila, Durango y Chihuahua... las ganas siempre estuvieron, los recursos no. Como quiera, valiéndome de las modernidades de Internet, pudimos llegar, estamos llegando al final. Hay algo que ya comenté: México es tan grande que nos da miedo adentrarnos en él. Esto incluye, claro es, la Historia. Ya no hay que celebrar el 15 de septiembre con una cena y una "peda". Mejor hay que reflexionar a dónde vamos y que es lo que queremos, no en lo personal, sino como comunidad... sé que está en chino, en chino está el día más mexicano de los 365 en que se divide el calendario. Comunidad es algo que no hemos acabado de asimiliar, de digerir. Mantenemos vicios que no son Bicentenarios, sino que, agregandoles el Tricentenario de vida Colonial, nos da la abrumadora suma de 500 años de no saber para donde vamos o de no saber para donde queremos ir... como comunidad. En lo personal todos queremos vivir bien, pero... en lo colectivo?
"Finalmente hace su entrada el ejemplar Padre de la Patria a la ciudad de Chihuahua a eso de las dos de la tarde del 23 de Abril de 1811. La jornada física llega a su término. El grupo de cautivos se encuentran en un estado lamentable: sus vestiduras desgarradas, llenas de polvo y sudor, su cuerpo llagado debido a lo engrillado de sus pies y manos, pero a pesar de ello, sus espíritus no decaen en ningún momento.
Allende, Aldama, Jiménez, y demás Insurgentes quedan encerrados en el Hospital, y el padre Hidalgo en el Colegio de los Jesuitas, ocupando la Torre, que aun se encontraba en construcción. Dos días después, se inicia el proceso de todos ellos..." (1)
260 estelas de Cabeza de Águila, 3,500 kilómetros, un año de recorrido me llevó hacerlo, solo que, a ti que me has seguido por este espacio te comento una cosa. No hemos terminado aun, muy pronto continuaremos. La grandiosidad del cura Hidalgo y su presencia seguirá recorriendo los caminos de México, nos seguirá recordando una sola cosa: México es Grandioso!
Fuente:
1.- Jiménez de la Rosa, Felipe. Ruta de Hidalgo, 1810-1811. Lápiz y Papel de México. México, 1960.
"Finalmente hace su entrada el ejemplar Padre de la Patria a la ciudad de Chihuahua a eso de las dos de la tarde del 23 de Abril de 1811. La jornada física llega a su término. El grupo de cautivos se encuentran en un estado lamentable: sus vestiduras desgarradas, llenas de polvo y sudor, su cuerpo llagado debido a lo engrillado de sus pies y manos, pero a pesar de ello, sus espíritus no decaen en ningún momento.
Allende, Aldama, Jiménez, y demás Insurgentes quedan encerrados en el Hospital, y el padre Hidalgo en el Colegio de los Jesuitas, ocupando la Torre, que aun se encontraba en construcción. Dos días después, se inicia el proceso de todos ellos..." (1)
260 estelas de Cabeza de Águila, 3,500 kilómetros, un año de recorrido me llevó hacerlo, solo que, a ti que me has seguido por este espacio te comento una cosa. No hemos terminado aun, muy pronto continuaremos. La grandiosidad del cura Hidalgo y su presencia seguirá recorriendo los caminos de México, nos seguirá recordando una sola cosa: México es Grandioso!
Fuente:
1.- Jiménez de la Rosa, Felipe. Ruta de Hidalgo, 1810-1811. Lápiz y Papel de México. México, 1960.
Hola amigo excelente tu blog, ademas de interesante es muy cultural ,a verdad yo no sabia el origen de esas cabezas de aguila y las e visto en varias partes de México, gracias x esa investigacón que realizaste, y felicidades
ResponderEliminarCreo que la de Plaza Zaragoza debe ser la 260 y esta, la de Casa Chihuahua la 259. La de Casa Chihuahua es donde fue preso y fusilado y en el templo de San Agustín, frente a Plaza Zaragoza, descansaron sus restos antes de ser enterrados.
ResponderEliminarExcelente trabajo en la escuela nunca nos hablaron de la trayectoria de Hidalgo ni que existían estas esfinges de águila creo que nos falta más saber de la historia de México
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